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El equipo de David Moyes llegaba golpeado al inicio de la temporada 2013/2014 de la liga inglesa. Producto de su bajo nivel en los amistosos del receso y de los magros resultados conseguidos, pese a ser el campeón defensor y de estar siempre en los primeros planos, muchos dudaban a la hora de darlo como candidato a retener el título.
Esas dudas fueron despejadas este sábado por el propio Manchester United. Con un contundente 4-1 sobre Swansea City, en condición de visitante, los Red Devils demostraron que están más vivos que nunca y que darán pelea para volver a alzar la copa al final del certamen.
El encuentro, de todas formas, comenzó complicado para el visitante, que se vio dominado por el elenco galés que mantenía la posesión pero no era punzante en ataque. Pero a los 34, Robin Van Persie frotó la lámpara y tras parar un balón con el pecho lo enganchó de volea y le dio la ventaja a su equipo.
La diferencia se ampliaría dos minutos más tarde, con una buena jugada colectiva de la que participaron el propio Van Persie, Antonio Valencia y terminó definiendo Danny Welbeck para establecer una diferencia que hasta ese momento parecía demasiado premio para el United.
Sin embargo, en el complemento el resultado se justificó y el goleador holandés, que relegó a Wayne Rooney, demostró por qué el entrenador sigue confiando en sus condiciones, mediante otro golazo luego de una buena maniobra individual en terreno contrario.
Los dueños de casa alcanzaron el descuento gracias a Wilfried Bony, aunque les serviría de poco, porque en tiempo de descuento Welbeck también anotaría su segundo tanto, con una exquisita definición por encima de Michel Vorm.
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Sin embargo, en el complemento el resultado se justificó y el goleador holandés, que relegó a Wayne Rooney, demostró por qué el entrenador sigue confiando en sus condiciones, mediante otro golazo luego de una buena maniobra individual en terreno contrario.
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