DATOS GENERALES:
- Nombre completo: Athletic Club
- Ciudad: Bilbao / Bilbo
- Provincia: Vizcaya / Bizkaia
- Comunidad Autónoma: País Vasco / Euskadi
- Año de orígen: 1898
- Fecha de fundación: 11 de junio de 1901
- Fundación RFEF: 1898
CAMBIOS DE NOMBRE:
- Vizcaya Athletic Club (1901-1903)
- Athletic Club (1903-1941)
- Atlético de Bilbao (1941-1965)
- Club Atlético de Bilbao (1965-1971)
- Athletic Club de Bilbao (1971-1977)
- Athletic Club (1977-)
TÍTULOS NACIONALES:
8 Ligas de Primera División:
- 1929/30
- 1930/31
- 1933/34
- 1935/36
- 1942/43 (trofeo en propiedad)
- 1955/56
- 1982/83
- 1983/84
23 títulos de Copa:
- 1903
- 1904
- 1910 (Unión Española de Clubs)
- 1911
- 1914
- 1915
- 1916 (trofeo en propiedad)
- 1921
- 1923
- 1930
- 1931
- 1932 (trofeo en propiedad)
- 1933
- 1943
- 1944
- 1945 (trofeo en propiedad)
- 1950
- 1955
- 1956
- 1958
- 1969
- 1973
- 1984
1 Supercopa de España:
- 1984
1 Copa Eva Duarte Perón:
- 1950
ESTADIO:
Estadio San Mamés
- Nombre: Estadio San Mamés
- Año de inauguración: 1913
- Cambios de nombre:
- Campo de San Mamés (1913-)
- Capacidad: 40.000 espectadores
OTROS ESTADIOS:
- Campo de Santa Eugenia, Getxo (1901)
- Campo de Lamiako, Leioa (1901-1910)
- Campo de Jolaseta, Neguri (1910-1913)
TRAYECTORIA EN LIGA:
ESCUDOS:
UNIFORMES:
ORÍGENES Y ANTECEDENTES:
La presencia del fútbol en la capital vizcaína data desde 1887 y
tiene su origen en los hermanos Miguel y Rafael Ferrer Malzárraga,
miembros ambos del popular Gimnasio Zamacois fundado en Bilbao en 1879.
Ambos hermanos aleccionaron al resto de socios con este novedoso deporte
que triunfaba en las islas y cuyo beneficio higiénico era muy saludable
para el cuerpo y la mente, principio muy en boga en aquellos tiempos.
De la práctica de este deporte y su inmediato desarrollo apenas más se
sabe, pero el espaldarazo definitivo vendría en 1889 teniendo su origen
en la colonia británica que en torno a la compañía hispano-británica,
Astilleros del Nervión S.A., se reunió en la ría bilbaína. Dicha
empresa, constituida en 1888 a tenor de la construcción de buques para
la Armada, estaba coparticipada por José María Martínez de la Riva y
Richardson y el británico Charles M. Palmer, socios quienes unidos para
la ocasión venían precedidos de poseer ya importantes emporios
relacionados con la acerería y la construcción naval. En 1889 los
miembros de procedencia británica, la mayoría procedentes de
Southampton, Portsmouth y Sunderland, ya jugaban al rugby en las campas
del barrio de Santutxu y estrenado desde el 18 de septiembre de 1887 el
Hipódromo de Lamiako, rápidamente simultanearon la práctica del rugby
con la del fútbol, convirtiéndose este último deporte en el favorito y
en una constante para una localidad que en 1885 contaba con ochenta y
tres barcos a vapor matriculados pertenecientes a una flota de armadores
británicos con delegaciones en Bilbao y máximos accionistas de varias
navieras vizcaínas como eran La Flecha, Manuel María Arrotegui, la Línea
de Vapores Serra, José María Serra y Font, Dionisio Eizaga, José María
Martínez de La Riva o Eduardo Yeves. Tal y como sucede con los
británicos y su arraigadas costumbres, pronto dieron cuenta a la
formación de un club en el cual desarrollar sus actividades recreativas,
fundándose en fecha sin precisar el Athletic Club ó como aparecía rotulado en agosto de 1892 en su traducción al español, el Club Atleta de los Astilleros del Nervión,
teniendo como presidente a Henry Jones y como secretario a W.H.
