El Real Racing buscaba su tercera
victoria consecutiva en Liga. Con la necesidad de lograr afianzar la
tranquilidad, comenzaba en Santander un partido con dos equipos en alza y
con algo más de media entrada en El Sardinero. El gran ausente en los
locales era Pedro Munitis, pero fue Arana quien salió en su lugar. Juan
José González apostó por el 4-2-3-1. Con Diop y Colsa por delante de la
zaga y con el uruguayo Stuani en la punta de ataque.Mientras, Luis
García Plaza salió con la dupla ofensiva formada por Miku y Güiza. En
los primeros minutos, el Getafe fue agresivo y valiente. Llevó el ritmo de juego mientras los cántabros esperaban agazapados en defensa,
en plena guardia ante la salida fulgurante de los visitantes. Casquero
avisó a los ocho minutos con un disparo desde fuera del área que salió
cerca del palo de la portería de Toño. A los cántabros les rebosaban las
dudas al traspasar el centro del campo, pero un fallo defensivo en el
área azulona -tras un intento fallido de Rafa de ceder la pelota a Cata
Díaz- propició que Adrián robara el esférico y se lo cediese a Stuani para que marcara su quinto gol en la Liga.
Era
un jarro de agua fría para un Getafe ambicioso pero que pagaba muy caro
un despiste defensivo. Con el gol, los madrileños parecían aturdidos,
colapsados por esa desventaja en el marcador. A los diecisiete minutos,
Lopo entraba por el lesionado Rafa. Pronto, el conjunto de Luis García
Plaza empezó a espabilar y a retomar las riendas. En el diecinueve, Toño
tuvo que arrebatarle el gol a Güiza en un mano a mano. Poco después, Gavilán con la pierna izquierda sellaba el empate -en
el minuto veinticinco- tras un mal despeje de Colsa en el área pequeña.
Con la igualdad, el Real Racing era ahora el debilitado y al que le
dominaba la incertidumbre.
Los visitantes recuperaron confianza,
aunque las idas y venidas se seguían sucediendo. Había más goles que
fútbol cuando se cumplía la media hora de juego. En el treinta dos, los
santanderinos pidieron penalti tras una mano dudosa de Lopo dentro del
área. González González no vio nada. El encuentro entró en una fase donde el juego se acumulaba en el centro del campo,
pero donde los locales conseguían poner cerco a la portería de Moyá.
Incluso el uruguayo Stuani pudo adelantar a los cántabros en el cuarenta
tras ganarle la posición a Cata Díaz, pero su remate se marchó arriba.
Tres más tarde y antes de llegar al descanso, Barrada mandó el balón al
lateral de la portería de Toño tras una asistencia de Masilela.
La primera parte había sido empalagosa, poco vistosa. Más por inercia que por brillantez, Real Racing y Getafe estaban ofreciendo un reto de intenciones,
pero bastante irregular. Con la reanudación, Tziolis sustituía a Colsa.
El partido estaba muy abierto. El Getafe pudo adelantarse, pero Toño
volvió a realizar dos excepcionales intervenciones. Primero a Gavilán y
después a Güiza tras una agraciada asistencia de Miku. Justo después de
que los madrileños dieran el primer aviso, Jairo entraba por el goleador
Stuani. El Getafe atacaba con decencia y buscaba con insistencia el
gol. Mientras, los cántabros salían a la contra con mordiente y llevaban
el peligro en las jugadas a balón parada. Fue el Cata Díaz quien salvó a
su equipo cuando un disparo de Álvaro golpeó en el cuerpo del defensa.
En el sesenta y uno, Pedro León tomaba el relevo de Gavilán. El ex del Real Madrid aportó velocidad.
Los visitantes apretaban el acelerador y Valera estuvo a punto de
marcar tras un saque de esquina. Los locales se arrinconaban en defensa y
el Getafe aprovechaba para llevar las riendas y poner en peligro la
portería santanderina. Con la entrada de Kennedy y la salida de Arana,
el Real Racing trataba de dar un lavado de cara a su ataque, pero no
encontraba el equilibrio ni con la pelota ni sin ella. Mientras, los de
Luis García Plaza continuaban incomodando a un equipo cántabro
desconcertado y con muchas imprecisiones.
En el setenta y uno,
Adrián tuvo una de las ocasiones más claras de la segunda mitad pero no
acertó ante la portería de Toño. Tres más tarde, Miku se volvió a topar
con el portero racinguista. A quince minutos para llegar a los noventas,
el Real Racing empezó a espabilar y a llegar tímidamente sobre la meta
de Moyá. Muestra de esa leve mejoría fue la clara ocasión que tuvo
Acosta para marcar, pero el disparo del delantero argentino fue
interceptado por el portero del Getafe. Casi de milagro el empate seguía
vigente en el marcador. El encuentro era eléctrico, vertiginoso. Tanto
que en el ochenta y tres Miku lograba el gol (1-2). Era el premio ante la insistencia de los visitantes.
Con
el agua al cuello, los locales trataron de evitar una derrota que se
convertía en un gran problema, en un paso atrás en sus aspiraciones.
Pelotazo arriba y a buscar un rematador. Podía en el Real Racing más el
ímpetu que la finura. Tziolis tuvo el empate en el ochenta y nueve,
pero Moyá evitó el tanto del griego. A la desesperada, los locales no
lograron igualar el encuentro y tres puntos vitales que consigue el
Getafe fuera de casa.
