El Mallorca logró el primer triunfo de la pretemporada en un partido
en el que fue superior al Heerenveen y que decidieron dos
individualidades. De Guzmán y Pereira marcaron dos golazos de esos que
sirven para coger confianza, aunque a los rojillos todavía les queda
mucho camino por recorrer. De momento, mejoraron sustancialmente en la
circulación del balón, un aspecto del que se quejó Laudrup tras el
primer amistoso en Holanda. Y eso que el encuentro se disputó en un
ambiente adverso por la metereología, con un intenso frío que agudizaba
la lluvia y el viento reinante en Bergum.
?Las notas positivas fueron
el debut en la segunda mitad de Zuiverloon, que tampoco entró demasiado
en juego desde su lateral derecho, y de Aki, que todavía no había
disputado ningún partido debido a sus molestias en el tobillo. Martí y
De Guzmán tuvieron mucha presencia, apoyado por unos activos Pereira y
Nsue, que jugó de segundo punta al lado de Hemed. Lo destacable es que
evidenciaron voluntad para corregir los errores del choque ante el
Zwolle, sobre todo en defensa, con un imponente Ramis y un efectivo
Cendrós. A pesar de tener una peor condición física que los holandeses,
que militan en la Eredivise –primera división–, mucho más rodados, los
isleños se aprovecharon de su mayor talento para dominar el choque. De
hecho, en el minuto trece ya se adelantaron en el marcador. De Guzmán
lanzó un falta desde unos veinticinco metros que se coló por la
izquierda del meta Vandesbunnche después de pegar al palo. Gol. El
Mallorca tenía ritmo y ganas, el rival apenas podía hacer mucho más. Y
Pereira arrancó los mayores aplausos del público. El francés, desde el
pico del área, levantó la cabeza y disparó con tanta fuerza como
colocación, que entró el balón ajustado al poste izquierdo del
guardameta. El Heerenveen espabiló y probó fortuna con un tiro de
Djuricic, pero la pelota se marchó fuera. Fue uno de los escasos sustos
de Calatayud, que no pudo acabar el partido al sufrir un golpe en la
clavícula, aunque en principio no es grave.
?En la reanudación los
numerosos cambios cambiaron la fisonomía de los bermellones. Hemed, que
dejó detalles pero que intervino poco, remató sin suerte tras un pase de
Cendrós. Y fue el propio israelí el que sirvió un buen pase a Tejera
para que el meta se luciera. El Mallorca mostró una buena cara, pero
esto solo acaba de empezar
DIARIO DE MALLORCA
en el que fue superior al Heerenveen y que decidieron dos
individualidades. De Guzmán y Pereira marcaron dos golazos de esos que
sirven para coger confianza, aunque a los rojillos todavía les queda
mucho camino por recorrer. De momento, mejoraron sustancialmente en la
circulación del balón, un aspecto del que se quejó Laudrup tras el
primer amistoso en Holanda. Y eso que el encuentro se disputó en un
ambiente adverso por la metereología, con un intenso frío que agudizaba
la lluvia y el viento reinante en Bergum.
?Las notas positivas fueron
el debut en la segunda mitad de Zuiverloon, que tampoco entró demasiado
en juego desde su lateral derecho, y de Aki, que todavía no había
disputado ningún partido debido a sus molestias en el tobillo. Martí y
De Guzmán tuvieron mucha presencia, apoyado por unos activos Pereira y
Nsue, que jugó de segundo punta al lado de Hemed. Lo destacable es que
evidenciaron voluntad para corregir los errores del choque ante el
Zwolle, sobre todo en defensa, con un imponente Ramis y un efectivo
Cendrós. A pesar de tener una peor condición física que los holandeses,
que militan en la Eredivise –primera división–, mucho más rodados, los
isleños se aprovecharon de su mayor talento para dominar el choque. De
hecho, en el minuto trece ya se adelantaron en el marcador. De Guzmán
lanzó un falta desde unos veinticinco metros que se coló por la
izquierda del meta Vandesbunnche después de pegar al palo. Gol. El
Mallorca tenía ritmo y ganas, el rival apenas podía hacer mucho más. Y
Pereira arrancó los mayores aplausos del público. El francés, desde el
pico del área, levantó la cabeza y disparó con tanta fuerza como
colocación, que entró el balón ajustado al poste izquierdo del
guardameta. El Heerenveen espabiló y probó fortuna con un tiro de
Djuricic, pero la pelota se marchó fuera. Fue uno de los escasos sustos
de Calatayud, que no pudo acabar el partido al sufrir un golpe en la
clavícula, aunque en principio no es grave.
?En la reanudación los
numerosos cambios cambiaron la fisonomía de los bermellones. Hemed, que
dejó detalles pero que intervino poco, remató sin suerte tras un pase de
Cendrós. Y fue el propio israelí el que sirvió un buen pase a Tejera
para que el meta se luciera. El Mallorca mostró una buena cara, pero
esto solo acaba de empezar
DIARIO DE MALLORCA