El Manchester City se tomó la revancha de la derrota sufrida en la Premier League (0-1) ante el Chelsea en la FA Cup, venciendo de forma muy cómoda a los londinenses gracias a los goles de Stevan Jovetic y Samir Nasri.
Comenzó muy trabado el partido. José Mourinho apostó por un rombo en la medular formado por Matic, Mikel, Ramires y Willian que parecía que podrían tapar las acometidas de los jugadores citizens. Parecía. Nada más lejos de la realidad. Yaya Touré se adueñó del centro del campo junto a Javi García. El africano fue el mejor del City y pronto avisó con un disparo lejano que no acertó a atajar Cech y Jovetic mandó al larguero. Fue la antesala del gol del montenegrino. Esta vez sí, el delantero supo culminar una gran jugada de combinación de los locales y nada pudo hacer el guardameta ante su disparo.
El encuentro se ponía cuesta arriba para los pupilos de José Mourinho, que veían como su única esperanza era darle balones a Eden Hazard y que inventara algo. El belga fue el mejor, por decir algo, del Chelsea. El llanero solitario. La primera parte acabó sin noticias ni de Eto'o, ni de Ramires, ni de Mikel...
La segunda mitad fue más de lo mismo. Mourinho ponía en juego a Salah sacrificando a Eto'o, buscando quizás a un revulsivo que despertara a los suyos. Tampoco. El recien llegado más que aportar restó al Chelsea, apenas tocó un balón en todo lo que estuvo sobre el césped. Otro de los que ni la olió fue Fernando Torres, que también salió en la segunda mitad.
El que sí acertó con los cambios fue el ingeniero chileno. Pellegrini puso en juego a Samir Nasri, que regresaba tras lesión y en apenas el tercer balón que tocaba, combinó con David Silva y logró el gol de la sentencia para alegría de los fans congregados en el Etihad. La locura llegaba a la grada mientras José Mourinho miraba atónito lo que estaba sucediendo en el campo.
Minuto 80. César Azpilicueta dispara desde 40 metros y la pelota se va a las nubes. Esa fue la ocasión más peligrosa de la que gozó el conjunto londinense en todo el partido. La tela de araña tejida por los citizens fue infranqueable para los Blues, que cayó eliminado de la FA Cup sin pena ni gloria en el Etihad.Fuente goal.com
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Comenzó muy trabado el partido. José Mourinho apostó por un rombo en la medular formado por Matic, Mikel, Ramires y Willian que parecía que podrían tapar las acometidas de los jugadores citizens. Parecía. Nada más lejos de la realidad. Yaya Touré se adueñó del centro del campo junto a Javi García. El africano fue el mejor del City y pronto avisó con un disparo lejano que no acertó a atajar Cech y Jovetic mandó al larguero. Fue la antesala del gol del montenegrino. Esta vez sí, el delantero supo culminar una gran jugada de combinación de los locales y nada pudo hacer el guardameta ante su disparo.
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La segunda mitad fue más de lo mismo. Mourinho ponía en juego a Salah sacrificando a Eto'o, buscando quizás a un revulsivo que despertara a los suyos. Tampoco. El recien llegado más que aportar restó al Chelsea, apenas tocó un balón en todo lo que estuvo sobre el césped. Otro de los que ni la olió fue Fernando Torres, que también salió en la segunda mitad.
El que sí acertó con los cambios fue el ingeniero chileno. Pellegrini puso en juego a Samir Nasri, que regresaba tras lesión y en apenas el tercer balón que tocaba, combinó con David Silva y logró el gol de la sentencia para alegría de los fans congregados en el Etihad. La locura llegaba a la grada mientras José Mourinho miraba atónito lo que estaba sucediendo en el campo.
Minuto 80. César Azpilicueta dispara desde 40 metros y la pelota se va a las nubes. Esa fue la ocasión más peligrosa de la que gozó el conjunto londinense en todo el partido. La tela de araña tejida por los citizens fue infranqueable para los Blues, que cayó eliminado de la FA Cup sin pena ni gloria en el Etihad.Fuente goal.com
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