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El PSG ha superado los mejores pronósticos previos a esta eliminatoria con la exhibición que ha mostrado en el estadio BayArena de Leverkusen. Ni en sus mejores sueños aspiraban a dejar prácticamente sentenciada la eliminatoria cuando sólo pasaba un cuarto de la misma (0-3 en el descanso de la ida). Bien es cierto que las trayectorias recientes de ambos equipos hacían ver el vaso más lleno para los franceses, pero la demostración de control absoluto del partido no se la esperaba ni Laurent Blanc. Seguro que el que no se lo esperaba era Sami Hyppiä
El PSG no tuvo ni que esforzarse el equipo visitante. Tuvo la suerte, eso sí, de encarrilar el encuentro con un tempranero gol de Matuidi cuando en el minuto 2 el francés robó elbalón en el centro del campo, lo cedió a Verratti y éste realizó un pase en profundidad al propio Matuidi que finalizó la jugada alojando el balón en la portería de Leno. A partir de entonces asistimos a una auténtica exhibición del Paris Saint-Germain, que dominaba en posesión de balón, marcajes y todos los aspectos posibles.
El juego francés pasaba invariablemente por Verratti mientras que se veía a Ibrahimovic con muchas ganas de convertirse en el goleador del encuentro. Y lo consiguió primero con el regalito de un penalty cometido por Spahic a Lavezzi que convirtió el sueco y posteriormente con un señor golazo de su propia cosecha. Corría el minuto 41 cuando Ibra se aprovechó de un aturullado ataque en el que había demasiados hombres en el área. Él estaba esperando justo al borde y consiguió enlazar el balón con un disparo fuerte ante el que el guardameta del conjunto alemán nada podía hacer.
No es que el Leverkusen no intentara el ataque en ningún momento, pero se vio en el peor sitio en el peor momento posible: enfrentarse a este PSG. Ni siquiera faltando poquísimos minutos para el descanso y con una ventaja amplia renunció al ataque el Paris Saint-Germain.
Ni el Bayer Leverkusen ni Hyppiä se resignaron ante tan negativo resultado, de tal manera que salieron tras el descanso con cambios en el once y con ganas de mandar en el partido, pero enfrente se encontró con un PSG en estado de gracia. Para más inri su defensa Spahic realizó una entrada fea por la que recibió la segunda amarilla. Los alemanes tenían que luchar con uno menos y en unas circunstancias del todo adversas. Todavía tendría el Leverkusen suerte al serle anulado al PSG un gol de Matuidi que no era en fuera de juego, como señalaría el colegiado.
La segunda parte tuvo mucho menos historia que la primera, sumando a la ausencia de goles el que el partido entrara en alguna racha de entradas, tarjetas y juego sucio que desmereció en algo el espectáculo que se estaba viendo. Sin embargo, aún hundirían el PSG más a los alemanes al marcar en el minuto 88 Cabaye un tanto mediante una perfecta jugada trenzada con centro de Maxwell y remate de Cabaye al borde del área grande, gol que ya deja la clasificación de los franceses más que finiquitada.Fuente goal.com
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