Aunque a Lluis Carreras no le guste admitirlo, su labor al frente del Sabadell lo está convirtiendo en el técnico de moda. El ex jugador de Barcelona -se crió en su cantera-, Atlético y Mallorca, entre otros, ha llevado al conjunto arlequinado a ser colíder de Segunda. "En La Masía aprendí valores que intentas aplicar no sólo en el deporte, sino en la vida: Trabajo, sentido común o ilusión", asegura Carreras a MARCA.
Su trabajo en los banquillos empezó en el club donde colgó las botas, el Alavés: "En los últimos años de carrera estás más para ayudar a los más jóvenes que para jugar, así que me saqué el título de entrenador y empecé a entrenar". Comenzó con los cadetes del club vitoriano hasta llegar al filial, en Tercera, del que se hizo cargo en la jornada 24 y no pudo evitar que descendiese. Ese mismo año recibió una oferta del Sabadell que no pudo resistir: "Las ganas con las que vinieron a por mí, la insistencia que mostraban en que debía ser yo el entrenador, hicieron que no pudiera negarme".
Y la apuesta de la Secretaría Técnica salió mejor que bien. En el primer año, Carreras logró devolver al Sabadell a la categoría de Plata, 18 años después. Esta temporada se ha convertido en el equipo revelación y despierta pasiones entre los entrenadores rivales por su arriesgada apuesta de juego. Sobre el secreto de este éxito, Carreras no duda: "La predisposición y el trabajo diario de los jugadores, las ganas que tienen de aprender". A sus 39 años, mantiene siempre un discurso coherente y huye de los halagos: "En el éxito de un equipo, el noventa y nueve por ciento son los jugadores, el entrenador es sólo un uno".
Asegura que no tiene un único referente: "He aprendido de todos: Toshack, Cúper, Víctor Muñoz, Aragonés, Cruyff… aunque los que más te marcan son los de tus inicios". Lo cierto es que suple su inexperiencia con "trabajo duro y mucha ilusión. Experiencia siempre me faltará", asegura. A Carreras le llueven los elogios, incluso hay quien compara el juego del Sabadell con el del Barça y, aunque dice que es un "orgullo", no está de acuerdo: "Ningún equipo puede jugar como el Barça". Respecto a su futuro, es prudente. Afirma no tener sueños y confía en que estará donde se "merezca". De momento, se está ganando el cielo.
Un todavía joven entrenador hecho en categorias menores que al frente del historico CE Sabadell está consiguiendo devolver la ilusión a todo un pueblo. Carreras implantó Su sistema que parece funcionar en Sabadell a las 1000 maravillas y tal vez incluso le sirva de trampolin para intentar una aventura que le permita triunfar en el fútbol profesional.
Su trabajo en los banquillos empezó en el club donde colgó las botas, el Alavés: "En los últimos años de carrera estás más para ayudar a los más jóvenes que para jugar, así que me saqué el título de entrenador y empecé a entrenar". Comenzó con los cadetes del club vitoriano hasta llegar al filial, en Tercera, del que se hizo cargo en la jornada 24 y no pudo evitar que descendiese. Ese mismo año recibió una oferta del Sabadell que no pudo resistir: "Las ganas con las que vinieron a por mí, la insistencia que mostraban en que debía ser yo el entrenador, hicieron que no pudiera negarme".
Y la apuesta de la Secretaría Técnica salió mejor que bien. En el primer año, Carreras logró devolver al Sabadell a la categoría de Plata, 18 años después. Esta temporada se ha convertido en el equipo revelación y despierta pasiones entre los entrenadores rivales por su arriesgada apuesta de juego. Sobre el secreto de este éxito, Carreras no duda: "La predisposición y el trabajo diario de los jugadores, las ganas que tienen de aprender". A sus 39 años, mantiene siempre un discurso coherente y huye de los halagos: "En el éxito de un equipo, el noventa y nueve por ciento son los jugadores, el entrenador es sólo un uno".
Asegura que no tiene un único referente: "He aprendido de todos: Toshack, Cúper, Víctor Muñoz, Aragonés, Cruyff… aunque los que más te marcan son los de tus inicios". Lo cierto es que suple su inexperiencia con "trabajo duro y mucha ilusión. Experiencia siempre me faltará", asegura. A Carreras le llueven los elogios, incluso hay quien compara el juego del Sabadell con el del Barça y, aunque dice que es un "orgullo", no está de acuerdo: "Ningún equipo puede jugar como el Barça". Respecto a su futuro, es prudente. Afirma no tener sueños y confía en que estará donde se "merezca". De momento, se está ganando el cielo.
Un todavía joven entrenador hecho en categorias menores que al frente del historico CE Sabadell está consiguiendo devolver la ilusión a todo un pueblo. Carreras implantó Su sistema que parece funcionar en Sabadell a las 1000 maravillas y tal vez incluso le sirva de trampolin para intentar una aventura que le permita triunfar en el fútbol profesional.