Comenzaba el encuentro con claro dominio del cuadro local, que empezó con muchas ganas y generando ocasiones rápidas aunque no con mucho peligro. Sin duda, la presencia de Camacho en el medio campo subyacía en un claro dominio en todas las facetas del juego del equipo boquerón.
El Osasuna comenzaba a proximarse al área de Willy, pero sin inquietarlo en exceso. Poco a poco el Málaga se diluía mientras los rojillos ganaban protagonismo y gozaban de la posesión. Y es que el equipo local no existía más allá del medio campo. Si bien el Osasuna tenía el balón, el partido en sí mismo carecía de dueño y de ocasiones.
Y así, tras una gran internada de Antunes, el equipo blanquiazul conseguía un córner que a la postre significaba el primer gol del encuentro; Sergio sánchez cabezeaba sólo en el área pequeña adelantando así a la escuadra local. Tras el gol, el partido siguió como estaba antes, pero con un Málaga mucho más cómodo.
De nuevo, a la salida de un córner Sergio Sánchez provocaba una falta que Antunes convertía en una obra de arte, colocándola en la escuadra y poniendo el 2-0. indudablemente, el lateral luso se encuentra en un gran momento. Poco después terminaba la primera parte, con el partido casi sentenciado.
Comenzaba la segunda parte como finalizó la primera, con gol malagueño, esta vez obra de Juanmi tras una gran mano a mano. El Osasuna veía como no sólo se le iba el partido, sino también la eliminatoria. Tras esto, el Málaga se encontraba muy cómodo con un resultado tan amplio, asi que trató de dormir el partido y esperar descuidos para ampliar su renta.
El Osasuna lo intentaba sin acierto alguno, hasta que Roberto Torres cazaba un balón al borde del área, que con más intención de evitar una contra que de marcar, chutaba a puerta e inexplicablemente Caballero no llegaba al flojo remate. Osasuna despertaba y de que manera, ya que, tras una empanada monumental de la zaga local, los rojillos hacían su segundo gol merced al gol de Onwu, que remataba sólo un centro en el área pequeña.
Cuando más de cara se ponía el partido para Osasuna, llegaba la expulsión de Loe tras una acción donde Eliseu estuvo más rápido y provocó la segunda amarilla. De este modo, el Málaga recuperaba el control del partido, pero no se aprovechaba de su superioridad numérica. Osasuna notaba el cansancio, y así el equipo blanquiazul conseguía ahogar a los rojillos, pero sin causar demasiados estragos.
Sin embargo, era el equipo de Pamplona quién el ponía ganas, y en una contra Armenteros de segundas, empataba el partido, haciendo así estallar a la afición contra el técnico local. Para rematar una noche para olvidar, Camacho nublaba su gran partido autoexpulsándose tras dar una patada por detrás a un rival.
El Málaga se volcaba pero el cronómetro jugaba en su contra. Riesgo evitaba el tanto local en los instantes finales con una buena intervención, y de este modo, terminaba un encuentro que el Málaga no supo ganar. Fuente goal.com
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El Osasuna comenzaba a proximarse al área de Willy, pero sin inquietarlo en exceso. Poco a poco el Málaga se diluía mientras los rojillos ganaban protagonismo y gozaban de la posesión. Y es que el equipo local no existía más allá del medio campo. Si bien el Osasuna tenía el balón, el partido en sí mismo carecía de dueño y de ocasiones.
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Comenzaba la segunda parte como finalizó la primera, con gol malagueño, esta vez obra de Juanmi tras una gran mano a mano. El Osasuna veía como no sólo se le iba el partido, sino también la eliminatoria. Tras esto, el Málaga se encontraba muy cómodo con un resultado tan amplio, asi que trató de dormir el partido y esperar descuidos para ampliar su renta.
El Osasuna lo intentaba sin acierto alguno, hasta que Roberto Torres cazaba un balón al borde del área, que con más intención de evitar una contra que de marcar, chutaba a puerta e inexplicablemente Caballero no llegaba al flojo remate. Osasuna despertaba y de que manera, ya que, tras una empanada monumental de la zaga local, los rojillos hacían su segundo gol merced al gol de Onwu, que remataba sólo un centro en el área pequeña.
Cuando más de cara se ponía el partido para Osasuna, llegaba la expulsión de Loe tras una acción donde Eliseu estuvo más rápido y provocó la segunda amarilla. De este modo, el Málaga recuperaba el control del partido, pero no se aprovechaba de su superioridad numérica. Osasuna notaba el cansancio, y así el equipo blanquiazul conseguía ahogar a los rojillos, pero sin causar demasiados estragos.
Sin embargo, era el equipo de Pamplona quién el ponía ganas, y en una contra Armenteros de segundas, empataba el partido, haciendo así estallar a la afición contra el técnico local. Para rematar una noche para olvidar, Camacho nublaba su gran partido autoexpulsándose tras dar una patada por detrás a un rival.
El Málaga se volcaba pero el cronómetro jugaba en su contra. Riesgo evitaba el tanto local en los instantes finales con una buena intervención, y de este modo, terminaba un encuentro que el Málaga no supo ganar. Fuente goal.com
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