Los Angeles Lakers - Oklahoma City Thunder
103 -
Los Angeles Lakers (24+30+28+21): Marshall (14), Blake (13), Johnson (19), Williams (15), Kaman (19) -cinco inicial-, Kelly (7), Hill (10) y Sacre (6).
107 -
Oklahoma City Thunder (17+28+27+35): Jackson (16), Sefolosha (7), Durant (43), Ibaka (10), Perkins (4) -cinco inicial-, Lamb (11), Fisher (12), Roberson (4), Collison (-), Jones (-) y Adams (-).
Los 43 puntos de Kevin Durant dejaron en agua de borrajas el esfuerzo de los Lakers, que llegaron a disfrutar de 15 tantos de ventaja pero acabaron encajando su séptima derrota seguida como locales (103-107), la peor racha de la franquicia desde su traslado a Los Ángeles en 1960.
Durant (14/33 en el tiro, 3/13 en triples) añadió 12 rebotes y 7 asistencias, mientas que Serge Ibaka firmó 10 puntos, 7 rebotes y 5 tapones. Por los Lakers destacaron Chris Kaman con 19 tantos y 10 rebotes y Wesley Johnson con otros 19 tantos. Los Lakers han perdido 22 de sus últimos 27 partidos y están empatados con Sacramento en la última plaza del Oeste.
Las bajas de los locales hoy fueron casi medio equipo: Steve Nash, Kobe Bryant, Pau Gasol, Jordan Farmar, Nick Young, Jodie Meeks y Xavier Henry. El conjunto de Mike D'Antoni sorprendió con su buen hacer en el día menos esperado. Los de púrpura y oro arrancaron con un parcial de 9-2 que llevó la firma de Kendall Marshall, ya sea a través de sus puntos o sus asistencias, y mantuvieron el tipo (22-13) con un buen juego en equipo y una defensa por encima de lo acostumbrado.
Los Thunder tampoco habían mostrado su mejor versión hasta entonces, y a pesar del desafortunado inicio de Ibaka de cara al aro (1/5), Durant se las apañó para tirar del carro y dejar el marcador en 24-17 al término del primer cuarto. Oklahoma cerró ese periodo con un porcentaje de acierto del 29,2 por ciento (7/24 en tiros).
La entrada en pista de Derek Fisher, motivado frente a sus excompañeros, tampoco ayudó a revitalizar el juego de perímetro de los de Scott Brooks, que siguieron cayendo en picado (37-25) devorados por la inspiración ofensiva de su rival y su capacidad para frenar los contraataques de Oklahoma.
Incluso cuando los Thunder apretaron las clavijas en defensa, imprimieron una marcha más a su juego y empezaron a pasar factura a los californianos por sus pérdidas de balón (44-39), jugadores como Shawne Williams (3/3 en triples) y Steve Blake daban un paso al frente.
Al descanso se llegó con 54-45 para los Lakers y una sensación pocas veces vivida en el Staples Center esta temporada.
Esa felicidad se alargó durante el tercer cuarto, cuando la renta llegó a ser de 15 puntos (82-67) en plena debacle de un precipitado y frustrado Durant, negado desde la larga distancia (0/8) e impreciso en la distribución del balón -terminó con 6 pérdidas-.
A pesar de ello, la estrella de los Thunder no arrojó la toalla, se echó el equipo a sus espaldas e iluminó el camino hacia la remontada aprovechando el bajón de concentración en los locales.
Un parcial de 5-17, culminado con un triple de Fisher y un costa a costa de Durant, dio a los Thunder su primera ventaja del partido (87-89) con seis minutos por jugar.
Un fastuoso dos más uno de Blake era la viva imagen de cómo los locales se dejaban la piel por arrancar la victoria (95-94), pero Durant era sencillamente imposible de parar, ya que con su tercer triple de la velada superó la barrera de los 40 puntos.
Con todo, Kaman tuvo en sus manos empatar el partido, pero erró un tiro libre con 102-103 en el marcador y, a continuación Fisher no perdonó desde la personal.
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