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Nunca se ha remontado un 4-0 en competición europea, pero la palabras 'nunca' e 'imposible' deberán quedar borradas este miércoles del diccionaro de cualquier aficionado del fútbol que se diga culé. El Barcelona intentará ser el primer equipo en la historia del viejo continente en lograr lo que nadie ha logrado. Tras el 4-0 encajado dolorosamente en el Allianz Arena, el Barça deberá superar el trago amargo y redoblar esfuerzos, para buscar al menos la prórroga y mantener vivo el sueño rumbo a Wembley.
No es la primera vez que los blaugranas reciben tal castigo en Europa: lo sufrieron ante el Dinamo Kiev en la fase de grupos de la temporada 1997-98 y también fueron derrotados en la final del curso 1993-94 por el Milan. El Bayern de Múnich quiere ser el tercer equipo en aplicar tal correctivo al conjunto catalán y comenzar a imponer su hegemonía en el viejo continente. Un nefaste juego hicieron los de Tito Vilanova en Múnich, pero intentarán lavar esa mala imagen y borrar lo hecho por Müller, Robben y Gómez.
Los azulgranas reciben a los de Jupp Heynckes tras dos partidos sin conocer la victoria, el primero de ellos su encuentro con los teutones y después con el Athletic de Bilbao en la Liga, donde terminaron con un empate (2-2). La estadística nos dice, que cuando los blaugranas llegan así, sorprenden y hacen maravillas, pero en el fútbol nada está escrito. Los alemanes llegan intratables... y frescos. El técnico ganó el sábado al Friburgo por la mínima, reservando a 10 de los 11 jugadores que se enfrentaron al Barcelona en Múnich la pasada semana, esto significa que el técnico alemán sabe de la dificultad del choque con los culés, les tiene respeto y no se ve aún en la final a pesar de su amplia ventaja.
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