Calvert, mientras presidente honorario era Adolfo de Urquijo e Ybarra,
uno de los máximos accionistas de la compañía tras los problemas habidos
entre Martínez de la Riva y Palmer.
Los miembros del Athletic Club, quienes conocen de sobra las
actividades del Gimnasio Zamacois y sus pinitos con el fútbol, desafían
a los bilbaínos el 3 de mayo de 1894, imponiéndose sobradamente por 5-0
ante la falta de preparación de los locales. Este resultado no influye
en los bilbaínos, pero sí perciben que deben constituirse en club,
siendo antes de fallecer en junio José María Zamacois, dueño del
gimnasio, cuando se funda la Sociedad Gimnástica Zamacois
como imitación a la de los británicos, sociedad polideportiva que
aprueba su reglamento el 17 de octubre de ese año. El Hipódromo de
Lamiako se convierte en el centro de actividades de ambas sociedades
para prácticas deportivas al aire libre precisas de un gran espacio,
siendo a partir de 1898 frecuentes los encuentros cada domingo y la
simbiosis entre los jugadores de ambos clubs que allí se dan cita,
británico y bilbaíno, casi total hasta el punto de reconocerse todos a
sí mismos como Athletic Club, aunque ninguno de los
dos, si no son ya el mismo, da el paso para registrarse legalmente como
demanda la Ley de Sociedades entre las cuales se hayan las recreativas.
Nos encontramos en los momentos finales de siglo XIX y en España
empiezan a surgir sociedades dedicadas exclusivamente a este deporte en
núcleos como Madrid y Barcelona. Son entidades organizadas, con
directiva, estatutos y con una mentalidad muy similar a la que predomina
en los principales países europeos, conscientes de que el
asociacionismo deportivo tiene un lugar en la sociedad y que en el
futuro será una pieza importante. Los deportistas bilbaínos no son en
principio propicios a adoptar esta medida y absortos en Lamiako
permanecen alejados de esta tendencia, pero es a finales de 1900
cuando el joven Carlos Castellanos Jacquet, nieto de un adinerado
banquero de origen francés, observa que esta tendencia se ha de
rectificar y que no puede mantenerse alejado de la legalización de la
actividad que practica con sus compañeros. Flanqueado por su hermano
Manuel, unos cuantos bilbaínos y un nutrido grupo de británicos, divide
el grupo de Lamiako y se separa del Athletic Club creando su propia sociedad, el Bilbao Foot-ball Club,
la cual presidida por él mismo se uniforma con camisa y pantalón blanco
realizando sus prácticas en el Paseo de Zugazarte. Castellanos dota al
club de junta directiva y lo organiza estructuradamente, pero
incomprensiblemente no da el mismo paso que han seguido otras entidades
españolas y renuncia a inscribirse en el registro de sociedades del
Gobierno Civil, limitándose a jugar frente a combinados de jugadores del
Athletic Club que puntualmente acuden al terreno de Lamiako
que tiene el club que preside Castellanos alquilado o a disputar
encuentros entre los distintos componentes de la propia neonata
sociedad.
HISTORIA DEL CLUB:
Esta iniciativa de los bilbaínos no cae en balde y pronto, siguiendo el ejemplo del recién creado Bilbao F.C.,
en febrero de 1901 desde las tertulias del Café García de la capital
vizcaína los distinguidos miembros del añejo pero aún no legalizado Athletic Club Juan
Astorquia, Alejandro Atxa y Enrique Goiri entre otros, lanzan la idea
de constituir un nuevo club de fútbol al que denominarán Vizcaya Athletic Club, conocido popularmente como Athletic Club,
quien viste camisa partida blanca y azul con pantalón negro y emplea
como terreno de juego la campa de Santa Eugenia situada en la barriada
de Las Arenas, dentro del término de Getxo. Estos sí dan el paso que sus
convecinos no han dado constituyéndose como club al redactar sus
estatutos el 11 de junio y registrándose legalmente el 5 de septiembre
de 1901 con Luís Márquez en la presidencia, reclamando en ellos una
práctica previa desde 1898. A finales de ese mismo año, el Bilbao F.C.,
con menos haberes que sus rivales, ofrece a los athléticos la
posibilidad de compartir el alquiler de Lamiako que tanto les constriñe
en vistas de repartir gastos, accediendo estos de buen gusto y acabando a
los pocos meses por construir un segundo campo.
