Un soberbio Navarro, autor de 35 puntos, lideró un sufrido triunfo de España, que se clasificó para disputar los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y disputará el domingo la gran final del Europeo. Macedonia, tal y como se preveía, planteó muchas dificultades con su atípico juego. Acumuló por momentos hasta cinco hombres fuera de la línea de tres, y su defensa zonal fue un quebradero de cabeza para los de Scariolo, que sintieron el aliento de su rival en el cogote hasta el minuto 27 (60-58).
La 'bomba' firmó un tercer cuarto colosal, anotando 19 de los 26 puntos de España para liderar el despegue definitivo de su equipo, que volvió a vivir de su inspiración ofensiva y del trabajo de Pau Gasol bajo tableros, sobre todo en el aspecto reboteador, acaparando hasta 17 capturas. McCalebb intentó sin éxito cambiar el rumbo del partido en el último cuarto y a los macedonios, que exprimieron al límite sus recursos, no les quedó más remedio que claudicar ante un rival que jugará su sexta final en los últimos diez años. Tras sellar el pasaporte a Londres, el oro es ahora su gran reto.
ESTADÍSTICAS
No te pierdas la exhibición de Navarro en números
La selección española controló el partido de inicio. Rudy se convirtió en la sombra de McCalebb y el norteamericano apenas la olió en el primer cuarto (2 puntos). Macedonia, que no se hartó de marear el balón en ataque, rascó puntos en el juego interior con un Samardzinski muy activo. Mientras el 'estibador' Antic tiró de juego subterráneo para sacar de sus casillas a Pau, que cometió su segunda falta en el minuto 5.
La salida de Ibaka, con más movilidad para salir a la línea de triples ante la amenaza exterior de Antic, sosegó algo a España. El congoleño formó una magnífica sociedad con Marc, que explotó su privilegiada visión del juego para asistir en ataque a sus compañeros, que con siete puntos rompió puntualmente el melón macedonio.
La irrupción de Navarro, que logró por fin librarse del yugo de Ilievski, y un triple de Llull sobre la bocina despegaron a España, que estableció su máxima ventaja con una canasta de Pau (28-18, min 11). A Macedonia empezaban a vérsele las costuras, pero antes de que el roto fuese irreparable, se colocó en una zona que iba a colapsar a España.
FOTOGALERÍA
Todas estas animadoras iban hoy con España
Ricky anotó su primer triple del torneo después de 13 intentos, pero fue una anécdota en el obturado ataque español, incapaz de superar el orden de su rival. Con McCalebb en el banco, Macedonia volvió al partido y tomó la delantera con un parcial de 3-14 (31-32, min 15). Scariolo volvió a sacar a su cinco titular para frenar la sangría, pero no logró detenerla.
El ataque macedonio acumuló por momentos hasta cinco hombres fuera de la línea de tres puntos. Esa atípica situación y su velocidad a la hora de circular el balón cortocircuitó a los españoles, incapaces de taponar las vías de agua que se multiplicaban en su defensa. Macedonia anotó con una facilidad pasmosa en este cuarto (27 puntos con 8/9 t2 y 3/6 t3), virtud suya y demérito enorme de la pésima defensa española.
Era difícil que Macedonia jugase mejor. Los triples esporádicos de Navarro y Calderón y la hiperactividad de Pau bajo tableros, sobreponiéndose a la estopa de Antic y Chekovski, posibilitaron a España seguir a remolque al descanso (44-45). Si los macedonios no se habían ido en el marcador rozando la perfección y obturando el ataque español, había motivos para la preocupación, pero también de esperanza.
En el tercer cuarto, España mejoró algo sus prestaciones defensivas, Pau se adueñó de las inmediaciones del tablero y Navarro explotó con más virulencia si cabe que el día de cuartos ante Eslovenia. La 'bomba' empezó a acaparar todos los ataques para anotar 19 de los 26 puntos de su equipo en este cuarto, abriendo una brecha (71-62, min 30) que se antojaba definitiva.
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Con este pedazo de público era imposible no ganar
En el último cuarto, Ibaka amplió el margen (76-64, min 32) y España, bien movida por Ricky en ataque, estabilizó la diferencia (82-70, min 36). La zona de los macedonios ya no surtía tanto efecto, en ataque empezó a fallar tiros y Pau, colosal en la faceta reboteadora (capturó 17), empezó a barrer todo lo que escupía el aro.
