Los Bobcats de Charlotte volvieron a ser los verdugos de los Lakers de Los Ángeles, a los que infligieron la peor derrota que han sufrido en lo que va de temporada al perder por 109-89. El peor traspiés sufrido hasta esta derrota por los Lakers fue el sufrido por 104-85 ante los Grizzlies de Memphis.
El alero Gerald Wallace con un doble-doble de 20 puntos y 11 rebotes fue el líder para los Bobcats, que siguieron imponiendo su dominio en los duelos contra los Lakers ante la desesperación y enfurecimiento del entrenador de los campeones de liga, Phil Jackson. Por el contrario, sentado en uno de los palcos, esta vez no quiso estar abajo, al lado del campo, el dueño de los Bobcats, el legendario Michael Jordan, disfrutaba de la victoria que su equipo lograba ante el que fue su entrenador en los Bulls de Chicago y con el que ganó seis títulos de liga.
Los Lakers, que llegaron al partido ya tocados después de sufrir el domingo la derrota por 89-75 ante los Magic de Orlando, salieron aún peor del Time Warner Cable Arena, de Charlotte, donde estuvieron perdidos a partir de la primera mitad. Se quedaron sin fuerzas, sin ideas y, lo que es peor, sin capacidad de reacción ante el enfurecimiento y "frustración" de Jackson, que agotó todos los tiempos muertos, menos uno, antes del cuarto periodo para intentar enderezar inútilmente la marcha del partido.
Así, los Bobcats lograron ganar a los Lakers por octava vez en los últimos 10 partidos disputados entre ambos y junto a los Celtics de Boston son los dos únicos equipos con los que los actuales campeones tienen marca perdedora. El entrenador interino Paul Silas presentó ante los Lakers un alineación de jugadores bajos, atléticos y muy rápidos con los que consiguió neutralizar el efecto destructivo del juego interior de los actuales campeones de liga.
El alero Gerald Wallace con un doble-doble de 20 puntos y 11 rebotes fue el líder para los Bobcats, que siguieron imponiendo su dominio en los duelos contra los Lakers ante la desesperación y enfurecimiento del entrenador de los campeones de liga, Phil Jackson. Por el contrario, sentado en uno de los palcos, esta vez no quiso estar abajo, al lado del campo, el dueño de los Bobcats, el legendario Michael Jordan, disfrutaba de la victoria que su equipo lograba ante el que fue su entrenador en los Bulls de Chicago y con el que ganó seis títulos de liga.
Los Lakers, que llegaron al partido ya tocados después de sufrir el domingo la derrota por 89-75 ante los Magic de Orlando, salieron aún peor del Time Warner Cable Arena, de Charlotte, donde estuvieron perdidos a partir de la primera mitad. Se quedaron sin fuerzas, sin ideas y, lo que es peor, sin capacidad de reacción ante el enfurecimiento y "frustración" de Jackson, que agotó todos los tiempos muertos, menos uno, antes del cuarto periodo para intentar enderezar inútilmente la marcha del partido.
Así, los Bobcats lograron ganar a los Lakers por octava vez en los últimos 10 partidos disputados entre ambos y junto a los Celtics de Boston son los dos únicos equipos con los que los actuales campeones tienen marca perdedora. El entrenador interino Paul Silas presentó ante los Lakers un alineación de jugadores bajos, atléticos y muy rápidos con los que consiguió neutralizar el efecto destructivo del juego interior de los actuales campeones de liga.