Inevitablemente la rivalidad surge de inmediato y en sus encuentros
el equilibrio es casi total, destacando la habilidad de ambos
contendientes. A principios de 1902, los clubs bilbaínos reciben la
invitación por parte del conjunto francés del Burdigala de
Burdeos, para realizar una serie de encuentros en ambas ciudades,
acudiendo los vizcaínos a la ciudad gala con un combinado mezcla de
bilbaínos y athléticos. Este combinado recibe el nombre de Club Bizcaya
(la ortografía del euskera todavía estaba en desarrollo) y se impone en
Burdeos por 0-2 y en casa por 7-0, dos guarismos que causan sensación
en el resto del país y que producen un crecimiento de ego entre los
vizcaínos. Tal es la euforia desatada que mediante el uso de la prensa
empiezan a retar al F.C. Barcelona, una sociedad pujante que en Cataluña pisa fuerte, siendo el Bilbao F.C.
quien más empeño pone. El guante no es recogido a las primeras de
cambio, cuando paralelamente a estos acontecimientos en marzo se
constituye oficialmente el Madrid F.C.. Esta sociedad que
practica fútbol desde 1899, desea ser conocida a nivel nacional y con
esta finalidad convoca un concurso en la capital empleando como excusa
la Jura de la Constitución por parte de S.M. el Rey D. Alfonso XIII,
acto al que invita a lo mejor del país a nivel futbolístico. Tanto Bilbao F.C. como Vizcaya A.C.
son invitados al torneo y aunque inicialmente aceptan de buen grado por
la posibilidad de enfrentarse a los barcelonistas, finalmente a un par
de días de concluir el plazo de inscripción renuncian. Vista la retirada
de los vizcaínos los azulgranas también renuncian y en esas Carlos
Padrós, hermano del presidente madridista, a toda prisa intercede para
que unos y otros recompongan su actitud. Tras unos días de
intenso diálogo a cuatro bandas, los vizcaínos aceptan su presencia bajo
la condición de acudir a Madrid con un combinado formado por lo mejor
de las dos sociedades inscribiéndose como Vizcaya-Bilbao, aunque en prensa se les trata como Club Bizcaya ó Club Vizcaya,
comprometiéndose los barcelonistas también a regañadientes al ser
conscientes de la potencialidad del combinado vizcaíno que pueda surgir.
Su alto nivel deportivo y más aún tras juntar lo más destacado de uno
y otro club, hace que una vez presentes en Madrid se impongan a todos
sus rivales conquistando el torneo. Así pues vencen en el primer
encuentro por 5-1 al Club Español de Foot-ball, humillan al New F.C. en el segundo con el escandaloso resultado de 8-1, y vencen en la final al F.C. Barcelona
por 2-1. La alineación campeona estaba formada por: L. Arana, E.
Careaga, P. Larrañaga, L. Silva, A. Arana, Goiri, Cacaeaux, Astorquia,
Dyer, R. Silva y Evans. Los barcelonistas, segundos clasificados, tras
la derrota vierten su ira en prensa alegando que no se han podido
enfrentar en igualdad de condiciones a Vizcaya A.C. y Bilbao F.C.
por separado como hubiera sido lo justo, sino a un combinado de ambos
muy potente, aunque esta condición no tiene repercusiones porque había
sido aceptada previamente para poder disputar el torneo.
