A sus 36 primaveras, tras toda una vida como franjirrojo y en el epílogo de un 2011 que jamás será olvidado en Vallecas, Míchel despidió el año con una sensación tan desagradable como novedosa. Por primera vezen su carrera profesional, un árbitro osaba expulsar al gran capitán del Rayo, un modelo y ejemplo de comportamiento sobre el verde.
Delgado Ferreiro tiene desde el miércoles el dudoso honor de ser el único colegiado que mostró una tarjeta roja a Míchel. Fue a instancias
de su juez de línea, que le indicó que la leyenda franjirroja había saltado desde el banquillo reclamando un penalti en el último minuto.
"Levanté los brazos y quizá pisé el campo, pero no insulté a nadie ni dije nada malsonante. Deberían entender el momento, hay lances más importantes", sostiene Míchel.
Es increíble que no llevando ninguna roja en toda su carrera le echen una roja por este motivo, por protestar un penalti y tampoco de una forma tan brusca como lo protestó como para echarle una roja directa y más estando en el banquillo. La verdad que esto es otra muestra más de que los árbitros tienen acciones que son de délito penal incluso.
Delgado Ferreiro tiene desde el miércoles el dudoso honor de ser el único colegiado que mostró una tarjeta roja a Míchel. Fue a instancias
de su juez de línea, que le indicó que la leyenda franjirroja había saltado desde el banquillo reclamando un penalti en el último minuto.
"Levanté los brazos y quizá pisé el campo, pero no insulté a nadie ni dije nada malsonante. Deberían entender el momento, hay lances más importantes", sostiene Míchel.
Es increíble que no llevando ninguna roja en toda su carrera le echen una roja por este motivo, por protestar un penalti y tampoco de una forma tan brusca como lo protestó como para echarle una roja directa y más estando en el banquillo. La verdad que esto es otra muestra más de que los árbitros tienen acciones que son de délito penal incluso.