Los Cámenes abría otra vez sus puertas para volver a ver fútbol de Primera División
por segunda vez en la temporada para recibir a dos equipos que todavía
no sabían lo que era la victoria en el presente campeonato de Liga.
El
Granada llegaba con muchas dudas al encuentro después de cosechar dos
derrotas no tan preocupantes por el resultado en sí al estar al
principio de curso futbolístico sino por las sensaciones dejadas por el conjunto de Fabri ante el Betis y el Málaga.
El
Villarreal, por su parte, disputaba el choque con solo un punto en su
casillero, tras empatar con el Sevilla en la última jornada y perder en
el estreno ante el Barcelona, y con el sabor amargo que el Bayern dejó al Submarino Amarillo en Liga de Campeones.
Precisamente
el último partido del conjunto castellonense estuvo muy presente en la
primera parte del encuentro. Mientras que el equipo de Juan Carlos
Garrido salió al césped teniendo que pagar cierta factura física del
compromiso europeo, el Granada mostró un cambio de actitud evidente respecto a sus últimos partidos con un nivel de intensidad muy superior al que había mostrado hasta ahora.
Sin grandes alardes, pero con mucho oficio, el equipo andaluz
comenzó a hacerse dueño del partido no tanto en la posesión, pero sí a
la hora de generar las ocasiones más claras del primer periodo cediendo una posesión ficticia al rival para buscar el contragolpe de la mano de dos puñales como Dani Benítez y Franco Jara.
Muy
pronto esa intensidad pasó factura al Granada, que se marchó con los
tres jugadores ubicados en la medular sancionados con cartulina
amarilla. Sin embargo, el balance ofensivo resultaba aceptable, con una
ocasión muy clara de Uche que César se encargó de desbaratar tras una gran incursión de Benítez por la banda izquierda, que dejó a Zapata atrás y metió un balón de oro que al final no fue aprovechado.
Tras
visitar vestuarios, el guión del partido siguió trazando el mismo
devenir. El Granada contestaba con intensidad y garra a un Villarreal
que no daba con la tecla para solventar la falta de movilidad y dejaba
muchísimas dudas en el plano anímico, mientras Dani Benítez seguía
haciendo de las suyas en el flanco zurdo. El cuadro castellonense solo pudo dar un aviso muy leve por parte de Rossi antes de que llegase el primer tanto del partido...
Corría
el minuto 55 cuando Guillerme Siqueira se inventó un autopase en el
carril zurdo para meter un gran balón al área ante un Zapata que solo
pudo marcar con la mirada al lateral izquierdo. Allí, prácticamente
libre de marca, Uche esperaba el cuero para mandar un gran testarazo al fondo de la red,
convirtiendo el primer gol del Granada en Primera División desde hace
35 años que hacía justicia al esfuerzo del equipo andaluz.
Sorprendido
y con un equipo que lo pasaba mal sobre el césped sin encontrar su
fútbol habitual, Garrido empezó a hacer modificaciones para meter
dinamita en la sala de máquinas del Submarino: sacrificando poderío
defensivo, el técnico valenciano puso en el campo a De Guzmán, Nilmar y Camuñas para buscar imaginación en ataque.
Fruto de esos cambios, el Villarreal empezó a crear mucho más peligro aunque asumió varios riesgos atrás. El partido se abrió entonces, con algún contragolpe del Granada
que consiguió acercarse a los dominios de César, como una jugada de
Franco Jara que se olvidó de levantar la cabeza tras un error clamoroso
de Bruno.
Sin embargo, el conjunto visitante conseguiría alcanzar
su objetivo, una gran jugada de peligro: tras una caída dentro del área
muy dudosa de Nilmar, que se resbaló con su propia pierna, Siqueira vio cómo el colegiado decretaba penalti para desatar las iras del Estadio Nuevo Los Cármenes.
Era
el momento límite del partido, y Rossi asumió la responsabilidad de
lanzar desde los once metros. El delantero italiano se encaminó a
rematar a punto de hacer paradinha, pero su remate se marchó al palo saliendo disparado a los pies de De Guzmán, que solo y a puerta vacía remató fuera de forma inexplicable.
En
los últimos minutos los esquemas desaparecieron y el fútbol se
convirtió en una ruleta rusa capaz de dar el triunfo al Granada, con una
última gran ocasión de Jara, u otorgar el empate al Villarreal gracias a
un tiro de Rossi, que intentó resarcirse de su error. Sin embargo, no se movió el luminoso...
De
esta forma, el Villarreal queda en el pozo de la clasificación con un
solo punto de nueve posibles y tendrá que empezar a ganar de forma
urgente si no quiere que se le escapen sus rivales de "la otra Liga".
Por su parte, el Granada destierra las dudas con un Fabri que recupera su crédito y da un salto importante en la tabla obteniendo tres puntos de una tacada.