Pero el fútbol bilbaíno por estos tiempos no se limita a estos dos
clubs poderosos que marcan la vida futbolística de la ciudad, puesto que
comparten vida con dos sociedades más humildes pero no por ello
carentes de importancia como resultan ser el Iberia Foot-ball Club y el Unión Foot-ball Club, protagonista este último de una posterior combinación de jugadores transitoria con el Athletic Club que reportará un subcampeonato de España a la capital vizcaína en 1907.
Tras este Concurso de Madrid, ambos clubs vuelven a la realidad y
continúan con sus problemas económicos por la falta de pago al corriente
de los socios, decidiendo el 29 de marzo de 1903 fusionarse en una sola
entidad a la que denominan Athletic Club, adoptando los colores del Vizcaya Ahletic Club. Los presidentes de ambos clubs en el momento de la fusión eran Juan Astorquia (del Vizcaya A.C.) y Luis Arana (del Bilbao F.C.,
elegido tras el fallecimiento de Carlos Castellanos a principios de
1903). Su fortaleza hace que se adjudiquen el I Campeonato de España de
1903 ante el Madrid F.C. al vencer por 3-2, torneo que depara
además la escisión de los socios vizcaínos que militan en el club
merengue de la capital y quienes deciden convertirse en sucursal del
club bilbaíno en Madrid, el denominado Athletic Club de Madrid.
El 15 de noviembre de ese año se convoca una reunión para dilucidar la
continuidad del club ante la falta de entrenamientos, partidos y pagos,
optándose afortunadamente por seguir en activo. Durante los años 1904 y
1905 el Athletic Club no disputa encuentros con otros rivales,
pero paradójicamente se adjudica una Copa del Rey, pues en 1904 los
participantes madrileños de la Fase Final por amplias divergencias entre
ellos renuncian a jugar y el representante catalán, el Club Español de Foot-ball,
siguiendo a los madrileños lo hace igualmente, quedando los bilbaínos
campeones sin realizar un solo encuentro. En 1905 se presentan con una
plantilla integrada con jugadores del filial madrileño, perdiendo la
final ante el Madrid F.C. por 0-1. En 1906 se plantan en otra Final, ahora sí con jugadores locales, y pierden ante el Madrid F.C. por 1-4.
En 1907, el Athletic Club atraviesa una profunda crisis y se
presenta en el Campeonato de España con un combinado denominado por la
prensa igualmente como Club Vizkaya y presidido por E. Sevilla, que cambia su nombre a la hora de inscribirlo a Vizcaya Club, en el cual figuran jugadores del Athletic Club bilbaíno y del Unión F.C..
Este torneo se disputó por el sistema de Liguilla a partido único,
siendo los resultados de los vizcaínos los siguientes: victoria por 2-3
frente al Madrid F.C., 5-0 frente al Hamilton F.C. de Salamanca, derrota por 2-1 ante el Vigo F.C., y 4-0 a favor frente al Huelva Recreation Club en la última ronda. Al empatar a 6 puntos con el Madrid F.C.,
se tuvo que disputar un encuentro de desempate, perdiendo la Final ante
el conjunto local por 0-1. La alineación de los representantes
bilbaínos en la Final fue la siguiente: Larrea, A. Sena, Arzuaga, M.
Sena, Simmons, García, Cardenas, Murga, Irizar, Celada y Asuero.
Son tiempos de crisis y los jugadores bilbaínos renuncian a presentarse en Madrid en la edición de 1908, con lo cual el Athletic Club ha
de recurrir al uso de la plantilla de la sucursal madrileña, siendo
eliminados. En 1909, siguiendo con la moda de hacer combinados para
asistir a la Copa de España, solicitan presentar un combinado con el
potente Ciclista F.C. de San Sebastián. Para formalizar tal
acuerdo, juegan un partido previo entre ambos en el cual se alinean
extranjeros en uno y otro bando de forma no convenida, suscitando un
enfrentamiento que de repente acaba con la pretendida combinación y
naciendo hasta la actualidad una enconada rivalidad.
