¡Cómo debe añorar Joaquín Caparrós la tranquilidad que había en Bilbao! Tras la explosiva relación vivida con su ya ex presidente en el Neuchatel, con amenazas, pistolas y un cese express de por medio, ahora su futuro puede pasar por un club intervenido judicialmente bajo la ley concursal, y deportivamente regido bajo la férrea mano de Lorenç Serra Ferrer. La hipótesis de que Michael Laudrup deje de ser entrenador del Mallorca en las próximas horas o días habría llevado a que ya se barajasen dos nombres para sustituirle: el del utrerano y el del 'Nanu' Soler, actual técnico del filial mallorquinista.
La marcha de Laudrup podría ser por dimisión voluntaria, según recogen algunos medios baleares, tras la 'rajada' que pegó recientemente por venderle a De Guzmán y no fichar a nadie antes del cierre del mercado. Su adiós implicaría no sólo el ahorro de su ficha anual –cerca de 800.000 euros- más primas dobles y las de su ayudante Larssen, sino incluso obtener como ingreso la penalización pactada que debería pagar el técnico dimisionario (500.000 euros).
En este caso, el sustituto preferido sería Joaquín Caparrós, siempre que se consume cantada su marcha del Neuchatel adonde llegaría Víctor Muñoz como relevo y nuevo sufridor del checheno Bulat Chagaev. Las pegas de su altísimo caché -bastante superior a Manzano, por ejemplo- vendrían compensadas por el impacto de su fichaje ante la hinchada mallorquinista y su impecable curriculum, tanto de éxitos deportivos, como de trabajo de cantera en Sevilla y en Bilbao.
Eso sí, su incorporación implicaría una renuncia parcial de poder por Serra Ferrer sobre la parcela deportiva, ya que el carácter y estilo de Caparrós, como es sabido, no es tan permeable y sumiso. Serían dos gallos en el mismo corral. El pobre Joaquín lleva un verano entre elecciones, chechenos y el 'caudillo' -como apodaban a Serra Ferrer- como para tener que ir a Isla Canela a relajarse unas semanas.
No tardará Caparrós en sentarse en un Banquillo de la Liga Española de momento el Mallorca ya a puesto sus ojos en el.
La marcha de Laudrup podría ser por dimisión voluntaria, según recogen algunos medios baleares, tras la 'rajada' que pegó recientemente por venderle a De Guzmán y no fichar a nadie antes del cierre del mercado. Su adiós implicaría no sólo el ahorro de su ficha anual –cerca de 800.000 euros- más primas dobles y las de su ayudante Larssen, sino incluso obtener como ingreso la penalización pactada que debería pagar el técnico dimisionario (500.000 euros).
En este caso, el sustituto preferido sería Joaquín Caparrós, siempre que se consume cantada su marcha del Neuchatel adonde llegaría Víctor Muñoz como relevo y nuevo sufridor del checheno Bulat Chagaev. Las pegas de su altísimo caché -bastante superior a Manzano, por ejemplo- vendrían compensadas por el impacto de su fichaje ante la hinchada mallorquinista y su impecable curriculum, tanto de éxitos deportivos, como de trabajo de cantera en Sevilla y en Bilbao.
Eso sí, su incorporación implicaría una renuncia parcial de poder por Serra Ferrer sobre la parcela deportiva, ya que el carácter y estilo de Caparrós, como es sabido, no es tan permeable y sumiso. Serían dos gallos en el mismo corral. El pobre Joaquín lleva un verano entre elecciones, chechenos y el 'caudillo' -como apodaban a Serra Ferrer- como para tener que ir a Isla Canela a relajarse unas semanas.
No tardará Caparrós en sentarse en un Banquillo de la Liga Española de momento el Mallorca ya a puesto sus ojos en el.