Que los caminos del Señor son inescrutables es algo que, aunque solo
haya sido en una ocasión, buena parte de los que se dedican al ámbito
deportivo, y en concreto al fútbol, han experimentado. El conocer el punto de partida, pero no el de destino,
el tener una idea preconcebida y que ésta se desmorone por
circunstancias, instantes de la vida, en donde la negativa inicial, de
meses, años atrás, se dulcifica y se transforma en una afirmación sin
tiempo para flashbacks repentinos en los que domina el arrepentimiento.
El vacío y la ausencia de motivación salen ahuyentados en ese momento
por un punto de inflexión, que puede adoptar múltiples formas, en el
caso de Gregorio Manzano (Bailén, Jaén, 1956) de
llamada telefónica. Siempre se dice que segundas partes nunca fueron
buenas, pero también es cierto que un conocedor de la psicología y de la
menta humana como él puede tener los recursos necesarios para hacer
frente a situaciones complicadas, diferentes o no pero con los mismos
colores.
Por suerte o por desgracia, el Atlético de Madrid ya ha demostrado en multitud de ocasiones la vorágine de impresiones y la reestructuración histórica a la que se auto-somete, aunque lo ocurrido en las últimas semanas quizás se escape de lo vivido hasta ahora.
La salida de Quique Sánchez Flores como entrenador
rojiblanco abría una amplio espectro de nombres posibles para ocupar su
lugar, una incertidumbre que temporadas pasadas cualquier técnico
hubiera querido despejar, pero la directiva colchonera se ha encontrado
esta vez con el rechazo de pesos pesados como Rafa Benítez y hombres
revelación como Luís Enrique.
Manzano pasó entonces a ser la primera, y al parecer única, opción.
El miércoles se reunía en el Vicente Calderón, que será su segunda casa,
con el nuevo director deportivo, José Luís Pérez Caminero,
y con el gerente del club, Clemente Villaverde, llegaba a un acuerdo y
el viernes será presentado como nuevo inquilino del conjunto rojiblanco.
Sus éxitos en Mallorca le avalan
La llegada del jienense supondrá su segunda etapa al frente del Atlético,
en el que allá por la temporada 2003/2004, en la que vino de la mano
del ese momento presidente Jesús Gil, fue capaz de lo mejor, encadenando
buenas rachas de resultados y dando al equipo un salto de calidad en lo
referente al juego, pero también de lo peor, finalizando séptimo, no
logrando plaza europea y teniendo que jugársela en la Intertoto, de la
que fueron eliminados ante el Villarreal.
El Profesor, como es conocido entre sus
compañeros, puede presumir de tener experiencias suficientes como para
dar una clase magistral y de conocer la geografía española a la
perfección. Considerado un trotamundos del fútbol,
Manzano ha dirigido un total de 16 equipos, entre los que destaca, más
por lo conseguido que por las expectativas iniciales, el Mallorca.
Cinco temporadas, divididas en dos etapas, son las que permaneció en
el conjunto balear, con el que logró el segundo título en la historia
del equipo, la Copa del Rey, en la temporada 2002/2003, tras vencer con
autoridad en la final al Recreativo de Huelva por 0-3. Ese éxito le va a
valer para convertirse en uno de los mejores entrenadores de la temporada y uno de los hombres futuribles en los que piensa el Atlético de Madrid para reemplazar a Luís Aragonés.
Problemas en el vestuario a pesar del talante
Si hay algo que comentan los que más le conocen y lo que define su trabajo es su capacidad para llevar, en el aspecto más mental que físico, un equipo.
Su habilidad para mantener la calma ante los obstáculos y su buen hacer
en situaciones límites son la base de su trabajo, aunque no por ello se
ha librado de polémicas.
Como entrenador rojiblanco los encontronazos con Movilla fueron una
constante a lo largo de la temporada, con salidas de tono y
declaraciones cruzadas entre ambos, y en estos últimos meses en el
banquillo del Sevilla, la ausencia de las convocatorias de determinados jugadores,
como es el caso de Sergio Sánchez, tras recuperarse de sus problemas
cardiacos, alimentaron la mala relación existente en el vestuario entre
técnico y plantilla.
Lo que se va a encontrar a su llegada al club madrileño no es mucho
más halagüeño, ya que al clima de tensión que existía entre Quique y
algunos futbolistas hay que unir el descontento y la falta de compromiso
que han manifestado otros esta pasada campaña, una situación que el de
Jaén tendrá que revertir para lograr una cohesión y que el pensamiento
de todos vaya en la misma dirección.
Para ello, tendrá que empezar a trabajar desde el primer día,
valorando las fortalezas del equipo y teniendo en cuenta sus necesidades
a partir de las debilidades mostradas en el campeonato recién
finalizado. Apuntalar la zona defensiva, encontrar el equilibrio en el
centro del campo y eliminar interrogantes en la punta de ataque (tras la despedida voluntaria del ´Kun´ Agüero y la más que probable de Diego Forlán)
son sus tareas prioritarias, así como buscar una salida lo menos
dolorosa posible para aquellos con lo que contar el próximo año resulta
una quimera y hacer frente a la presión de ser el sustituto de uno de
los entrenadores más laureados en la historia del club, Quique Sánchez
Flores.
