ENDESA: Valencia Basket vs. FC Barcelona

El corazón de campeón sigue latiendo en el cuerpo de un equipo que se resiste a morir. El Barça de Xavi Pascual logró un triunfo histórico en la Fuente de San Luis (75-77) que le sirvió para clasificarse para la final de la Liga Endesa.
Le espera el Real Madrid a partir del jueves. Al final fueron cinco victorias visitantes en un 'playoff' que se recordará mucho tiempo. La última la diseñó Marcelinho Huertas con una canasta sobre la bocina, justo premio al extraordinario rendimiento del base brasileño: 40 minutos, 22 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias y 31 de valoración. Tomic contribuyó con 20+8 para mandar al Barça a otro Clásico con un título en juego.
El Valencia cerró su temporada inolvidable de una manera cruel. Las faltas de Doellman, 18 puntos, le costaron muy caro tras un segundo tiempo en el que le faltó energía.
La tensión propia de un partido que parecía una final no arruinó la puntería en el inicio del encuentro. Marcelinho aportaba los siete primeros puntos del Barça y los bases del Valencia, Lafayette y Van Rossom, los siete de su equipo.
La historía se escribía por allí, en esa zona donde el Barça genera mucho desequilibrio para crecer desde el 'pick&roll'. Quizá abuse demasiado, pero lo hace tan bien... Doellman apareció para confirmar que la debilidad azulgrana anda justo en el hombre que le debe defender. El ala-pívot (tan estético que es una delicia verle lanzar) anotó seis puntos, pero el primer cuarto invitaba a otro encuentro parejo, sin grandes errores, con mucha tensión.

Pascual había sorprendido con Oleson y Navarro en su quinteto. Perasovic respondía con sus dos bases. Cuando los cincos iniciales se estabilizaron, el Valencia dio sus primeros estirones. Tomic seguía atenazado ante dos opciones: la posbilidad de fallar o la de asomarse a la línea del tiro libre.
Tres mates suyos, cuando el Barça decidió explotar la veta que tenía en el juego interior, mantuvieron en el encuentro a su equipo. Sato había visto una antideportiva por un codazo a Papanikolaou. Aquello, paradójicamente, desestabilizó al alero griego. Primero hizo pasos en una jugada en la que partía con mucha ventaja y después cometió falta y antideportiva a Sato.
El Valencia tomaba 11 puntos de renta (41-30 tras un 7-0 de parcial) y llegaba al descanso con un buen colchón (43-34).
El Barça sacó su gen de campeón en el tercer cuarto, justo cuando más acorralado estaba. Empezó a alimentar constantemente a los pívots, Tomic y Lorbek, y después apareció Navarro para anotar un canastón que terminó de levantar a su equipo.
Marcelinho seguía jugando todo el encuentro, dando un master de compromiso, y de acierto. El Valencia se fue encallando. Muy mal lo tuvo que ver Perasovic para llamar a Doellman, que tenía tres faltas. Fue un error. Porque Justin vio la cuarta antes de que acabara el tercer cuarto. El Barça había logrado cambiar la dinámica, remontar nueve puntos y ponerse por delante (57-61).
El Valencia se había diluido. El Barça llevó la iniciativa durante todo el último cuarto gracias a Tomic, que no encontraba apenas oposición, y Marcelinho, infatigable. Sato sostenía al equipo de Perasovic, que se quedaba sin argumentos.
Por eso volvió Doellman. El Valencia, ante todo, nunca se rindió. Fue respondiendo con un par de triples (Sato y Van Rossom) a una ventaja que parecía decisiva del Barça. Sato, tras dos rebotes ofensivos, igualaba el choque a falta de seis segundos para el final. En el partido de Marcelinho, fue el base brasileño el que encargó que le hicieran un monumento. Decidió sobre la bocina tras 40 minutos en cancha. Un canastón que mete al Barça en su octava final ACB consecutiva. Fuente marca.com

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