Pareció no enterarse el Deportivo de la Coruña que el partido
empezaba a las 12 de la mañana y no a las 13:30. Se quedaron dormidos
los gallegos y para cuando quisieron reaccionar y llegaron a El Sadar,
ya fue demasiado tarde para remontar el partido.
Empezó el
partido mucho mejor el Osasuna, dominando más el balón y teniendo el
control del juego. Y en esa línea siguió casi todo el partido.
Pero
ese dominio no se tradujo en claras ocasiones de gol, si no todo lo
contrario. Fue un partido con muy pocas ocasiones, tan pocas, que el
Depor se fue sin un disparo a portería al descanso, mientras el Osasuna
se fue con un solo remate, el del gol.
Ambos equipos dejaron
claro desde muy pronto, porque se encontraban en las dos últimas
posiciones de la clasificación. Así, fuimos testigos de una cantidad de
errores tremenda, muchos fallos en las entregas de balón y demasiadas
imprecisiones.
Volcó sus ofensivas el conjunto rojillo por la
banda derecha, donde un inspirado Cejudo bailó a Silvio durante los 45
minutos. Fueron de las botas del cordobés de donde salieron las mejores
oportunidades para el equipo de Mendilibar. Sin embargo, el gol llegaría
por esa misma banda, pero sin su intervención. Una falta mal sacada del
Deportivo propició una contra certera de Osasuna, iniciada por Lolo y
culminada con un centro de Armenteros, que partió en fuera de juego,
para que Kike Sola de manera acrobática hiciera, con suspense, el primer
gol.
Apunto estuvo de hacer el segundo al filo del descanso el
propio Sola, pero salvó André Santos bajo palos, para evitar que su
equipo se fuera con un resultado más abultado al descanso.
El inicio de la segunda parte, no deparó un guión muy diferente, a pesar de ir el Depor por debajo en el marcador.
En
esta tesitura, aparecieron los más listos de la clase, Lolo y Nino,
para poner el segundo de Osasuna. Una falta al borde del área en la que
los rojillos no piden barrera, y haciendo el despistado, saca Lolo un
pase picado por encima de la defensa para un Nino que hacía como que con
él no iba la cosa, antes de fusilar a Aranzubía.
Jugada de
pillos de los pupilos de Mendilibar, que dejaron grogui al Deportivo
durante los minutos posteriores, en los que Osasuna se vendría arriba.
Hasta que a falta de 20 minutos para el final, al fin despertó el
conjunto gallego y se presentó en El Sadar para jugar.
Lo intentó
el Deportivo durante estos veinte minutos, y tuvo dos inmejorables
ocasiones para lograr el empate, en las botas de Nélson Oliveira. Dos
manos a mano tuvo el joven delantero portugués y ambos falló ante las
intervenciones de un gran Andrés. Imperdonable.
Ya en el
descuento y sin tiempo para más, Camuñas aprovechó un centro de Pizzi
por la izquierda, para poner el definitivo 2-1 en el marcador. El gol ya
no servía para remontar, pues no quedaba tiempo, pero sirve para
ganarle el goal average particular a Osasuna, que perdió 2-0 en Riazor.
El Deportivo, nuevo farolillo rojo de la clasificación.
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