FUENTE GOAL.COM
COMENTARIO Yo preguntaria ¿que se llevara? del Mallorca las dos veces que a estado prestigio, pero el sea cerrado la puerta por su agtitud de poder volver,y como no vaya bien la temporada lo veo un largo tiempo en el dique
seco,para mi Manzano no sirve para equipos que quieren luchar por europa pero el AT Madrid debe tener sus razones.
haya sido en una ocasión, buena parte de los que se dedican al ámbito
deportivo, y en concreto al fútbol, han experimentado. El conocer el punto de partida, pero no el de destino,
el tener una idea preconcebida y que ésta se desmorone por
circunstancias, instantes de la vida, en donde la negativa inicial, de
meses, años atrás, se dulcifica y se transforma en una afirmación sin
tiempo para flashbacks repentinos en los que domina el arrepentimiento.
El vacío y la ausencia de motivación salen ahuyentados en ese momento
por un punto de inflexión, que puede adoptar múltiples formas, en el
caso de Gregorio Manzano (Bailén, Jaén, 1956) de
llamada telefónica. Siempre se dice que segundas partes nunca fueron
buenas, pero también es cierto que un conocedor de la psicología y de la
menta humana como él puede tener los recursos necesarios para hacer
frente a situaciones complicadas, diferentes o no pero con los mismos
colores.
Por suerte o por desgracia, el Atlético de Madrid ya ha demostrado en multitud de ocasiones la vorágine de impresiones y la reestructuración histórica a la que se auto-somete, aunque lo ocurrido en las últimas semanas quizás se escape de lo vivido hasta ahora.
La salida de Quique Sánchez Flores como entrenador
rojiblanco abría una amplio espectro de nombres posibles para ocupar su
lugar, una incertidumbre que temporadas pasadas cualquier técnico
hubiera querido despejar, pero la directiva colchonera se ha encontrado
esta vez con el rechazo de pesos pesados como Rafa Benítez y hombres
revelación como Luís Enrique.
Manzano pasó entonces a ser la primera, y al parecer única, opción.
El miércoles se reunía en el Vicente Calderón, que será su segunda casa,
con el nuevo director deportivo, José Luís Pérez Caminero,
y con el gerente del club, Clemente Villaverde, llegaba a un acuerdo y
el viernes será presentado como nuevo inquilino del conjunto rojiblanco.
Sus éxitos en Mallorca le avalan
La llegada del jienense supondrá su segunda etapa al frente del Atlético,
en el que allá por la temporada 2003/2004, en la que vino de la mano
del ese momento presidente Jesús Gil, fue capaz de lo mejor, encadenando
buenas rachas de resultados y dando al equipo un salto de calidad en lo
referente al juego, pero también de lo peor, finalizando séptimo, no
logrando plaza europea y teniendo que jugársela en la Intertoto, de la
que fueron eliminados ante el Villarreal.
El Profesor, como es conocido entre sus
compañeros, puede presumir de tener experiencias suficientes como para
dar una clase magistral y de conocer la geografía española a la
perfección. Considerado un trotamundos del fútbol,
Manzano ha dirigido un total de 16 equipos, entre los que destaca, más
por lo conseguido que por las expectativas iniciales, el Mallorca.
Cinco temporadas, divididas en dos etapas, son las que permaneció en
el conjunto balear, con el que logró el segundo título en la historia
del equipo, la Copa del Rey, en la temporada 2002/2003, tras vencer con
autoridad en la final al Recreativo de Huelva por 0-3. Ese éxito le va a
valer para convertirse en uno de los mejores entrenadores de la temporada y uno de los hombres futuribles en los que piensa el Atlético de Madrid para reemplazar a Luís Aragonés.
Problemas en el vestuario a pesar del talante
Si hay algo que comentan los que más le conocen y lo que define su trabajo es su capacidad para llevar, en el aspecto más mental que físico, un equipo.
Su habilidad para mantener la calma ante los obstáculos y su buen hacer
en situaciones límites son la base de su trabajo, aunque no por ello se
ha librado de polémicas.
Como entrenador rojiblanco los encontronazos con Movilla fueron una
constante a lo largo de la temporada, con salidas de tono y
declaraciones cruzadas entre ambos, y en estos últimos meses en el
banquillo del Sevilla, la ausencia de las convocatorias de determinados jugadores,
como es el caso de Sergio Sánchez, tras recuperarse de sus problemas
cardiacos, alimentaron la mala relación existente en el vestuario entre
técnico y plantilla.
Lo que se va a encontrar a su llegada al club madrileño no es mucho
más halagüeño, ya que al clima de tensión que existía entre Quique y
algunos futbolistas hay que unir el descontento y la falta de compromiso
que han manifestado otros esta pasada campaña, una situación que el de
Jaén tendrá que revertir para lograr una cohesión y que el pensamiento
de todos vaya en la misma dirección.
Para ello, tendrá que empezar a trabajar desde el primer día,
valorando las fortalezas del equipo y teniendo en cuenta sus necesidades
a partir de las debilidades mostradas en el campeonato recién
finalizado. Apuntalar la zona defensiva, encontrar el equilibrio en el
centro del campo y eliminar interrogantes en la punta de ataque (tras la despedida voluntaria del ´Kun´ Agüero y la más que probable de Diego Forlán)
son sus tareas prioritarias, así como buscar una salida lo menos
dolorosa posible para aquellos con lo que contar el próximo año resulta
una quimera y hacer frente a la presión de ser el sustituto de uno de
los entrenadores más laureados en la historia del club, Quique Sánchez
Flores.
FUENTE GOAL.COM
COMENTARIO Yo preguntaria ¿que se llevara? del Mallorca las dos veces que a estado prestigio, pero el sea cerrado la puerta por su agtitud de poder volver,y como no vaya bien la temporada lo veo un largo tiempo en el dique
seco,para mi Manzano no sirve para equipos que quieren luchar por europa pero el AT Madrid debe tener sus razones.