Durante 1910 existen dos Federaciones Nacionales separadas entre sí,
la Federación Española de Foot-ball y la Unión Española de Clubs de
Foot-ball, perteneciendo los conjuntos vascos a esta última. El 7 de
septiembre de 1909 nace la Sociedad de Foot-ball al cambiar de nombre el Ciclista F.C.
de San Sebastián, pero la Unión Española de Clubs no admite entidades
con pocos años de vida, con lo cual los donostiarras se inscriben en el
torneo con el nombre de otro club, el Vasconia Sporting Club, equipo de mayor antigüedad, llegando a la Final ante el Athletic Club en la que son derrotados por 0-1.
En 1910 el Athletic Club se traslada al Campo de Jolaseta en
Neguri por el aumento de su masa social, adoptando la hoy en día
clásica camisa rojiblanca y ganando la Copa de 1911 en su propio feudo
ante el C.D. Español de Barcelona por 3-1. Como el Campo de
Jolaseta anda distante del propio Bilbao, se decide construir un nuevo
campo, ahora en la misma villa, dando como resultado el 21 de agosto de
1913 el estreno del Campo de San Mamés, junto a la Gran Vía bilbaína. En
la Copa del Rey se pierde la Final disputada en Madrid ante el Racing Club de Irún:
2-2 tras prórroga en el primer encuentro y 0-1 en el segundo encuentro
de desempate. Aún ganarán los bilbaínos tres Copas más mostrando su
poderío, la de 1914 ante el España F.C. de Barcelona, 2-1; la de 1915 ante el Real C.D. Español, 5-0; y la de 1916 ante el Madrid F.C. por 4-0. Son los tiempos de: Belauste, Ibarretxe, Pitxitxi, Zubizarreta y Acedo. El Athletic Club consigue también el Campeonato del Norte en las ediciones de 1914, 1915 y 1916; pero a partir de entonces es superado por el Arenas Club de Guecho, quien pasa a disputar la Copa de España.
Recién estrenados los años veinte, el club conquista el Campeonato
del Norte en las ediciones 1920 y 1921, pasando desde 1922 a ser
denominado Campeonato de Vizcaya por la separación de Guipúzcoa. El club
bilbaíno es el gran dominador de este torneo, ganando también en los
años siguientes: 1923, 1924, 1926, 1928 y 1929. En la Copa del Rey perde
la Final de 1920 ante el F.C. Barcelona por 0-2, conquistando las ediciones de 1921 ante el Athletic Club de Madrid, ya independizado, con el resultado final de 4-1, y la de 1923 ante el C.D. Europa
por 1-0. Socialmente el club gana adeptos y San Mamés se amplia con
nuevas gradas. Los rojiblancos que cuentan con Sesúmaga y Sabino en los
primeros años, en el segundo lustro ya no consiguen levantar el título
de Copa. En 1928 se acuerda formar el Campeonato Nacional de Liga y el Athletic Club
como entidad más laureada, entra a formar parte de la Primera División,
debutando en la temporada 28/29 con un tercer puesto. En la campaña
29/30 consigue su primer título de Liga sin perder un solo encuentro.
Se inicia en la década de los treinta un periodo espléndido, cortado
de raíz por la Guerra Civil, en el que se obtendrán numerosos títulos. A
nivel regional se conquista el Campeonato de Vizcaya en los años 1931,
1932, 1933 y 1934. En la Copa de España (de la II República entre 1932 y
1936), se obtiene el entorchado en cuatro ocasiones consecutivas: en
1930 ante ante el Real Madrid F.C., 3-2; en 1931 ante el Real Betis Balompié, 3-1; en 1932 ante el F.C. Barcelona, 1-0; y en 1933 ante el ahora Madrid F.C. por 2-1. El Athletic Club
cuenta con un equipazo que es base de la Selección Nacional, destacando
grandes jugadores como el meta Blasco, Castellanos, Urquizu, Muguerza,
Lafuente, Iraragorri, Bata y Gorostiza. En el Campeonato de Liga se
convierte en el gran dominador siendo el club más admirado de todo el
estado, pues en la temporada 30/31 es Campeón en un triple empate con Real Racing Club de Santander y Real Sociedad de Foot-ball, en la 31/32 es subcampeón a tres puntos del Madrid F.C.,
en la 32/33 nuevamente subcampeón tras los merengues y en la campaña
33/34 Campeón absoluto. En la temporada 34/35 es cuarto, mientras que en
la 35/36 consigue su tercer título de la década.
