Rodrigo no basta para evitar el resbalón del Benfica
Un gol del hispano-brasileño Rodrigo Moreno no fue suficiente para el Benfica, que empató hoy a un gol en su feudo ante el Basilea suizo y cedió el liderato del Grupo C al Manchester United.
Los lisboetas, que podían haber garantizado su pase a octavos con un triunfo, tienen ocho puntos, los mismos que el United, mientras que los suizos suman cinco.
"Las águilas", lideradas por Rodrigo, firmaron una notable primera parte, pero se desmoronaron en la segunda a medida que su cerebro Aimar se diluyó.
El canterano del Real Madrid fue el espejo del delantero perfecto en la competición más exigente. Remate, velocidad, poder en el juego aéreo, capacidad de desmarque y garra fueron los codiciados atributos del hispano-brasileño.
Arropado por la indiscutible clase de los argentinos Pablo Aimar y Nico Gaitán, avisó en el primer minuto con un remate al poste. Fue el preludio del primer tanto, que sucedió tres minutos después cuando dio un sutil efecto parabólico a un balón suelto en el área.
Su certero remate evidenció lo que todo delantero de primera clase debe de tener: Olfato de gol y rapidez en la ejecución.
Pero, el punta, que sentó en el banquillo al paraguayo Oscar Cardozo -el máximo goleador extranjero en la historia del Benfica-, no paró ahí. Desafió a las torres suizas y peleó varios balones por tierra, mar (la noche lisboeta fue lluviosa) y aire.
A parte del poderoso Rodrigo, el Benfica celebró la mejor versión de Aimar, incansable en los apoyos y lúcido en el pase, y los exquisitos detalles de Gaitán, una estrella en ciernes.
Con este tridente y la férrea defensa liderada por el brasileño Luisao y el argentino Garay, bastó para que los lisboetas controlasen la primera parte sin demasiados sobresaltos. Apenas dos remates de Chipperfield y, sobre todo, uno de Frei, inquietaron a los locales.
Sin el español Nolito en el once -el brasileño Bruno César le ganó la partida-, el ataque lisboeta perdió empaque a medida que pasaba la euforia inicial y pasó a ser menos elaborado y más directo.
Las mejores ocasiones de los lusos apenas llegaron por el efecto sorpresa de sus laterales, especialmente del derecho del uruguayo Maxi Pereira.
Desgastado por su titánico esfuerzo, Aimar bajó su rendimiento y el poder de control de los locales se diluyó en el inicio de la segunda parte.
Los suizos consiguieron dibujar algunas jugadas de peligro y el gol visitante se barruntó en las húmedas gradas de la Luz. Shaqiri, el menudo extremo de origen albanés, rasgó la defensa contraria y ofreció un venenoso pase que no halló rematador. El propio Shaqiri repitió minutos después con un chute desviado.
El omnipresente Rodrigo intentó despertar a los suyos del letargo con dos remates: una volea y un cabezazo que detuvo Sommer. En vano. En el 63, una contra por la izquierda dejó un balón franco para el medio centro Huggel, quien empató la contienda.
El ariete español contraatacó en un desmarque bien visto por el belga Witsel, pero se escoró demasiado al esquivar al portero. El Benfica había bajado los brazos y su rival estaba más fuerte en todos los aspectos del juego. El entrenador Jorge Jesús, ausente en el banquillo por sanción, rescató a Cardozo en busca de un triunfo que valía unos octavos de final de la ''Champions''.
El efecto "Takuara" no era suficiente y Jesús quiso poner más pimienta en ataque con la entrada de Nolito. Los intentos locales fueron infructuosos y el Benfica deberá esperar a la próxima jornada en Old Trafford para sellar el pase a octavos.
el benfica empatado a puntos con el manchester united a ocho puntos