Bueno se rompio la racha en el Racing, y el Getafe se llevo 3 puntos muy importante por ser rivales en la misma liga.
victoria consecutiva en Liga. Con la necesidad de lograr afianzar la
tranquilidad, comenzaba en Santander un partido con dos equipos en alza y
con algo más de media entrada en El Sardinero. El gran ausente en los
locales era Pedro Munitis, pero fue Arana quien salió en su lugar. Juan
José González apostó por el 4-2-3-1. Con Diop y Colsa por delante de la
zaga y con el uruguayo Stuani en la punta de ataque.Mientras, Luis
García Plaza salió con la dupla ofensiva formada por Miku y Güiza. En
los primeros minutos, el Getafe fue agresivo y valiente. Llevó el ritmo de juego mientras los cántabros esperaban agazapados en defensa,
en plena guardia ante la salida fulgurante de los visitantes. Casquero
avisó a los ocho minutos con un disparo desde fuera del área que salió
cerca del palo de la portería de Toño. A los cántabros les rebosaban las
dudas al traspasar el centro del campo, pero un fallo defensivo en el
área azulona -tras un intento fallido de Rafa de ceder la pelota a Cata
Díaz- propició que Adrián robara el esférico y se lo cediese a Stuani para que marcara su quinto gol en la Liga.
Era
un jarro de agua fría para un Getafe ambicioso pero que pagaba muy caro
un despiste defensivo. Con el gol, los madrileños parecían aturdidos,
colapsados por esa desventaja en el marcador. A los diecisiete minutos,
Lopo entraba por el lesionado Rafa. Pronto, el conjunto de Luis García
Plaza empezó a espabilar y a retomar las riendas. En el diecinueve, Toño
tuvo que arrebatarle el gol a Güiza en un mano a mano. Poco después, Gavilán con la pierna izquierda sellaba el empate -en
el minuto veinticinco- tras un mal despeje de Colsa en el área pequeña.
Con la igualdad, el Real Racing era ahora el debilitado y al que le
dominaba la incertidumbre.
Los visitantes recuperaron confianza,
aunque las idas y venidas se seguían sucediendo. Había más goles que
fútbol cuando se cumplía la media hora de juego. En el treinta dos, los
santanderinos pidieron penalti tras una mano dudosa de Lopo dentro del
área. González González no vio nada. El encuentro entró en una fase donde el juego se acumulaba en el centro del campo,
pero donde los locales conseguían poner cerco a la portería de Moyá.
Incluso el uruguayo Stuani pudo adelantar a los cántabros en el cuarenta
tras ganarle la posición a Cata Díaz, pero su remate se marchó arriba.
Tres más tarde y antes de llegar al descanso, Barrada mandó el balón al
lateral de la portería de Toño tras una asistencia de Masilela.
La primera parte había sido empalagosa, poco vistosa. Más por inercia que por brillantez, Real Racing y Getafe estaban ofreciendo un reto de intenciones,
pero bastante irregular. Con la reanudación, Tziolis sustituía a Colsa.
El partido estaba muy abierto. El Getafe pudo adelantarse, pero Toño
volvió a realizar dos excepcionales intervenciones. Primero a Gavilán y
después a Güiza tras una agraciada asistencia de Miku. Justo después de
que los madrileños dieran el primer aviso, Jairo entraba por el goleador
Stuani. El Getafe atacaba con decencia y buscaba con insistencia el
gol. Mientras, los cántabros salían a la contra con mordiente y llevaban
el peligro en las jugadas a balón parada. Fue el Cata Díaz quien salvó a
su equipo cuando un disparo de Álvaro golpeó en el cuerpo del defensa.
En el sesenta y uno, Pedro León tomaba el relevo de Gavilán. El ex del Real Madrid aportó velocidad.
Los visitantes apretaban el acelerador y Valera estuvo a punto de
marcar tras un saque de esquina. Los locales se arrinconaban en defensa y
el Getafe aprovechaba para llevar las riendas y poner en peligro la
portería santanderina. Con la entrada de Kennedy y la salida de Arana,
el Real Racing trataba de dar un lavado de cara a su ataque, pero no
encontraba el equilibrio ni con la pelota ni sin ella. Mientras, los de
Luis García Plaza continuaban incomodando a un equipo cántabro
desconcertado y con muchas imprecisiones.
En el setenta y uno,
Adrián tuvo una de las ocasiones más claras de la segunda mitad pero no
acertó ante la portería de Toño. Tres más tarde, Miku se volvió a topar
con el portero racinguista. A quince minutos para llegar a los noventas,
el Real Racing empezó a espabilar y a llegar tímidamente sobre la meta
de Moyá. Muestra de esa leve mejoría fue la clara ocasión que tuvo
Acosta para marcar, pero el disparo del delantero argentino fue
interceptado por el portero del Getafe. Casi de milagro el empate seguía
vigente en el marcador. El encuentro era eléctrico, vertiginoso. Tanto
que en el ochenta y tres Miku lograba el gol (1-2). Era el premio ante la insistencia de los visitantes.
Con
el agua al cuello, los locales trataron de evitar una derrota que se
convertía en un gran problema, en un paso atrás en sus aspiraciones.
Pelotazo arriba y a buscar un rematador. Podía en el Real Racing más el
ímpetu que la finura. Tziolis tuvo el empate en el ochenta y nueve,
pero Moyá evitó el tanto del griego. A la desesperada, los locales no
lograron igualar el encuentro y tres puntos vitales que consigue el
Getafe fuera de casa.
Bueno se rompio la racha en el Racing, y el Getafe se llevo 3 puntos muy importante por ser rivales en la misma liga.