La guerra marca profundamente a la institución vizcaína y los
acontecimientos políticos propician que, tras unos meses de
incertidumbre, gran aparte de la plantilla se integre en el combinado Euskadi,
un equipo formado íntegramente por jugadores vascos procedentes de
varios clubs que iniciará una gira internacional por varios países
durante un par de años y que como si de una selección vasca se tratase,
concertará numerosos encuentros hasta que en junio de 1939 acabe su
aventura incorporándose algunos de sus jugadores a clubs sudamericanos,
colgando las botas otros y volviendo el resto a la península meses o
años después. La guerra es cruenta con el club y este queda diezmado, no
pudiendo acudir a la Copa del Generalísimo de 1938-39 ante la falta de
mimbres. En su lugar y desde el club rojiblanco, se compone un equipo
que actúa bajo el nombre de Bilbao Athletic Club y que está
compuesto por numerosos juveniles y jugadores de la provincia con mucho
porvenir. La vida de este equipo es efímera y pronto la sociedad
bilbaína recompone su estructura en 1939 para garantizar la continuidad
del club. Se incorporan nuevos jugadores, se peina el territorio vasco
en busca de talentos y con algunos jugadores en activo del pasado, se
arma de nuevo el equipo.
Con estos mimbres participa ya en el Campeonato de Liga 39/40,
obteniendo el tercer puesto y mejorando en la edición 40/41 en la que es
subcampeón. En 1941 cambian de denominación por la ley gubernamental
anti extranjerismos, pasando a ser Atlético de Bilbao y abandonando el clásico de Athletic Club.
Empiezan a despuntar grandes jugadores como Lezama, Iriondo, Zarra,
Unamuno, Panizo y Gaínza, conquistando en la temporada 42/43 el título
de Liga. Llega el Atlético copero, y durante la década se adjudican la Copa del Generalísimo en tres ocasiones: la de 1943 ante el Real Madrid C.F., 1-0 con gol de Zarra en la prórroga; la de 1944 ante el Valencia C.F., 2-0 obra de Zarra y Escudero; y la de 1945 igualmente ante el Valencia C.F. por 3-2 con gol de Iriondo en el último minuto; y perdiendo la de 1942 ante el C.F. Barcelona, 3-4 al final de la prórroga; y la de 1949 ante el Valencia C.F., con un ajustado 0-1 anotado por el valencianista Epi.
Los años cincuenta, sobre todo a partir del segundo lustro en el cual
se consiente la participación de jugadores extranjeros, va a significar
la pérdida de potencial frente a los poderosos clubs de Madrid y
Barcelona. El Atlético de Bilbao fragua el empleo exlusivo de
jugadores nacionales durante este tiempo, vascos en gran medida,
consiguiendo llevar esta postura hasta nuestros dias. Son años en los
que permanece como aspirante al título, pero la entrada de extranjeros
supone un freno a sus aspiraciones. El único título de Liga se obtiene
la campaña 55/56, lo que le da derecho a participar por primera vez en
la Copa de Europa, en la que es eliminado en octavos ante el Liverpool F.C.. En el torneo de Copa echa el resto y consigue conquistar cuatro títulos: el de 1950 ante el Real Valladolid Deportivo, 4-1; en 1955 ante el Sevilla C.F., 1-0; en 1956 ante el Club Atlético de Madrid, 2-1; y en 1958 ante el Real Madrid C.F., 2-0; perdiendo la Final de 1953 ante el C.F. Barcelona
por 1-2. El equipo de finales de los cincuenta es recordado como el de
“los aldeanos”, con: Carmelo, Artetxe, Mauri, Uribe, Etura, Arieta y
Aguirre.