Pues el Villarreal si que le ha pasado factura la champions, y el Granada a lo grado 3 puntos,dando la campanada por ahora en esta jornada de liga.
por segunda vez en la temporada para recibir a dos equipos que todavía
no sabían lo que era la victoria en el presente campeonato de Liga.
El
Granada llegaba con muchas dudas al encuentro después de cosechar dos
derrotas no tan preocupantes por el resultado en sí al estar al
principio de curso futbolístico sino por las sensaciones dejadas por el conjunto de Fabri ante el Betis y el Málaga.
El
Villarreal, por su parte, disputaba el choque con solo un punto en su
casillero, tras empatar con el Sevilla en la última jornada y perder en
el estreno ante el Barcelona, y con el sabor amargo que el Bayern dejó al Submarino Amarillo en Liga de Campeones.
Precisamente
el último partido del conjunto castellonense estuvo muy presente en la
primera parte del encuentro. Mientras que el equipo de Juan Carlos
Garrido salió al césped teniendo que pagar cierta factura física del
compromiso europeo, el Granada mostró un cambio de actitud evidente respecto a sus últimos partidos con un nivel de intensidad muy superior al que había mostrado hasta ahora.
Sin grandes alardes, pero con mucho oficio, el equipo andaluz
comenzó a hacerse dueño del partido no tanto en la posesión, pero sí a
la hora de generar las ocasiones más claras del primer periodo cediendo una posesión ficticia al rival para buscar el contragolpe de la mano de dos puñales como Dani Benítez y Franco Jara.
Muy
pronto esa intensidad pasó factura al Granada, que se marchó con los
tres jugadores ubicados en la medular sancionados con cartulina
amarilla. Sin embargo, el balance ofensivo resultaba aceptable, con una
ocasión muy clara de Uche que César se encargó de desbaratar tras una gran incursión de Benítez por la banda izquierda, que dejó a Zapata atrás y metió un balón de oro que al final no fue aprovechado.
Tras
visitar vestuarios, el guión del partido siguió trazando el mismo
devenir. El Granada contestaba con intensidad y garra a un Villarreal
que no daba con la tecla para solventar la falta de movilidad y dejaba
muchísimas dudas en el plano anímico, mientras Dani Benítez seguía
haciendo de las suyas en el flanco zurdo. El cuadro castellonense solo pudo dar un aviso muy leve por parte de Rossi antes de que llegase el primer tanto del partido...
Corría
el minuto 55 cuando Guillerme Siqueira se inventó un autopase en el
carril zurdo para meter un gran balón al área ante un Zapata que solo
pudo marcar con la mirada al lateral izquierdo. Allí, prácticamente
libre de marca, Uche esperaba el cuero para mandar un gran testarazo al fondo de la red,
convirtiendo el primer gol del Granada en Primera División desde hace
35 años que hacía justicia al esfuerzo del equipo andaluz.
Sorprendido
y con un equipo que lo pasaba mal sobre el césped sin encontrar su
fútbol habitual, Garrido empezó a hacer modificaciones para meter
dinamita en la sala de máquinas del Submarino: sacrificando poderío
defensivo, el técnico valenciano puso en el campo a De Guzmán, Nilmar y Camuñas para buscar imaginación en ataque.
Fruto de esos cambios, el Villarreal empezó a crear mucho más peligro aunque asumió varios riesgos atrás. El partido se abrió entonces, con algún contragolpe del Granada
que consiguió acercarse a los dominios de César, como una jugada de
Franco Jara que se olvidó de levantar la cabeza tras un error clamoroso
de Bruno.
Sin embargo, el conjunto visitante conseguiría alcanzar
su objetivo, una gran jugada de peligro: tras una caída dentro del área
muy dudosa de Nilmar, que se resbaló con su propia pierna, Siqueira vio cómo el colegiado decretaba penalti para desatar las iras del Estadio Nuevo Los Cármenes.
Era
el momento límite del partido, y Rossi asumió la responsabilidad de
lanzar desde los once metros. El delantero italiano se encaminó a
rematar a punto de hacer paradinha, pero su remate se marchó al palo saliendo disparado a los pies de De Guzmán, que solo y a puerta vacía remató fuera de forma inexplicable.
En
los últimos minutos los esquemas desaparecieron y el fútbol se
convirtió en una ruleta rusa capaz de dar el triunfo al Granada, con una
última gran ocasión de Jara, u otorgar el empate al Villarreal gracias a
un tiro de Rossi, que intentó resarcirse de su error. Sin embargo, no se movió el luminoso...
De
esta forma, el Villarreal queda en el pozo de la clasificación con un
solo punto de nueve posibles y tendrá que empezar a ganar de forma
urgente si no quiere que se le escapen sus rivales de "la otra Liga".
Por su parte, el Granada destierra las dudas con un Fabri que recupera su crédito y da un salto importante en la tabla obteniendo tres puntos de una tacada.
Pues el Villarreal si que le ha pasado factura la champions, y el Granada a lo grado 3 puntos,dando la campanada por ahora en esta jornada de liga.