Mario Balotelli es un tipo muy peculiar. Lo es dentro del campo y lo es fuera. Y hay, pese a su juventud, muchas pruebas ya de esa evidencia. Su carácter díscolo lo ha metido en no pocos problemas, ya sea sobre el césped, ya sea como ciudadano normal.
Sin embargo, lo que ayer descubrió el diario sensacionalista The Sun se puede decir que es el episodio más amable de la tortuosa vida del delantero italiano, que está siendo habitual titular en los últimos onces de Roberto Mancini en el City.
Al parecer, Balo visitó un barrio modesto de Manchester en Nochebuena para la gran sorpresa de la gente presente. El excéntrico atacante del segundo equipo de la ciudad empezó la noche yendo a misa en una iglesia local, en concreto en St. John's Chorlton, junto a su novia. Allí empezó su noche generosa, pues dejó la no despreciable cifra de 230 euros para la colecta de la iglesia en la canastilla que se pasa a los feligreses presentes.
No se lo creían
Una fuente dijo a The Sun lo siguiente: "Nadie se lo podía creer cuando entró. La última cosa que se esperaba en la misa era ver llegar a una persona tan famosa como él, pero la verdad es que fue muy educado y encantador con todos. Y no quería protagonismo ninguno".
La peripecia no quedó ahí. Balotelli visitó luego un pub, The Tudor, en una zona llamada Peel Hall, otro barrio modesto de Manchester, dejando en la barra unos 1.150 euros -al cambio- para pagar las bebidas de toda la gente presente en el recinto. Allí pasó un par de horas charlando con la gente. Y eso que era un pub poco conocido y en pleno barrio obrero. Una fuente citada por el periódico sostuvo: "Mario fue muy normal. Todos querían hablar con él. Éste no es un pub elegante, así que fue una gran sorpresa cuando entró y lo vimos ahí, tan normal."
La noche más buena de Balo no acabó ahí. Luego dedicó un par de horas más a visitar otros bares modestos del barrio donde compró bebidas para todos, antes de dar un paseo común, junto a su novia, por un complejo pobre de casas protegidas en el barrio de Wythenshawe.
Al parecer, a raíz de este suceso, se ha sabido que esto no es algo que el italiano haya hecho por primera vez. En el pasado, Mario dio grandes cantidades de dinero a vagabundos en la calle. Es la otra cara de un tipo genial con o sin el balón, que tiene cosas incomprensibles y poco edificantes, pero que también protagoniza hechos como éste.
fuente: marca.com
Pd: Esta es la 42 ahora! jaja. La verdad el tio esta como una cabra pero se agradace que haga cosas como estas
Sin embargo, lo que ayer descubrió el diario sensacionalista The Sun se puede decir que es el episodio más amable de la tortuosa vida del delantero italiano, que está siendo habitual titular en los últimos onces de Roberto Mancini en el City.
Al parecer, Balo visitó un barrio modesto de Manchester en Nochebuena para la gran sorpresa de la gente presente. El excéntrico atacante del segundo equipo de la ciudad empezó la noche yendo a misa en una iglesia local, en concreto en St. John's Chorlton, junto a su novia. Allí empezó su noche generosa, pues dejó la no despreciable cifra de 230 euros para la colecta de la iglesia en la canastilla que se pasa a los feligreses presentes.
No se lo creían
Una fuente dijo a The Sun lo siguiente: "Nadie se lo podía creer cuando entró. La última cosa que se esperaba en la misa era ver llegar a una persona tan famosa como él, pero la verdad es que fue muy educado y encantador con todos. Y no quería protagonismo ninguno".
La peripecia no quedó ahí. Balotelli visitó luego un pub, The Tudor, en una zona llamada Peel Hall, otro barrio modesto de Manchester, dejando en la barra unos 1.150 euros -al cambio- para pagar las bebidas de toda la gente presente en el recinto. Allí pasó un par de horas charlando con la gente. Y eso que era un pub poco conocido y en pleno barrio obrero. Una fuente citada por el periódico sostuvo: "Mario fue muy normal. Todos querían hablar con él. Éste no es un pub elegante, así que fue una gran sorpresa cuando entró y lo vimos ahí, tan normal."
La noche más buena de Balo no acabó ahí. Luego dedicó un par de horas más a visitar otros bares modestos del barrio donde compró bebidas para todos, antes de dar un paseo común, junto a su novia, por un complejo pobre de casas protegidas en el barrio de Wythenshawe.
Al parecer, a raíz de este suceso, se ha sabido que esto no es algo que el italiano haya hecho por primera vez. En el pasado, Mario dio grandes cantidades de dinero a vagabundos en la calle. Es la otra cara de un tipo genial con o sin el balón, que tiene cosas incomprensibles y poco edificantes, pero que también protagoniza hechos como éste.
fuente: marca.com
Pd: Esta es la 42 ahora! jaja. La verdad el tio esta como una cabra pero se agradace que haga cosas como estas