El jovencísimo jugador del Manchester City empezó a destacar antes de que llegaran los nuevos propietarios y los fichajes de relumbrón pero varias lesiones y la mala suerte se han cebado con él. Ahora el Wolverhamton quiere relanzarlo.
Al nombrar Johnson en el entorno del Manchester City, todos citarían a Adam y con razón. Pero antes de su llegada, antes de que recalaran los petro-dólares del jeque Mansour y antes de que las facilidades económicas situaran a los citizen en la cúspide de la Premier, la mayor promesa de su cantera y de su proyecto de futuro era Michael Johnson. Una serie de graves lesiones, la mala suerte y la llegada de cracks mundiales, frenó su desarrollo, el que ahora pretende relanzar con una cesión el Wolverhampton.
Johnson ha sido devastado por problemas de lesiones durante dos años, pero dio un paso significativo hacia una mejoría este martes, cuando jugó 45 minutos contra de Rochdale con el equipo reserva. El que fuera internacional Sub 19 y Sub 21 con Inglaterra, ha ido trabajando poco a poco para su recuperación y las últimas seis semanas ha ido entrenando con mayor potencia tras sufrir una lesión de ligamento cruzado que puso en peligro su carrera.
Johnson está dispuesto a probarse en el primer nivel de nuevo pero ante la dificultad de hacerse un hueco en la medular del City, con de Gareth Barry, Nigel De Jong y Yaya Touré, estña buscando una cesión y allí aparece el Wolverhampton, que se acordó de él esta semana.
Los Wolves pretenden mejorar sus prestaciones en la medular y quieren una cesión hasta final de campaña, aunque también se han sumado a la puja Leeds y Leicester, que desean la cesión para dar un paso firme de cara a sus opciones de ascenso.