Los años sesenta son mucho más duros en el Campeonato de Liga pues no
se obtiene título alguno, todo lo más cercano es el subcampeonato de la
temporada 69/70. La entidad bilbaína ha de conformarse con la Copa de
1969 ganada al Elche C.F. tras vencer 1-0, dado que las finales de 1966 y 1967 se pierden ante Real Zaragoza C.D., 0-2 y Valencia C.F., 1-2, respectivamente. Desde la sesión 1965/66 la denominación del club pasa federativamente a ser Club Atlético de Bilbao,
paseándola por todo el continente gracias a sus
numerosas intervenciones en competición europea. Varias son sus
participaciones en la Copa de Ferias, disputando la edición 64/65, y de
manera consecutiva las de las temporadas 66/67, 67/68 y 68/69, sin
llegar nunca a superar los cuartos de final. Su debut en la Recopa se
produce la 69/70, siendo eliminado en dieciseisavos frente al Manchester City F.C., futuro campeón. Con todo, el gran triunfador de la década es el meta Iríbar, apodado el “Txopo”.
Iniciados los años setenta, en enero de 1971 se efectúa la
inauguración de las instalaciones de Lezama, que con una inversión
inicial de cuarenta millones de pesetas será base de la cantera bilbaína
de la que saldrán tantos jugadores y que se convertirá con el tiempo en
un icono. Ese mismo año de 1971 la entidad bilbaína empieza a emplear a
nivel federativo su denominación primitiva con vocablos británicos
aunque ya lo venía haciendo de modo interno, siendo uno de los pioneros
y pasando a ser Athletic Club de Bilbao, paso que
posteriormente será oficializado a nivel nacional dando pie en 1973 a la
derogación de la Ley que prohibía los extranjerismos. Es precisamente
ese año cuando se conquista una nueva edición de la Copa del
Generalísimo, ante el C.D. Castellón y por 2-0. En el año 1977 tienen una nueva oportunidad, pero la desaprovechan al caer en la tanda de penaltis ante el Real Betis Balompié
tras empate final de 2-2. Durante esta Final se lanzan veinte penaltis
nada menos. En Liga no se obtienen buenos resultados, tan solo
pasaportes a la Copa de la UEFA y Recopa, destacando jugadores como:
Irureta, Villar, Churruca, Dani, Rojo y Amorrortu, en un año en el que
vuelven a ser Athletic Club como antaño. Pero el gran
logro es su presencia en la Final de la Copa de la UEFA de 1977 a doble
partido, con Koldo Aguirre de entrenador, y tras eliminar a rivales de
la talla de: Újpest Dózsa S.C., F.C. Basel, A.C. Milan, F.C. Barcelona y R.W.D. Molenbeek. El rival es la Juventus F.C. de
Turín; 1-0 en la ciudad italiana y 2-1 en San Mamés, valiendo doble los
goles obtenidos fuera de casa y siendo inútiles los goles anotados por
Irureta y Carlos Ruiz.
Los ochenta significan la vuelta de “los leones” y la obtención de
dos títulos de Liga, temporadas 82/83 y 83/84, con Javier Clemente en el
banquillo. Ambas se obtienen en el último partido de Liga y suponen una
gran alegría para una afición que no la disfrutaba desde 1956. Grandes
jugadores como: Zubizarreta, Goikoetxea, De la Fuente, De Andrés,
Liceranzu, Patxi Salinas, Noriega, Argote y Sarabia, son sus estrellas,
conquistando la Copa del Rey de 1984 ante el F.C. Barcelona por
1-0. La consecución de las dos ligas le permite entrar de nuevo en la
máxima competición continental, cayendo la edición 83/84 en octavos ante
el futuro campeón, Liverpool F.C., y la 84/85 en dieciseisavos frente al F.C. Girondins de Bordeaux. Tras unos años consiguiendo entrar en competición europea, el Athletic Club
sufre un bajón a finales de década por el envejecimiento de su
plantilla. San Mamés es sede oficial durante el Campeonato del Mundo de
1982, siendo reformado para la disputa de tal evento.
