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El Olympiakos dependía de sí mismo para clasificarse para octavos de final de la Liga de Campeones. Sin su gran estrella, Kostas Mitroglou, Míchel apostó por Javier Saviola, y el resultado fue excelente.
A pesar de un buen arranque, el partido entró en una dinámica lenta. Saviola avisó en el minuto 33 con un disparo desviado tras asistencia de Fuster. En la segunda que tuvo, el argentino no falló en una posición muy similar. El gol contagió de miedo a los locales, que frenaron y lo pagaron. El Anderlecht aprovechó un contragolpe, y Kljestan logró el empate en el minuto 39.
Las cosas parecían sonreir de nuevo a los griegos. Kouyate desvió un diparo a puerta con la mano y vio la segunda amarilla en el minuto 48. Saviola cogió el balón pero Proto paró el penalti. Pero el argentino quería ser el héroe y poco después lograba el 2-1 en una jugada embarullada. Poco después, Proto volvió a parar otro penalti, esta vez al experico Weiss.
El Benfica remontó y el miedo rondó Atenas. El Anderlecht se quedó con nueve pero el resultado era demasiado ajustado. No fue hasta el 94, con el tercer penalti de la noche, que supuso además la expulsión de Proto, que el éxtasis invadió a los locales. Domínguez marcó el 3-1 y selló el pase a octavos. Fuente goal.com
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A pesar de un buen arranque, el partido entró en una dinámica lenta. Saviola avisó en el minuto 33 con un disparo desviado tras asistencia de Fuster. En la segunda que tuvo, el argentino no falló en una posición muy similar. El gol contagió de miedo a los locales, que frenaron y lo pagaron. El Anderlecht aprovechó un contragolpe, y Kljestan logró el empate en el minuto 39.
Las cosas parecían sonreir de nuevo a los griegos. Kouyate desvió un diparo a puerta con la mano y vio la segunda amarilla en el minuto 48. Saviola cogió el balón pero Proto paró el penalti. Pero el argentino quería ser el héroe y poco después lograba el 2-1 en una jugada embarullada. Poco después, Proto volvió a parar otro penalti, esta vez al experico Weiss.
El Benfica remontó y el miedo rondó Atenas. El Anderlecht se quedó con nueve pero el resultado era demasiado ajustado. No fue hasta el 94, con el tercer penalti de la noche, que supuso además la expulsión de Proto, que el éxtasis invadió a los locales. Domínguez marcó el 3-1 y selló el pase a octavos. Fuente goal.com
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