Un ataque contra el autobús que trasladaba a la selección nacional de fútbol de Togo para disputar en Angola la Copa de África de Naciones se saldó con la muerte del conductor y al menos nueve heridos, entre ellos dos de los futbolistas.
La guerrilla separatista del Frente para la Liberación del enclave de Cabinda (FLEC) se atribuyó el ataque con ametralladoras contra la delegación togolesa. "El conductor que transportaba a la selección de Togo fue asesinado en el lugar", dijo un portavoz del Ministerio de Deportes de Togo en Lomé.
El ataque ocurrió en el enclave angoleño de Cabinda, donde FLEC ha llevado lleva de tres décadas de enfrentamientos contra el gobierno, dijo el portavoz.
Además, resultaron heridas otras nueve personas, entre ellas dos jugadores. Algunos de los heridos tuvieron que ser evacuados para recibir tratamiento médico, agregó el portavoz, que no dio más detalles de su identidad o el alcance de sus lesiones.
Diversos medios de información revelaron, sin embargo, que el guardameta Kodjovi Obilale y el defensa Serge Akakpo estaban entre los heridos, el primero de ellos en estado grave. Obilale, de 25 años, juega en el GSI Pontivi francés, mientras que Akakpo, de 22 antes, milita en el equipo rumano FC Vaslui, adonde llegó procedente del Auxerre galo.
El ministro de Angola a cargo de los asuntos en Cabinda, Antonio Bento Bembe, calificó el ataque como "un acto de terrorismo". Cabinda es una región productora de petróleo que ha sido el blanco de los ataques del FLEC. El ataque tuvo lugar dos días antes del comienzo de la Copa de África de Naciones, aunque la Confederación Africana de Fútbol ha asegurado que el torneo seguirá adelante.
El delantero togolés Thomas Dossevi declaró a la edición digital del diario francés 'L'Equipe' que los jugadores están asustados y que ya no desean jugar el torneo. "No somos capaces de hacerlo. Mi primera inquietud está en la salud de los heridos, porque había una gran cantidad de sangre en el suelo. Por el momento no tenemos muchas noticias, sólo que han sido transportados a los hospitales", dijo Dossevi. "Nos dispararon a pesar de estar escoltados por dos autobuses de la policía", agregó.
El Manchester City informó en su página web de que su jugador Emmanuel Adebayor salió ileso del ataque. Sus directivos dijeron que hablaron con el jugador y que éste les confirmó que estaba bien, aunque conmocionado por la experiencia vivida.
Togo debería debutar en el torneo contra Ghana, ambos encuadrados en el Grupo B, el próximo lunes.
El conflicto
En 2006, un acuerdo de paz firmado entre el Gobierno de Angola y las guerrillas separatistas intentó poner fin al conflicto armado de la región petrolera de Cabinda, que comenzó en 1975 con la independencia del país.
Mientras que el Ejecutivo angoleño asegura que los enfrentamientos con el FLEC han cesado, la guerrilla ataca esporádicamente a las tropas gubernamentales y a trabajadores extranjeros de empresas petroleras.
La guerrilla ya amenazó con intensificar sus actividades armadas con motivo de la celebración en Angola de la Copa de África de Fútbol en 2010.
Pues es lamentable que pasen estas cosas en un torneo de fútbol organizado por la FIFA y que no vaya a suspenderlo. Esto demuestra que los señores de la FIFA están para ir a comer por hay y cuando se les necesita no hacen nada.
La guerrilla separatista del Frente para la Liberación del enclave de Cabinda (FLEC) se atribuyó el ataque con ametralladoras contra la delegación togolesa. "El conductor que transportaba a la selección de Togo fue asesinado en el lugar", dijo un portavoz del Ministerio de Deportes de Togo en Lomé.
El ataque ocurrió en el enclave angoleño de Cabinda, donde FLEC ha llevado lleva de tres décadas de enfrentamientos contra el gobierno, dijo el portavoz.
Además, resultaron heridas otras nueve personas, entre ellas dos jugadores. Algunos de los heridos tuvieron que ser evacuados para recibir tratamiento médico, agregó el portavoz, que no dio más detalles de su identidad o el alcance de sus lesiones.
Diversos medios de información revelaron, sin embargo, que el guardameta Kodjovi Obilale y el defensa Serge Akakpo estaban entre los heridos, el primero de ellos en estado grave. Obilale, de 25 años, juega en el GSI Pontivi francés, mientras que Akakpo, de 22 antes, milita en el equipo rumano FC Vaslui, adonde llegó procedente del Auxerre galo.
El ministro de Angola a cargo de los asuntos en Cabinda, Antonio Bento Bembe, calificó el ataque como "un acto de terrorismo". Cabinda es una región productora de petróleo que ha sido el blanco de los ataques del FLEC. El ataque tuvo lugar dos días antes del comienzo de la Copa de África de Naciones, aunque la Confederación Africana de Fútbol ha asegurado que el torneo seguirá adelante.
El delantero togolés Thomas Dossevi declaró a la edición digital del diario francés 'L'Equipe' que los jugadores están asustados y que ya no desean jugar el torneo. "No somos capaces de hacerlo. Mi primera inquietud está en la salud de los heridos, porque había una gran cantidad de sangre en el suelo. Por el momento no tenemos muchas noticias, sólo que han sido transportados a los hospitales", dijo Dossevi. "Nos dispararon a pesar de estar escoltados por dos autobuses de la policía", agregó.
El Manchester City informó en su página web de que su jugador Emmanuel Adebayor salió ileso del ataque. Sus directivos dijeron que hablaron con el jugador y que éste les confirmó que estaba bien, aunque conmocionado por la experiencia vivida.
Togo debería debutar en el torneo contra Ghana, ambos encuadrados en el Grupo B, el próximo lunes.
El conflicto
En 2006, un acuerdo de paz firmado entre el Gobierno de Angola y las guerrillas separatistas intentó poner fin al conflicto armado de la región petrolera de Cabinda, que comenzó en 1975 con la independencia del país.
Mientras que el Ejecutivo angoleño asegura que los enfrentamientos con el FLEC han cesado, la guerrilla ataca esporádicamente a las tropas gubernamentales y a trabajadores extranjeros de empresas petroleras.
La guerrilla ya amenazó con intensificar sus actividades armadas con motivo de la celebración en Angola de la Copa de África de Fútbol en 2010.
Pues es lamentable que pasen estas cosas en un torneo de fútbol organizado por la FIFA y que no vaya a suspenderlo. Esto demuestra que los señores de la FIFA están para ir a comer por hay y cuando se les necesita no hacen nada.