Su gran cantera de Lezama no rinde los frutos esperados durante los
noventa, pese a la entrada de nuevos valores procedentes del filial, y
el club entra en una crisis evidente de resultados. Dada su condición de
club económicamente saneado, en 1992 no entra en el plan de Sociedades
Anónimas Deportivas establecido para los clubs endeudados, con lo cual
es uno de los cuatro en todo el país que disfruta esta condición en
competición profesional. A medida que progresa la década, las
clasificaciones son más preocupantes y en la temporada 95/96 se finaliza
decimoquinto temiéndose por su descenso a Segunda División, categoría
en la que es junto a Real Madrid C.F. y F.C. Barcelona,
único club que no ha descendido desde la fundación de la Liga en la
temporada 1928/29. En la campaña 97/98 obtienen el subcampeonato en Liga
con jugadores como: Larrazabal, Alkiza, Karanka, Ziganda, Roberto Rios,
Lasa y Lacruz, además de poder jugar la campaña 98/99 en la Liga de
Campeones. En este torneo comparte grupo con Juventus F.C. de Turín, Galatasaray S.K. de Estambul y Rosenborg B.K.
de Trondheim, consiguiendo una victoria, tres empates y dos derrotas
que impiden su pase a octavos de final al acabar último de grupo. A
destacar que es la primera década en la que no obtiene título alguno, ni
en Liga ni en Copa, siendo este último un torneo del que era clásico en
todas sus ediciones.
Estrenado el nuevo siglo, el Athletic Club renueva su
plantilla y combina jugadores experimentados con nuevos talentos,
destacando piezas como Julen Guerrero, Del Horno, Yeste, Orbaiz y
Aranzubia, que tampoco consiguen devolver a la entidad a tiempos
pretéritos y gloriosos. Su última participación en competición europea
se remonta a la edición 2004/05 en la Copa de la UEFA, superando en
primera ronda al Trabzonspor Kulübü, proclamándose campeón de la fase de grupos junto a: F.C. Steaua Bucaresti, Parma F.C., Besiktas J.K., Royal Standard de Liège; y caer eliminado en dieciseisavos frente al F.K. Austria Wien.
Se caracteriza el club vizcaíno por su política de jugadores, siendo
el único club profesional que no admite los procedentes del extranjero,
centrándose en especial en la contratación de nativos de Euskadi,
Navarra, País Vasco francés y jugadores que aunque procedentes de otras
regiones, hayan sido formados en su cantera. En la actualidad, el club
anda inmerso en una gran crisis deportiva y la escasa salida de talentos
les está cargando sobremanera de tensión en cada temporada. Pese a
ello, en la edición de la Copa del Rey de 2009 llegan a la Final ante el
F.C. Barcelona disputada en Valencia, perdiéndola por un
resultado desfavorable de 1-4 con único gol de Toquero. En la campaña
09/10 ocupan el octavo puesto en Liga tras mostrar su fortaleza en San
Mamés, concentrando parte de sus ilusiones en la Europa League en donde
entran en la Tercera Ronda Previa ante los suizos del B.S.C. Young Boys: 0-1 en casa y 1-2 en Berna; y en donde superan en Cuarta Ronda al noruego Tromso I.L.: 3-2 en casa y 1-1 en la vuelta; pasando a la Fase de Grupos en donde quedan segundos tras el S.V. Werder Bremen y superan a C.D. Nacional de Madeira y F.K. Austria Wien,
con escándalo incluído en la vuelta por el pésimo comportamiento de los
aficionados del club vienés. En dieciseisavos son eliminados por el R.S.C. Anderlecht: 1-1 en casa y 4-0 en Bruselas. En la Copa sin embargo son apeados sorpresivamente en dieciseisavos por el Rayo Vallecano de Madrid: 2-0 en la capital y 2-2 en San Mamés.
En la temporada 10/11 mejoran su rendimiento en Liga y con la llegada
y confirmación de nuevos valores son sextos tras un torneo en el que
San Mamés es decisivo para sumar puntos y en donde a domicilio muestran
una imagen más combativa que en años precedentes, notándose la mano de
su técnico Caparrós quien imprime su impronta en el conjunto rojiblanco.
Es de destacar sobremanera su gran afición,
quien le sigue apoyando partido tras partido con sus camisas
rojiblancas desde el viejo Estadio de San Mamés y en cualquier rincón
del Estado.
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