Si el tiempo, la autoridad o vayan a saber qué no lo impide, hoy está previsto en Nueva York que la NBA y el Sindicato de Jugadores (NBPA) se vuelvan a ver las caras para intentar acabar con el 'lockout', incluso con la presencia del mediador -el ínclito Cohen- que semanas atrás llegó a arrojar la toalla. Llevamos cuatro meses y cinco días de cierre patronal, innumerables reuniones, y el acuerdo para un nuevo colectivo en la NBA continúa encallado. Se habla de avances en diversos aspectos pero el tan manido -e importante- tema del reparto de ingresos (BRI) ha acabado haciendo zozobrar, por ahora, todas las expectativas.
Efecto de todo ello fue la suspensión, primero, de la pretemporada, luego del primer mes de competición...y la cosa puede ir a más incluso amenazar toda la temporada si no se llega a un acuerdo. Lo único cierto es que ese cierre patronal está suponiendo enormes pérdidas económicas para todo el entorno de la liga, las franquicias y, especialmente los jugadores, los principales actores de ese show llamado NBA que están empezando a dejar de percibir la parte proporcional de los ingresos previstos en sus contratos. Por poner unos ejemplos. Tomando como referencia lo firmado, Kobe Bryant lleva perdidos 4.6 millones de dólares durante el cierre patronal, Rashard Lewis, 4 millones, Tim Duncan 3.8, lo mismo que Kevin Garnett y Gilbert Arenas 3.5. Estamos hablando de 'primeros espadas¿ de la liga con contratos supermillonarios.
Pero entre los aproximadamente 450 jugadores que evolucionan en la liga no todos son 'cracks¿ pagados a nivel galáctico. También hay muchos pertenecientes a la llamada clase media y baja con emolumentos más reducidos. Y para ellos, dejar de percibir el talón de la parte proporcional de su contrato es todo un drama porque en la época de 'vacas gordas' se acostumbraron a vivir sin problemas...y sin ahorrar. "Muchos jugadores viven día a día" Jerry Stackhouse dixit. Algunos, como Delone West se tuvieron que poner a trabajar en una fábrica de muebles y otros como Jermaine O'Neal o Baron Davis -según informa Marca.com- pusieron a la venta sus casas.
Son los jugadores que aún no han decidido emprender la aventura europea para ganar unos cientos de miles de euros y equilibrar sus cuentas. Y ya se están empezando a poner a poner nerviosos porque el 'lockout' se alarga. A través de 'twitter' comenzaron algunos a expresar sus divergencias con la situación. Y de ahí a los hechos. Según la cadena ESPN 50 jugadores contactaron al margen de sus dirigentes para analizar futuras actuaciones en caso de que no se llegue a un acuerdo para desbloquear el 'lockout'. Y sobre la mesa la opción de las descertificación. ¿Que significa eso? Pues que los jugadores interpusieran una demanda en los tribunales para disolver el sindicato. A partir de ahí cada jugador entablaría una batalla legal con su franquicia. Un tema que depararía un escenario totalmente nuevo de imprevisibles consecuencias.
Lo cierto es que, pese a las llamadas de unidad, a día de hoy los nervios han cundido entre los jugadores que defienden intereses distintos según sea su situación contractual. Desde el sector duro que propone pelear al límite y que se alinea con Billy Hunter hasta el grupo que aboga por aquello de que 'es mejor un mal acuerdo que un buen pleito' que se encuadraría con lo que piensa, en teoría, Derek Fisher y que aspira a firmar, jugar y cobrar. Lucha de intereses.. Mientras, hoy, enésima reunión. Que Dios reparta suerte.
A Ver Si se llega a un Acuerdo entre Ambas Partes y Comienza la NBA.