Los de Messina lograron una contundente victoria ante el Charleroi que les sirve para amarrar la segunda plaza del grupo B. Mirotic, con 19 puntos y Fischer, con 11 rebotes, los mejores.
El Real Madrid logró amarrar la segunda plaza del grupo B de la Euroliga tras derrotar con una extremada facilidad (94-45) al Charleroi belga en la Caja Mágica. La victoria del Olympiacos en Grecia ante el Lottomatica impidió poner la guinda a una noche brillante con el primer puesto del grupo. La jornada comenzó con los cuatro clasificados del grupo decididos, pero la duda residía en la posición definitiva de cada uno al término del recorrido. No era lo mismo acceder al sorteo del martes 4 de enero como primero y cabeza de serie que como cuarto. Messina contó con una baja importante, la de Felipe Reyes, con un esguince en el tobillo, pero que no reprimió al conjunto blanco para mostrar una buena imagen.
El quinteto inicial del Real Madrid, compuesto por Garbajosa, Sergio Rodríguez, Llull, Suárez y Fischer protagonizó un excelente comienzo de partido con un carrusel de canastas de todo tipo. Así, Giovanni Bazzi se vio obligado a pedir el primer tiempo muerto a los cuatro minutos de juego (15- para detener la avalancha blanca que, por aquel entonces, acumulaba un 100% de acierto en el porcentaje de tiro. La buena actuación en el rebote defensivo, la rapidez de las acciones ofensivas y un espléndido Fischer sacaron del partido al equipo belga, que abrió una autopista que los hombres de Messina se decidieron a aprovechar con acierto. Al termino del primer cuarto (29-16) ya se hizo evidente la superioridad del Madrid y las pocas dificultades que tendrían los merengues para ganar el envite. Fischer fue el hombre más destacado de los primeros diez minutos de partido con diez puntos y tres rebotes.
Las espectaculares estadísticas logradas por el Real Madrid en el primer cuarto no se vieron mermadas en absoluto en el segundo. Los de Messina se mantuvieron fuertes bajo el aro, tanto en defensa como en ataque, se mostraron realmente finos tanto en el tiro exterior como en el interior. Las facilidades otorgadas por el Charleroi provocó que la confianza de los madrileños fuera en aumento a medida que avanzaba el encuentro. Fue entonces cuando el técnico local se decidió a hacer alguna que otra prueba con rotaciones de jugadores y diferentes esquemas dentro de la cancha. En cada una de las jugadas del choque se hacía más complicado pensar qué llevo a los madridistas a caer derrotados en Bélgica ante un equipo que no presentó batalla alguna en la Caja Mágica. Se llegó al descanso (46-29) con los locales plenos de confianza y con un ritmo arrollador que servían como pruebas de que se estaba logrando el objetivo, el equipo estaba creciendo. Fischer continuaba siendo el mejor con diez puntos y cinco capturas bajo el aro.
El segundo tiempo comenzó con el partido totalmente decidido a favor de los hombres de Messina. La posibilidad de que el Charleroi se metiera de nuevo en la pomada era nula. Los jugadores de Messina estaban obligados a saber leer el partido y mantener el nivel mostrado hasta ese momento ante un rival cada vez más debilitado. Cada ataque blanco servía para poner en pie a los presentes en la Caja Mágica. En defensa, las recuperaciones de balón y los ya conocidos tapones de Fischer ayudaban a proporcionar algo de interés a un partido decantado desde antes del intermedio. Minuto a minuto el Madrid seguía engordando la diferencia en el electrónico y haciendo las delicias de sus seguidores. El buen funcionamiento de la base del equipo llevó a los locales a disfrutar de una ventaja de veintisiete puntos (68-41) al final del tercer cuarto. Sergio Rodríguez con doce puntos era el máximo anotador y Fischer seguía mandando en el rebote, con ocho capturas.
En el último asalto nada cambió y el Real Madrid pasó de hacerlo bien a hacerlo muy bien y muy bonito jugando a placer ante un rival rendido a la evidencia. La defensa en zona, un poco de presión y la conservación del porcentaje de acierto en el tiro lograron hacer el resto. El resultado final fue de 94-45 y los mejores fueron Nikola Mirotic con 19 puntos y Fischer con un total de once rebotes. La victoria del Olympiacos en Grecia ante la Lottomatica evitó que el conjunto madrileño pusiera la guinda a una noche brillante con el primer puesto del grupo. De este modo, el Madrid acudirá al sorteo del próximo cuatro de enero como segundo clasificado del grupo B de la fase de grupos de la Euroliga.