McCalebb tiró entonces por la calle de enmedio y él solito evitó el K.O. prematuro. Tuvo que ser Navarro, el hombre del partido, quien anotase otros seis puntos (90-80 a 1.20) para cerrar su cuenta en 35 puntos y finiquitar a una Macedonia que no se rindió hasta el último aliento. Meritorio campeonato el suyo y superlativo el de España, que se mete en la gran final y estará en los Juegos.
partidazo de la bomba y pau pero bueno en general quitando ricky han cumplido todos
La 'bomba' firmó un tercer cuarto colosal, anotando 19 de los 26 puntos de España para liderar el despegue definitivo de su equipo, que volvió a vivir de su inspiración ofensiva y del trabajo de Pau Gasol bajo tableros, sobre todo en el aspecto reboteador, acaparando hasta 17 capturas. McCalebb intentó sin éxito cambiar el rumbo del partido en el último cuarto y a los macedonios, que exprimieron al límite sus recursos, no les quedó más remedio que claudicar ante un rival que jugará su sexta final en los últimos diez años. Tras sellar el pasaporte a Londres, el oro es ahora su gran reto.
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No te pierdas la exhibición de Navarro en números
La selección española controló el partido de inicio. Rudy se convirtió en la sombra de McCalebb y el norteamericano apenas la olió en el primer cuarto (2 puntos). Macedonia, que no se hartó de marear el balón en ataque, rascó puntos en el juego interior con un Samardzinski muy activo. Mientras el 'estibador' Antic tiró de juego subterráneo para sacar de sus casillas a Pau, que cometió su segunda falta en el minuto 5.
La salida de Ibaka, con más movilidad para salir a la línea de triples ante la amenaza exterior de Antic, sosegó algo a España. El congoleño formó una magnífica sociedad con Marc, que explotó su privilegiada visión del juego para asistir en ataque a sus compañeros, que con siete puntos rompió puntualmente el melón macedonio.
La irrupción de Navarro, que logró por fin librarse del yugo de Ilievski, y un triple de Llull sobre la bocina despegaron a España, que estableció su máxima ventaja con una canasta de Pau (28-18, min 11). A Macedonia empezaban a vérsele las costuras, pero antes de que el roto fuese irreparable, se colocó en una zona que iba a colapsar a España.
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Ricky anotó su primer triple del torneo después de 13 intentos, pero fue una anécdota en el obturado ataque español, incapaz de superar el orden de su rival. Con McCalebb en el banco, Macedonia volvió al partido y tomó la delantera con un parcial de 3-14 (31-32, min 15). Scariolo volvió a sacar a su cinco titular para frenar la sangría, pero no logró detenerla.
El ataque macedonio acumuló por momentos hasta cinco hombres fuera de la línea de tres puntos. Esa atípica situación y su velocidad a la hora de circular el balón cortocircuitó a los españoles, incapaces de taponar las vías de agua que se multiplicaban en su defensa. Macedonia anotó con una facilidad pasmosa en este cuarto (27 puntos con 8/9 t2 y 3/6 t3), virtud suya y demérito enorme de la pésima defensa española.
Era difícil que Macedonia jugase mejor. Los triples esporádicos de Navarro y Calderón y la hiperactividad de Pau bajo tableros, sobreponiéndose a la estopa de Antic y Chekovski, posibilitaron a España seguir a remolque al descanso (44-45). Si los macedonios no se habían ido en el marcador rozando la perfección y obturando el ataque español, había motivos para la preocupación, pero también de esperanza.
En el tercer cuarto, España mejoró algo sus prestaciones defensivas, Pau se adueñó de las inmediaciones del tablero y Navarro explotó con más virulencia si cabe que el día de cuartos ante Eslovenia. La 'bomba' empezó a acaparar todos los ataques para anotar 19 de los 26 puntos de su equipo en este cuarto, abriendo una brecha (71-62, min 30) que se antojaba definitiva.
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McCalebb tiró entonces por la calle de enmedio y él solito evitó el K.O. prematuro. Tuvo que ser Navarro, el hombre del partido, quien anotase otros seis puntos (90-80 a 1.20) para cerrar su cuenta en 35 puntos y finiquitar a una Macedonia que no se rindió hasta el último aliento. Meritorio campeonato el suyo y superlativo el de España, que se mete en la gran final y estará en los Juegos.
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