Rafael Nadal disputará su séptima final consecutiva en Montecarlo, donde acumula seis títulos y es el vigente campeón, tras ganar en semifinales a Andy Murray en un durísimo partido. El número 1 del ranking se medirá a David Ferrer, que se deshizo anteriormente de Jürgen Melzer.
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Así vivimos la semifinal entre Rafa Nadal y Andy Murray
Rafa Nadal, primer cabeza de serie del torneo y vigente defensor del título, se impuso al británico Andy Murray, tercer favorito, por un marcador global de 6-4, 2-6 y 6-1 tras dos horas y cincuenta y nueve minutos de juego en el choque que cerró la jornada en la Pista Central del Montecarlo Country Club. El partido comenzó con media hora de demora pues hasta el último momento Murray dudó si saltar a la pista por unos problemas en su codo derecha que le habían impedido incluso calentar en al previa. El primer set duró una hora y diez minutos de juego y, aunque acabó en nómina del español, fue el más exigente de toda la semana para él. Murray se mostró seguro y confiado en sus posibilidades ante el 'rey de la tierra batida', logrando un break en el juego inicial e igualando el tanteo en el ecuador del set (4-4) cuando se había puesto 4-1 abajo. La derecha le corrió mucho al escocés, que sacó a la perfección y resto con picardía a los pies de un Nadal al que se le exigió más que nunca. Pero el balear en esta superficie es otro. Capaz de sufrir y llevar la iniciativa en el mismo punto; de aguantar embestidas y abrir ángulos imposibles; y sobre todo de tener la paciencia suficiente para encontrar el momento. El del primer acto se resolvió al resto tras dos errores consecutivos de Murray.
A pesar de ceder la primera manga, Murray no se vino abajo, ni mucho menos. El escocés, animado desde la grada por Dani Vallverdú y Ross Hutchins, sus técnicos en estos momentos, se 'disfrazó' de Nadal para equilibrar la tortilla en un set en el que demostró lo que puede correr su derecha, en el que se metió en pista para llevar el dominio, en el que movió al español de lado a lado a su merced y en el que incluso se atrevió con acierto a abusar de la dejada. Después de juegos maratonianos, de 20 y 15 minutos de duración, las fuerzas comenzaron a flaquear, si bien la intensidad continuó en aumento. La batalla táctica del momento, a diferencia con lo que pasaba antaño, era para Murray, que forzó el tercer y definitivo set.
Murray se desplomó en el set definitivo
En el último acto, volvió a imponerse la 'normalidad'. Murray nunca ha remontado un set adverso a Nadal y Montecarlo no iba a ser menos. Nadal arrancó con fuerza, golpeando con una confianza que parecía había perdido, y con acierto. Se apuntó los cuatro primeros juegos del set para desesperación del escocés, que volvió a llamar al 'fisio' para tratarse el codo maltrecho y coger oxígeno con el que aguantar los latigazos de Nadal, tan intermitente como su elástica amarilla, pero resolutivo en el momento preciso. Hacía tiempo que no veíamos sufrir de esta forma al número 1 del mundo... Aunque Murray logró el juego de la honra al resto, Nadal acabó el partido más entero que su rival. Un triunfo de mucho desgaste.
Con esta victoria, Nadal acumula 29 victorias consecutivas sobre tierra batida, donde no pierde desde que cayera en los cuartos de final de Roland Garros en 2009 ante Robin Soderling. En Montecarlo, por su parte, firma un bagaje de 38-1. Su cuadragésimo partido en este escenario será la final que mañana domingo (14.30 hora española) protagonizará frente a su amigo David Ferrer, verdugo hoy del austriaco Jürgen Melzer.
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Así vivimos la semifinal entre Rafa Nadal y Andy Murray
Rafa Nadal, primer cabeza de serie del torneo y vigente defensor del título, se impuso al británico Andy Murray, tercer favorito, por un marcador global de 6-4, 2-6 y 6-1 tras dos horas y cincuenta y nueve minutos de juego en el choque que cerró la jornada en la Pista Central del Montecarlo Country Club. El partido comenzó con media hora de demora pues hasta el último momento Murray dudó si saltar a la pista por unos problemas en su codo derecha que le habían impedido incluso calentar en al previa. El primer set duró una hora y diez minutos de juego y, aunque acabó en nómina del español, fue el más exigente de toda la semana para él. Murray se mostró seguro y confiado en sus posibilidades ante el 'rey de la tierra batida', logrando un break en el juego inicial e igualando el tanteo en el ecuador del set (4-4) cuando se había puesto 4-1 abajo. La derecha le corrió mucho al escocés, que sacó a la perfección y resto con picardía a los pies de un Nadal al que se le exigió más que nunca. Pero el balear en esta superficie es otro. Capaz de sufrir y llevar la iniciativa en el mismo punto; de aguantar embestidas y abrir ángulos imposibles; y sobre todo de tener la paciencia suficiente para encontrar el momento. El del primer acto se resolvió al resto tras dos errores consecutivos de Murray.
A pesar de ceder la primera manga, Murray no se vino abajo, ni mucho menos. El escocés, animado desde la grada por Dani Vallverdú y Ross Hutchins, sus técnicos en estos momentos, se 'disfrazó' de Nadal para equilibrar la tortilla en un set en el que demostró lo que puede correr su derecha, en el que se metió en pista para llevar el dominio, en el que movió al español de lado a lado a su merced y en el que incluso se atrevió con acierto a abusar de la dejada. Después de juegos maratonianos, de 20 y 15 minutos de duración, las fuerzas comenzaron a flaquear, si bien la intensidad continuó en aumento. La batalla táctica del momento, a diferencia con lo que pasaba antaño, era para Murray, que forzó el tercer y definitivo set.
Murray se desplomó en el set definitivo
En el último acto, volvió a imponerse la 'normalidad'. Murray nunca ha remontado un set adverso a Nadal y Montecarlo no iba a ser menos. Nadal arrancó con fuerza, golpeando con una confianza que parecía había perdido, y con acierto. Se apuntó los cuatro primeros juegos del set para desesperación del escocés, que volvió a llamar al 'fisio' para tratarse el codo maltrecho y coger oxígeno con el que aguantar los latigazos de Nadal, tan intermitente como su elástica amarilla, pero resolutivo en el momento preciso. Hacía tiempo que no veíamos sufrir de esta forma al número 1 del mundo... Aunque Murray logró el juego de la honra al resto, Nadal acabó el partido más entero que su rival. Un triunfo de mucho desgaste.
Con esta victoria, Nadal acumula 29 victorias consecutivas sobre tierra batida, donde no pierde desde que cayera en los cuartos de final de Roland Garros en 2009 ante Robin Soderling. En Montecarlo, por su parte, firma un bagaje de 38-1. Su cuadragésimo partido en este escenario será la final que mañana domingo (14.30 hora española) protagonizará frente a su amigo David Ferrer, verdugo hoy del austriaco Jürgen Melzer.