El gol de Iniesta en el minuto nueve restó solitario hasta bien
avanzada la segunda parte con el segundo de David Villa que daba fin a
un partido donde el balón del Barça no quiso entrar muy en parte
gracias al gran papel del Viktoria Pilzen
Guardiola ya lo dijo, y no es que no se fiase del Viktoria Pilzen, pero hay que temer aquello que no conoces
por lo que el de Sant Pedor salió con todo, con su equipo de gala,
aunque dejando alguna sorpresa de última hora con la suplencia de Puyol.
El Viktoria Pilzen por su parte con su alineación habitual con el
protagonismo en el extremo izquierdo a Pilar, el auto-denominado Messi
Checo y que sería el encargado de poner el peligro en el área culé.
Según el técnico barcelonista, el Viktoria que no es un equipo
demasiado defensivo viajó a la Ciudad Condal con defensa de cuatro y
línea de cinco en el medio campo para dejar más adelantado a su
delantero Bakos.
Mismo guión sin embargo, con el equipo checo bastante atrás,
defendiendo a conciencia a la espera de la ocasión del contragolpe. Al
igual que el Barça que con el balón en su poder como siempre, supo
esperar el momento en que apareciese el resquicio de entrada hacia la
portería del Viktoria en el minuto nueve. Messi habilita a Iniesta para
que con control orientado bata por primera vez al portero Cech antes
del primer cuarto de hora.
A partir de ahí un esbozo práctico de lo que vienen siendo los
partidos del FC Barcelona, aunque con una diferencia. A pesar de la
brillantez que consigue el Barça después del gol, con jugadas
maravillosas creadas por ejemplo por Andrés Iniesta, el Viktoria sigue
atacando sin complejos, lo que les permite su juego claro está.
Un ataque continuo sin premio aparente con un Barça
que al borde de la media hora ya había desperdiciado tres o cuatro
ocasiones de gol seguro y que el Viktoria Pilzen intentaba aprovechar
para hacer un poco de daño.
Tanto fue así que en pocos minutos, los checos protagonizaron una
avalancha ofensiva sorprendente haciendo sentir en sus propias carnes
al FC Barcelona lo que es ir detrás del balón.
El Barça se adornaba en exceso sin conseguir el
segundo gol al término de la primera parte, y dejando atacar al
Viktoria con total desparpajo siendo únicamente el propio límite
cualitativo el que le impidió poner el empate en el marcador a los
checos.
Primera parte que terminaba con un balón a la cruceta a través de un
tiro de falta de Leo Messi. Definitivamente no era el día de la
puntería culé, y mientras tanto el Viktoria al acecho.
Un calco del primer periodo en el primer cuarto de hora de los
segundos cuarenta y cinco minutos. El quiero y no puedo del Viktoria
Pilzen contrastaba con la parsimonia de inicio de los culés que seguían
encontrando portería pero sin mucha fortuna en el gol.
El letargo que sufría el partido únicamente inspiraba a Leo Messi que se sacaba un jugadón de la manga en el sesentay que sin angulo ni espacio manda de nuevo el balón al poste.
Mientras Pavel Vrba intentaba dar frescura a su delantera a la par
que acierto con la entrada de Duris por Bakos, mientras el balón del
Barça seguía paseándose una y otra vez por delante de la portería
checa.
La más increíble, con Messi de nuevo de protagonista con el reloj casi en el minuto setenta.
El argentino levantaba el balón por encima del portero magistralmente
pero sin de nuevo cantar el gol deseado. El balón se negaba a entrar.
Ese protagonismo recibió algunos momentos bruscos en los minutos
finales, viéndose el tobillo del crack culé algo perjudicado.
Precisamente sería después de hipotético penalti, con patada por detrás
cuando llega David Villa desde atrás y consigue marcar el gol que
tanto se esperaba desde el minuto nueve.
Un 2-0 que frenó definitivamente la pasión checa y
dejó al mando al FC Barcelona, mientras Guardiola aprovechaba para
realizar los cambios precisos para contener el juego por un lado y
finalizar el mismo del otro.
Resultado engañoso para el Barça que sudó más de la cuenta ante los “Desconocidos” del Grupo H.
