Paul Annacone ejerce orgulloso de entrenador de Roger Federer, segunda raqueta del panorama internacional y vigente defensor del título en el Open de Australia. Para el técnico, la victoria la semana pasada en Doha de su pupilo es la manera ideal para el suizo de afrontar el primer Grand Slam de la temporada.
Annacone lleva trabajando con Federer desde el pasado mes de septiembre, si bien dice aún no creérselo del todo: "Cada vez que me despierto me tengo que pellizcar un poco. Considero que soy afortunado porque en mi carrera he trabajado con grandes tenistas como Pete Sampras (ocho años), Tim Henman (cuatro) y ahora con Roger Federer. Estoy disfrutando del paseo", señala el estadounidense a la páginas web del Open de Australia.
El californiano sabe que está trabajando con uno de los mejores jugadores de la historia, del que no pretende cambiar nada, sino ayudar a que no se estanque y siga evolucionando. "No pretendo que Roger juegue ahora con un revés a dos manos. Se trata de combinar la cabeza, el corazón y el talento de un jugador, de tratar siempre de mejorar. Si uno no mejora ya está empeorando porque el resto de jugadores son cada vez mejores. Roger quiere mejorar, y cuando vez eso en un jugador que lo ha ganado todo, es increíble", indica. Uno de sus toques, añade, es darle una mayor agresividad al juego del suizo: "Él ha estado enfocado en tratar de ser más agresivo y sacar más provecho a su juego de ataque. El juego hoy en día se ha convertido en unidimensional y los jugadores saben defenderse muy bien en la línea de fondo. Roger tiene a su favor que él puede hacer grandes cosas tanto a nivel técnico como estratégico, y mi misión pasa por gestionar las piezas de este complejo rompecabezas".
Federer concluyó el 2010 ganando la Copa Masters de Londres venciendo en la final a Nadal y comenzó el 2011 con un triunfo en Doha tras doblegar a Davydenko en la final. "Creo que está listo para jugar. No cambiaría mucho su forma de trabajar ya que su cuerpo y su mente se sienten bien. Ahora se trata de salir a la pista y hacer las cosas que sabe hacer. Annacone cree que su pupilo seguirá sumando Grand Slam a su haber, si bien no es capaz de decir qué cifra podrá alcanzar el suizo. "Es difícil estimar un número concreto. Él puede ganar todos los torneos que juega porque, aunque es probable que no lo haga, tiene calidad para ganar todos los partidos que juegue. Si se mantiene sano, feliz y con ganas, podría llegar a los 20 'grandes'. ¿Por qué no?", reflexiona.