Todos los países reflejan sus formas de sentir, sus conciencias y su manera de explicar la vida a partir, en clara generalidad, de sus clásicos.
No es lo mismo ser de Boca que de River, del Atleti que del Madrid, del
Betis que del Sevilla o del Barça que del Real Espanyol. No es lo mismo y tampoco en Lombardía.
Históricamente, el Internazionale implicaba un afán universalista, mientras que el Milan se reflejaba en la esencia italiana
para explicarse a sí mismo. El tiempo, la historia en sí misma y las
cambiantes coyunturas de las épocas, globalizaron las plantillas pero no la esencia misma de la forma de entender el juego.
Si pudiéramos encausar a uno y otro equipo, desde lo estilístico, aseguraríamos que la grandeza es, indudablemente, rossonera.
Sacchi, Van Basten, Maldini, Pirlo y hoy Zlatan Ibrahimovic, sobresalen como líderes espirituales de una misma forma de comprender y ejecutar el juego: la belleza como causa del resultado.
Del otro lado, desde el Helenio Herrera y su “en el fútbol no hay magia, sí pasión y lucha”, pasando por el gusto hacia lo germano –cuando Alemania ganaba con más físico que arte-, líderes de vestuario como Giuseppe Bergomi, entrenadores como el citado HH, Cúper, Mourinho, Rafa Benítez y ahora Ranieri, el Inter pasó su vida moderna por el ostracismo de los títulos hasta que el calciopoli le quitó de encima a la Juventus y al Milan. Solo y sin rivales volvió a reinar después de décadas.
La historia nos retrata a todos y en el fútbol aún más. Nadie puede negar el ideal pragmático del Inter a pesar de que su presidente Moratti se declarara un esteta. Por el contrario, en sus decisiones y las de su padre, reconocemos al equipo más pequeño de Milán en el resultadismo, conseguido circunstancialmente y en contadas ocasiones: Helenio y Mou, las excepciones que dejaron huella en forma de laureles.
Del otro lado del gusto y de la vida, el AC Milan se resume en la grandeza imperial de sus logros, y también en el legado que revolucionó el juego para concebirse como un todo ofensivo que descansa en el espectáculo para ser el club más laureado.
Vestuarios construidos desde la profesionalidad más absoluta, en su día con líderes ejemplares que siguen siendo parte del club como Franco Baresi y Paolo Maldini, y hoy gracias a la caballerosidad de Nesta y Seedorf, el club rossonero representa uno de los paradigmas más sobresalientes del fútbol de siempre. No es un detalle menor que nadie haya osado usar los números seis y tres de Baresi y Maldini, respectivamente. En silencio, el respeto por sus figuras es ancestral.-
Por tanto, este fin de semana se verán las caras el Milan o la grandeza eterna,
y el Inter, un club grande que no aspiró a la excelencia sino a ganar o
ganar. Y ya se sabe que, cuando sólo se quiere el resultado, si éste
no llega, no se tiene nada más. Vacío le llaman.
Partido interesante y que por supuesto habra enlaces en el foro para verlo,es uno de los derbys del calcio seguro que se vera un buen partido.
No es lo mismo ser de Boca que de River, del Atleti que del Madrid, del
Betis que del Sevilla o del Barça que del Real Espanyol. No es lo mismo y tampoco en Lombardía.
No hay Abismo en la grandeza |
Históricamente, el Internazionale implicaba un afán universalista, mientras que el Milan se reflejaba en la esencia italiana
para explicarse a sí mismo. El tiempo, la historia en sí misma y las
cambiantes coyunturas de las épocas, globalizaron las plantillas pero no la esencia misma de la forma de entender el juego.
Si pudiéramos encausar a uno y otro equipo, desde lo estilístico, aseguraríamos que la grandeza es, indudablemente, rossonera.
Sacchi, Van Basten, Maldini, Pirlo y hoy Zlatan Ibrahimovic, sobresalen como líderes espirituales de una misma forma de comprender y ejecutar el juego: la belleza como causa del resultado.
Del otro lado, desde el Helenio Herrera y su “en el fútbol no hay magia, sí pasión y lucha”, pasando por el gusto hacia lo germano –cuando Alemania ganaba con más físico que arte-, líderes de vestuario como Giuseppe Bergomi, entrenadores como el citado HH, Cúper, Mourinho, Rafa Benítez y ahora Ranieri, el Inter pasó su vida moderna por el ostracismo de los títulos hasta que el calciopoli le quitó de encima a la Juventus y al Milan. Solo y sin rivales volvió a reinar después de décadas.
Esfuerzo y Ejemplo | El Dios Nerazzurro | El Panzer Germano |
La historia nos retrata a todos y en el fútbol aún más. Nadie puede negar el ideal pragmático del Inter a pesar de que su presidente Moratti se declarara un esteta. Por el contrario, en sus decisiones y las de su padre, reconocemos al equipo más pequeño de Milán en el resultadismo, conseguido circunstancialmente y en contadas ocasiones: Helenio y Mou, las excepciones que dejaron huella en forma de laureles.
Del otro lado del gusto y de la vida, el AC Milan se resume en la grandeza imperial de sus logros, y también en el legado que revolucionó el juego para concebirse como un todo ofensivo que descansa en el espectáculo para ser el club más laureado.
La Elegancia | El tiempo hecho arte | El ejemplo del crack |
Vestuarios construidos desde la profesionalidad más absoluta, en su día con líderes ejemplares que siguen siendo parte del club como Franco Baresi y Paolo Maldini, y hoy gracias a la caballerosidad de Nesta y Seedorf, el club rossonero representa uno de los paradigmas más sobresalientes del fútbol de siempre. No es un detalle menor que nadie haya osado usar los números seis y tres de Baresi y Maldini, respectivamente. En silencio, el respeto por sus figuras es ancestral.-
Por tanto, este fin de semana se verán las caras el Milan o la grandeza eterna,
y el Inter, un club grande que no aspiró a la excelencia sino a ganar o
ganar. Y ya se sabe que, cuando sólo se quiere el resultado, si éste
no llega, no se tiene nada más. Vacío le llaman.
Partido interesante y que por supuesto habra enlaces en el foro para verlo,es uno de los derbys del calcio seguro que se vera un buen partido.