Partido que parecia facil pero que le ha costado marcar, y hoy Messi no tuvo su dia es noticia.
avanzada la segunda parte con el segundo de David Villa que daba fin a
un partido donde el balón del Barça no quiso entrar muy en parte
gracias al gran papel del Viktoria Pilzen
Guardiola ya lo dijo, y no es que no se fiase del Viktoria Pilzen, pero hay que temer aquello que no conoces
por lo que el de Sant Pedor salió con todo, con su equipo de gala,
aunque dejando alguna sorpresa de última hora con la suplencia de Puyol.
El Viktoria Pilzen por su parte con su alineación habitual con el
protagonismo en el extremo izquierdo a Pilar, el auto-denominado Messi
Checo y que sería el encargado de poner el peligro en el área culé.
Según el técnico barcelonista, el Viktoria que no es un equipo
demasiado defensivo viajó a la Ciudad Condal con defensa de cuatro y
línea de cinco en el medio campo para dejar más adelantado a su
delantero Bakos.
Mismo guión sin embargo, con el equipo checo bastante atrás,
defendiendo a conciencia a la espera de la ocasión del contragolpe. Al
igual que el Barça que con el balón en su poder como siempre, supo
esperar el momento en que apareciese el resquicio de entrada hacia la
portería del Viktoria en el minuto nueve. Messi habilita a Iniesta para
que con control orientado bata por primera vez al portero Cech antes
del primer cuarto de hora.
A partir de ahí un esbozo práctico de lo que vienen siendo los
partidos del FC Barcelona, aunque con una diferencia. A pesar de la
brillantez que consigue el Barça después del gol, con jugadas
maravillosas creadas por ejemplo por Andrés Iniesta, el Viktoria sigue
atacando sin complejos, lo que les permite su juego claro está.
Un ataque continuo sin premio aparente con un Barça
que al borde de la media hora ya había desperdiciado tres o cuatro
ocasiones de gol seguro y que el Viktoria Pilzen intentaba aprovechar
para hacer un poco de daño.
Tanto fue así que en pocos minutos, los checos protagonizaron una
avalancha ofensiva sorprendente haciendo sentir en sus propias carnes
al FC Barcelona lo que es ir detrás del balón.
El Barça se adornaba en exceso sin conseguir el
segundo gol al término de la primera parte, y dejando atacar al
Viktoria con total desparpajo siendo únicamente el propio límite
cualitativo el que le impidió poner el empate en el marcador a los
checos.
Primera parte que terminaba con un balón a la cruceta a través de un
tiro de falta de Leo Messi. Definitivamente no era el día de la
puntería culé, y mientras tanto el Viktoria al acecho.
Un calco del primer periodo en el primer cuarto de hora de los
segundos cuarenta y cinco minutos. El quiero y no puedo del Viktoria
Pilzen contrastaba con la parsimonia de inicio de los culés que seguían
encontrando portería pero sin mucha fortuna en el gol.
El letargo que sufría el partido únicamente inspiraba a Leo Messi que se sacaba un jugadón de la manga en el sesentay que sin angulo ni espacio manda de nuevo el balón al poste.
Mientras Pavel Vrba intentaba dar frescura a su delantera a la par
que acierto con la entrada de Duris por Bakos, mientras el balón del
Barça seguía paseándose una y otra vez por delante de la portería
checa.
La más increíble, con Messi de nuevo de protagonista con el reloj casi en el minuto setenta.
El argentino levantaba el balón por encima del portero magistralmente
pero sin de nuevo cantar el gol deseado. El balón se negaba a entrar.
Ese protagonismo recibió algunos momentos bruscos en los minutos
finales, viéndose el tobillo del crack culé algo perjudicado.
Precisamente sería después de hipotético penalti, con patada por detrás
cuando llega David Villa desde atrás y consigue marcar el gol que
tanto se esperaba desde el minuto nueve.
Un 2-0 que frenó definitivamente la pasión checa y
dejó al mando al FC Barcelona, mientras Guardiola aprovechaba para
realizar los cambios precisos para contener el juego por un lado y
finalizar el mismo del otro.
Resultado engañoso para el Barça que sudó más de la cuenta ante los “Desconocidos” del Grupo H.
Partido que parecia facil pero que le ha costado marcar, y hoy Messi no tuvo su dia es noticia.