La "Ciudad Más Fina de América" recibió a dos de los equipos que
quieren ser los más finos, o mejor dicho los más exitosos de sus países
respectivos.
En una esquina, un Chivas de Guadalajara que tiene
desde el 2007 sin ganar, y ve como se le acerca peligrosamente el
Deportivo Toluca con diez títulos en la bolsa. Real Madrid, con una
cuesta muy difícil - de frente un Barcelona que aparenta ser
todopoderoso, ganando todo lo que se le presenta y además con un estilo
inigualable.
Al arrancar el partido, Chivas quería evitar el
bochorno de Los Angeles Galaxy y salió con todo en los primeros minutos,
buscando un gol que estuvo a punto de llegar si no fuera por un offside
bien marcado luego de una embestida de Marco Fabian.
Real Madrid
lentamente niveló el partido, incluso molestando a Luis Michel por
medio de disparos hechos por Karim Benzema, Cristiano Ronaldo y hasta
Raphael Varane, flamante contratación merengue que incluso se daba el
lujo de gambetear ante la defensa chiva.
A pesar del entretenido
comienzo, no cayeron goles en la primera etapa del encuentro, dejando
fuera a varios de los titulares para ambos clubes, costumbre bastante
normal en este tipo de encuentros.
La
figura de Luis Michel se levantó como la más brillante del partido,
aguantando valientemente las pedradas de los cracks blancos, algo a lo
que seguramente está acostumbrado ya luego de haber tolerado tres
partidos como arquero titular del Tri en la Copa América. En ocasiones
distintas, el cancerbero de Chivas frustró a los delanteros merengues.
Pero
tal y como sucedió en la justa sudamericana, llegó un momento cuando
fue demasiado. Cristiano Ronaldo increpó al área chica y recibió gran
centro para clavar el tanto en las narices de Michel y darle una ventaja
merecida al equipo de Mourinho.
Dos minutos después, Real Madrid
se fue al ataque otra vez y por medio de Benzema encontró un penal que
cobró de forma magistral el portugués, sellando un doblete que había
tardado 77 minutos en llegar pero que tardó sólo dos entre gol y gol.
Y
de ahí, ¿qué sigue? un hat-trick, con técnica magistral al zapatear un
centro en movimiento dentro del corazón del área para batir nuevamente a
Michel. Faltando cinco minutos, la posibilidad de ver a los campeones
mundiales Sub-17 de las Chivas se diluía. Con un look patrocinado por la
'novateada' de los veteranos, los campeones calvos seguian entrenando,
pero poniendo un ojo sobre el área técnica para ver si Real los llamaba
de cambio.
Pero la afición se quedó con las ganas. Un partido que
al opinar del técnico, no estaba para sus jovenes promisorios, que
veían con toques de desesperación y ansias como era maniatado su equipo
en los últimos minutos.
Al silbar la última vez el árbitro, los
que permanecían de los 38,211 anunciados aplaudieron ampliamente a una
máquina blanca y a una escuadra rojiblanca valiente.
quieren ser los más finos, o mejor dicho los más exitosos de sus países
respectivos.
En una esquina, un Chivas de Guadalajara que tiene
desde el 2007 sin ganar, y ve como se le acerca peligrosamente el
Deportivo Toluca con diez títulos en la bolsa. Real Madrid, con una
cuesta muy difícil - de frente un Barcelona que aparenta ser
todopoderoso, ganando todo lo que se le presenta y además con un estilo
inigualable.
Al arrancar el partido, Chivas quería evitar el
bochorno de Los Angeles Galaxy y salió con todo en los primeros minutos,
buscando un gol que estuvo a punto de llegar si no fuera por un offside
bien marcado luego de una embestida de Marco Fabian.
Real Madrid
lentamente niveló el partido, incluso molestando a Luis Michel por
medio de disparos hechos por Karim Benzema, Cristiano Ronaldo y hasta
Raphael Varane, flamante contratación merengue que incluso se daba el
lujo de gambetear ante la defensa chiva.
A pesar del entretenido
comienzo, no cayeron goles en la primera etapa del encuentro, dejando
fuera a varios de los titulares para ambos clubes, costumbre bastante
normal en este tipo de encuentros.
La
figura de Luis Michel se levantó como la más brillante del partido,
aguantando valientemente las pedradas de los cracks blancos, algo a lo
que seguramente está acostumbrado ya luego de haber tolerado tres
partidos como arquero titular del Tri en la Copa América. En ocasiones
distintas, el cancerbero de Chivas frustró a los delanteros merengues.
Pero
tal y como sucedió en la justa sudamericana, llegó un momento cuando
fue demasiado. Cristiano Ronaldo increpó al área chica y recibió gran
centro para clavar el tanto en las narices de Michel y darle una ventaja
merecida al equipo de Mourinho.
Dos minutos después, Real Madrid
se fue al ataque otra vez y por medio de Benzema encontró un penal que
cobró de forma magistral el portugués, sellando un doblete que había
tardado 77 minutos en llegar pero que tardó sólo dos entre gol y gol.
Y
de ahí, ¿qué sigue? un hat-trick, con técnica magistral al zapatear un
centro en movimiento dentro del corazón del área para batir nuevamente a
Michel. Faltando cinco minutos, la posibilidad de ver a los campeones
mundiales Sub-17 de las Chivas se diluía. Con un look patrocinado por la
'novateada' de los veteranos, los campeones calvos seguian entrenando,
pero poniendo un ojo sobre el área técnica para ver si Real los llamaba
de cambio.
Pero la afición se quedó con las ganas. Un partido que
al opinar del técnico, no estaba para sus jovenes promisorios, que
veían con toques de desesperación y ansias como era maniatado su equipo
en los últimos minutos.
Al silbar la última vez el árbitro, los
que permanecían de los 38,211 anunciados aplaudieron ampliamente a una
máquina blanca y a una escuadra rojiblanca valiente.