Se acabó la calma en Red Bull. Cuando parecía que Webber asumía sin
rubor el exultante dominio de su compañero Vettel, todo saltó por los
aires en las últimas vueltas a Silverstone. Con Alonso lanzado hacia su
primera victoria y Vettel confiado en su segunda plaza, el australiano
se empeñó en soñar con una carambola con la que pisar lo más alto del
podio. "¡Mantén la calma, Mark!", repetían por radio ante las embestidas
por sorpresa del australiano al líder del Mundial. Pero no bajó los
brazos y los Horner, Marko y compañía, además del propio Vettel,
vivieron la peor experiencia del curso ante la sombra de un posibe doble
KO. A Webber volverán a leerle la cartilla..
"Es algo que tenemos que hablar ambos en privado", sostenía aún
pálido el jefe de la escudería, Christian Horner. Un nuevo episodio en
Red Bull, tras la batalla fratricida vivida el pasado curso.
Precisamente en Silverstone, hace un año, Webber mandó a su equipo un
recado por radio tras lograr su tercera victoria del curso: "No está mal para ser el segundo piloto, ¿no?".
El motivo: Horner había dado a Vettel el alerón delantero nuevo de
Webber durante la clasificación, después de que el alemán rompiera el
suyo en los libres. La escudería austriaca ardía en llamas y se
preparaba para asumir una dura batalla hasta el final de curso.
Eso es justo lo que quieren evitar este Mundial. Con Vettel disparado
hacia su segunda corona parecía todo en calma... "Estoy sorprendido de
que Mark [Webber] ignorase las órdenes de equipo. El equipo es lo
principal, no las cuestiones individuales. Corrimos el riesgo de perder
33 puntos al permitir a nuestros pilotos luchar por la segunda posición.
Como hemos visto en muchas ocasiones, pude tener horribles
consecuencias", añadía Horner.
Pero Webber también quiso justificarse. "El equipo
me pidió por radio cuatro veces que mantuviese la calma, que no atacase a
Seb", explicó Webber. "Pero no estaba feliz porque en la Fórmula 1
nunca debes darte por vencido, así que seguí presionando. Si Fernando se
hubiera retirado en la última vuelta, habríamos estado luchando por la
victoria", aseguraba.
"Estaban preocupados por si Seb y yo chocábamos, porque el objetivo
eran el Mundial de Constructores. Lo entiendo, pero yo también quería
esos puntos para el campeonato y quedó demostrado que podemos pilotar
sin tener contacto", aseguró nada más bajar del tercer escalón del
podio.
"Corremos uno contra otro, no hay ningún problema...", exponía Vettel en
la rueda de prensa oficial de la FIA. Otra cosa es lo que piensa la
escudería. Y ahí, el mensaje es cristalino. Vettel, 'canterano' de Red
Bull, es la gran apuesta y el elegido para llevar los galones. Y por
ahí, Webber, pese a llevar cinco temporadas en el equipo, lleva las de
perder. Toca cumbre en Milton Keynes para evitar que en Alemania,
próxima cita del Mundial, vuelva a repetirse un espectáculo que nadie en
la escudería austriaca quiere volver a presenciar.
rubor el exultante dominio de su compañero Vettel, todo saltó por los
aires en las últimas vueltas a Silverstone. Con Alonso lanzado hacia su
primera victoria y Vettel confiado en su segunda plaza, el australiano
se empeñó en soñar con una carambola con la que pisar lo más alto del
podio. "¡Mantén la calma, Mark!", repetían por radio ante las embestidas
por sorpresa del australiano al líder del Mundial. Pero no bajó los
brazos y los Horner, Marko y compañía, además del propio Vettel,
vivieron la peor experiencia del curso ante la sombra de un posibe doble
KO. A Webber volverán a leerle la cartilla..
"Es algo que tenemos que hablar ambos en privado", sostenía aún
pálido el jefe de la escudería, Christian Horner. Un nuevo episodio en
Red Bull, tras la batalla fratricida vivida el pasado curso.
Precisamente en Silverstone, hace un año, Webber mandó a su equipo un
recado por radio tras lograr su tercera victoria del curso: "No está mal para ser el segundo piloto, ¿no?".
El motivo: Horner había dado a Vettel el alerón delantero nuevo de
Webber durante la clasificación, después de que el alemán rompiera el
suyo en los libres. La escudería austriaca ardía en llamas y se
preparaba para asumir una dura batalla hasta el final de curso.
Eso es justo lo que quieren evitar este Mundial. Con Vettel disparado
hacia su segunda corona parecía todo en calma... "Estoy sorprendido de
que Mark [Webber] ignorase las órdenes de equipo. El equipo es lo
principal, no las cuestiones individuales. Corrimos el riesgo de perder
33 puntos al permitir a nuestros pilotos luchar por la segunda posición.
Como hemos visto en muchas ocasiones, pude tener horribles
consecuencias", añadía Horner.
Pero Webber también quiso justificarse. "El equipo
me pidió por radio cuatro veces que mantuviese la calma, que no atacase a
Seb", explicó Webber. "Pero no estaba feliz porque en la Fórmula 1
nunca debes darte por vencido, así que seguí presionando. Si Fernando se
hubiera retirado en la última vuelta, habríamos estado luchando por la
victoria", aseguraba.
"Estaban preocupados por si Seb y yo chocábamos, porque el objetivo
eran el Mundial de Constructores. Lo entiendo, pero yo también quería
esos puntos para el campeonato y quedó demostrado que podemos pilotar
sin tener contacto", aseguró nada más bajar del tercer escalón del
podio.
"Corremos uno contra otro, no hay ningún problema...", exponía Vettel en
la rueda de prensa oficial de la FIA. Otra cosa es lo que piensa la
escudería. Y ahí, el mensaje es cristalino. Vettel, 'canterano' de Red
Bull, es la gran apuesta y el elegido para llevar los galones. Y por
ahí, Webber, pese a llevar cinco temporadas en el equipo, lleva las de
perder. Toca cumbre en Milton Keynes para evitar que en Alemania,
próxima cita del Mundial, vuelva a repetirse un espectáculo que nadie en
la escudería austriaca quiere volver a presenciar.