La derrota del United ante el Blackburn ha dejado secuelas en el equipo de Manchester. Los puntos perdidos quedaron en anécdota tras conocerse que Rooney se enfrentó con Ferguson por escaparse junto a Gibson y Evans la noche del Boxing Day, tras la goleada por 5-0 ante el Wigan. Por eso, y no por unas presuntas molestias, el técnico escocés dejó sin jugar ni convocar a su estrella y le castigó con una multa de 240.000 euros (cantidad equivalente a una semana de sueldo del jugador).
Los actos de indisciplina del delantero no son novedad. Ni tampoco la disciplina que exige Ferguson a sus estrellas. Ya se enfrentó en su día con Beckham y Van Nistelrooy y, en 2010, otra bronca con Rooney estuvo a punto de propiciar la salida del inglés del United. Entonces, el escocés castigó al futbolista sin jugar aduciendo una lesión. El atacante lo negó, dijo que se sentía bien y llegó a forzar su salida: "Estoy harto y me quiero ir", dijo. Sin embargo, acabó renovando con el United para seguir acaparando portadas, unas veces por sus goles y otras por su vida fuera del fútbol. Así por ejemplo, en octubre, sentó muy mal que el futbolista celebrase su cumpleaños con una gran fiesta tan sólo unos días después de que su equipo fuese humillado con un 1-6 por sus vecinos del City.
Mañana estará ante el Newcastle
El delantero volverá a saltar el campo mañana para medirse al Newcastle, después de perderse el partido ante el Blackburn, en el que su equipo cayó estrepitosamente en Old Trafford por 2-3.
No jugó con el Blackburn y le multó con 240.000