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No se esperaban en Anfield un Aston Villa tan batallador. No solo llegó a contar con una ventaja de 0-2, sino que se mostró en todo momento peleón y veloz en el ataque, produciendo ocasiones como el poste de Clarck en el minuto 23 o la tempranera ocasión de Agbonlahor en el minuto 3, tras ganar Benteke en el aire a Toure y lanzarle un pase de gol al inglés de origen nigeriano.
Esos eran tan solo avisos, que pillaron desprevenido a un Liverpool que había demostrado su solidez en defensa habiendo encajado sólo seis goles en los últimos doce partidos de la Premier. Los avisos se convirtieron en goles.
El primer tanto lo marcó Weinmann en el minuto 24 tras un cotraataque rápido, iniciado por Delph, pasó a Benteke, éste realizó un pase largo a Agbonlahor, que regatea y el austriaco Andreas Weinmann no tiene más que rematar.
Mientras, se sucedían los ataques rápidos por parte de ambos equipos, interviniendo el guardameta visitante Guzan básicamente en dos ocasiones: salvó una ocasión de Sterling y, ya en el minuto 40, la ocasión más clara, malograda por Cissokho enviando al tercer anfiteatro un balón que había trabajado muy bien el goleador Suárez.
Pero antes de esta ocasión el Aston Villa redodobló el marcador por medio de Benteke, que cabeceó a placer tras un ataque por la banda derecha de Agbonlahor. Hay que señalar que no fue la tarde del portero belga de los Reds, Mignolet.
Menos mal que los locales dieron esperanzas a sus seguidores convirtiendo un gol de esos llamados psicológicos en el minuto 46, por mediación de un Sturridge que estuvo atento a los fallos de la defensa del Villa.
Las esperanzas bien fundadas de victoria por parte del equipo de Birmingham se fueron diluyendo cuando nada más comenzar la segunda parte su portero Guzan cometió penalty sobre el delantero uruguayo Suárez, penalty que transformaría Steve Gerrard. Era sólo el minuto 52. A partir de entonces el partido seguiría cumpliendo su característica principal: la velocidad en los contraaques de ambos equipos. Los porteros tuvieron que lucirse, sobre todo desde que Suárez enseñó un poco su garra y el delantero Grant Holt, recién fichado por el Aston Villa, realizaba su debut en este equipo, convirtiéndose él y Benteke en los causantes de problemas de la defensa del Liverpool.
Con el segundo gol local recién marcado Anfield dio un giro de 180º, de tal manera que los “Olés” de los supporters del Villa se transformaron en cánticos de los seguidores locales. En esta segunda parte se vio más combativo al Liverpool, pero el Aston Villa nunca llegó a renunciar a llevarse los tres puntos a Birmingham.Fuente goal.com
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Pero antes de esta ocasión el Aston Villa redodobló el marcador por medio de Benteke, que cabeceó a placer tras un ataque por la banda derecha de Agbonlahor. Hay que señalar que no fue la tarde del portero belga de los Reds, Mignolet.
Menos mal que los locales dieron esperanzas a sus seguidores convirtiendo un gol de esos llamados psicológicos en el minuto 46, por mediación de un Sturridge que estuvo atento a los fallos de la defensa del Villa.
Las esperanzas bien fundadas de victoria por parte del equipo de Birmingham se fueron diluyendo cuando nada más comenzar la segunda parte su portero Guzan cometió penalty sobre el delantero uruguayo Suárez, penalty que transformaría Steve Gerrard. Era sólo el minuto 52. A partir de entonces el partido seguiría cumpliendo su característica principal: la velocidad en los contraaques de ambos equipos. Los porteros tuvieron que lucirse, sobre todo desde que Suárez enseñó un poco su garra y el delantero Grant Holt, recién fichado por el Aston Villa, realizaba su debut en este equipo, convirtiéndose él y Benteke en los causantes de problemas de la defensa del Liverpool.
Con el segundo gol local recién marcado Anfield dio un giro de 180º, de tal manera que los “Olés” de los supporters del Villa se transformaron en cánticos de los seguidores locales. En esta segunda parte se vio más combativo al Liverpool, pero el Aston Villa nunca llegó a renunciar a llevarse los tres puntos a Birmingham.Fuente goal.com
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