Después del parón por los compromisos internacionales, la Liga
retoma el pulso. Y en el caso del Real Madrid, el debut en casa en la
presente competición será ante el Getafe, un rival ante el que
precisamente alicientes no faltan. Y es que los derbis con el equipo azulón siempre han dado que hablar.
Ahí está la victoria local en el Coliseo Alfonso Pérez en la primera
temporada del Getafe en la Primera División, el gol de Parejo con
Casillas en el suelo, el 2-4 de hace dos temporadas con cuatro goles
merengues en la primera media hora, la manida pelea entre Pepe, Casquero
y Albín, el gol de Uche con medio equipo merengue celebrando un gol
anulado a Robben en la única victoria azulona en el Bernabéu (0-1),
etcétera, etcétera.
Por no hablar del morbo intrínseco que atesora este partido, dados los múltiples traspasos de jugadores y entrenadores que se dan regularmente entre ambas entidades
-este año es la perla Sarabia la que más focos atrae-. O por el simple
hecho de que comparten región y que el presidente del Getafe es a su
vez socio reconocido del Real Madrid. Detalles que, per sé, hacen del
derbi un encuentro un poco más especial que cualquier otro partido de
Liga.
Y a todos éstos, en la presente temporada hay que añadir todavía
algunas circunstancias más que sirven para aderezar el encuentro del
Santiago Bernabéu. Como que en los últimos quince años, el cuadro
blanco sólo ha perdido en una ocasión cuando se estrenaba como local en
la competición. O también por ejemplo que está en juego el liderato de la Liga.
Teniendo en cuenta que sólo se ha disputado una jornada del
campeonato, este último podría suponer un dato completamente banal. Sin
embargo, dado el duopolio que se viene sucediendo en las últimas
temporadas, parece cada vez más claro que cualquier punto perdido puede
suponer un título sin ir más lejos, y que la guerra psicológica entre
Madrid y Barcelona por ocupar cuanto antes los puestos de arriba puede
suponer al final un punto a favor, si no corpóreo en la clasificación,
al menos sí moral.
Eso sí, para intentar repetir la gesta del año 2008, el Getafe no
tiene todos los puntos posibles a su favor, valga la redundancia. Y es
que, como dice un Luis García que el año pasado ya encajó ocho en el
Bernabéu con el Levante, los azulones llegan “un poco justos” al derbi,
pues son nada menos que ocho bajas las que acumula el equipo del sur
de Madrid. Ausencias importantes en ataque como las de Pedro León por contrato, o Diego Castro y Gavilán por lesión,
pero que son aún más notables en la zaga: Mané, Lopo y Rafa. Restando
así únicamente cuatro defensas sanos para detener a los Ronaldo, Di
María, Benzema, Ozil y compañía.
Porque si bien el Getafe arrastra numerosas ausencias, en el Real
Madrid José Mourinho tiene todo su arsenal disponible a excepción de
los ya sabidos Khedira, Sahin y Altintop. Y no sólo eso, sino que
llegan en un estado de gracia inusual para ser septiembre. Ya lo
demostraron en
La Romareda endosándole un set al Zaragoza, pero es que con sus respectivas selecciones, los internacionales madridistas también han dejado mucha huella en la presente semana. Así
pues, como no podía ser de otra manera, el Santiago Bernabéu abrirá
las puertas de par en par este sábado (20:00) para que pase el Getafe,
deseoso de que el Real Madrid siga con este paso tan firme que ha
exhibido en agosto.
Parece que el Getafe poco puede hacer en el Bernabeu solo no salir goleado.
retoma el pulso. Y en el caso del Real Madrid, el debut en casa en la
presente competición será ante el Getafe, un rival ante el que
precisamente alicientes no faltan. Y es que los derbis con el equipo azulón siempre han dado que hablar.
Ahí está la victoria local en el Coliseo Alfonso Pérez en la primera
temporada del Getafe en la Primera División, el gol de Parejo con
Casillas en el suelo, el 2-4 de hace dos temporadas con cuatro goles
merengues en la primera media hora, la manida pelea entre Pepe, Casquero
y Albín, el gol de Uche con medio equipo merengue celebrando un gol
anulado a Robben en la única victoria azulona en el Bernabéu (0-1),
etcétera, etcétera.
Por no hablar del morbo intrínseco que atesora este partido, dados los múltiples traspasos de jugadores y entrenadores que se dan regularmente entre ambas entidades
-este año es la perla Sarabia la que más focos atrae-. O por el simple
hecho de que comparten región y que el presidente del Getafe es a su
vez socio reconocido del Real Madrid. Detalles que, per sé, hacen del
derbi un encuentro un poco más especial que cualquier otro partido de
Liga.
Y a todos éstos, en la presente temporada hay que añadir todavía
algunas circunstancias más que sirven para aderezar el encuentro del
Santiago Bernabéu. Como que en los últimos quince años, el cuadro
blanco sólo ha perdido en una ocasión cuando se estrenaba como local en
la competición. O también por ejemplo que está en juego el liderato de la Liga.
Teniendo en cuenta que sólo se ha disputado una jornada del
campeonato, este último podría suponer un dato completamente banal. Sin
embargo, dado el duopolio que se viene sucediendo en las últimas
temporadas, parece cada vez más claro que cualquier punto perdido puede
suponer un título sin ir más lejos, y que la guerra psicológica entre
Madrid y Barcelona por ocupar cuanto antes los puestos de arriba puede
suponer al final un punto a favor, si no corpóreo en la clasificación,
al menos sí moral.
Eso sí, para intentar repetir la gesta del año 2008, el Getafe no
tiene todos los puntos posibles a su favor, valga la redundancia. Y es
que, como dice un Luis García que el año pasado ya encajó ocho en el
Bernabéu con el Levante, los azulones llegan “un poco justos” al derbi,
pues son nada menos que ocho bajas las que acumula el equipo del sur
de Madrid. Ausencias importantes en ataque como las de Pedro León por contrato, o Diego Castro y Gavilán por lesión,
pero que son aún más notables en la zaga: Mané, Lopo y Rafa. Restando
así únicamente cuatro defensas sanos para detener a los Ronaldo, Di
María, Benzema, Ozil y compañía.
Porque si bien el Getafe arrastra numerosas ausencias, en el Real
Madrid José Mourinho tiene todo su arsenal disponible a excepción de
los ya sabidos Khedira, Sahin y Altintop. Y no sólo eso, sino que
llegan en un estado de gracia inusual para ser septiembre. Ya lo
demostraron en
La Romareda endosándole un set al Zaragoza, pero es que con sus respectivas selecciones, los internacionales madridistas también han dejado mucha huella en la presente semana. Así
pues, como no podía ser de otra manera, el Santiago Bernabéu abrirá
las puertas de par en par este sábado (20:00) para que pase el Getafe,
deseoso de que el Real Madrid siga con este paso tan firme que ha
exhibido en agosto.
Parece que el Getafe poco puede hacer en el Bernabeu solo no salir goleado.