El cansancio físico debido a la serie de
partidos de las últimas semanas está afectando al juego de los
blanquiazules. Se notó desde el primer minuto de partido que los de
Pochetino no estaban finos. El técnico argentino apostó de nuevo por un
trivote con Forlín, Baena y Romaric con Verdú de enganche y Weiss y Rui Fonte en punta. No era fluído el juego de los locales. El Mallorca salió a presionar arriba pero fue un espejismo.
La mala suerte que está acompañando a los bermellones estos últimos días continuó ayer. Corría el minuto 19 cuando Aouate, tras ser golpeado por su propio defensa, dejó el balón franco para que Weiss anotara el gol más fácil de su vida. Sin hacer prácticamente nada el Espanyol iba ganando en un partido flojo y sin ritmo.
Pero
lo bueno llegó en la segunda mitad. Apenas habían pasado 40 segundos (y
tras entrar Pina y Ogunjini por parte del Mallorca buscando la
remontada) cuando Aouate fue injustamente expulsado. El árbitro fu el
único que vio la falta del guardameta sobre Rui Fonte. Entró el
guardameta suplente Calatayud por Alfaro. Todo hacía pensar que el partido sería plácido para los locales pero fue todo lo contrario.
Tras
la expulsión el Mallorca se soltó ante un Espanyol que se cerró atrás
cediendo la posesión y las ocasiones a los bermellones. Y a punto estuvo
de empatar Ogunjini pero Kiko Casilla realizó una gran parada ( y ya
van unas cuantas en los últimos partidos). La banda derecha del
Mallorca, con Castro como protagonista, era una autopista ante la
pasividad en la defensa blanquiazul en la que Galán las veía pasar.
Pochettino decidió reforzar a su equipo y dio entrada a Cristian Gómez y Thievy.
Sí hubo unos minutos en los que el Espanyol recuperó la posesión pero
en la recta final de nuevo fueron los baleares quien se volcaron en
ataque. Los nervios invadieron de nuevo Cornellà pero entre los errores
de los visitantes y de nuevo una gran parada de Kiko Casilla evitaron el
empate. Tres puntos de oro para un Espanyol flojo que sufrió más de lo debido ante un Mallorca con diez.
merecio llevarse algo el Mallorca que jugo el mejor partido de visitante pero pago caro un error defensivo y otras circustancias abversas que tuvo encontra.
partidos de las últimas semanas está afectando al juego de los
blanquiazules. Se notó desde el primer minuto de partido que los de
Pochetino no estaban finos. El técnico argentino apostó de nuevo por un
trivote con Forlín, Baena y Romaric con Verdú de enganche y Weiss y Rui Fonte en punta. No era fluído el juego de los locales. El Mallorca salió a presionar arriba pero fue un espejismo.
La mala suerte que está acompañando a los bermellones estos últimos días continuó ayer. Corría el minuto 19 cuando Aouate, tras ser golpeado por su propio defensa, dejó el balón franco para que Weiss anotara el gol más fácil de su vida. Sin hacer prácticamente nada el Espanyol iba ganando en un partido flojo y sin ritmo.
Pero
lo bueno llegó en la segunda mitad. Apenas habían pasado 40 segundos (y
tras entrar Pina y Ogunjini por parte del Mallorca buscando la
remontada) cuando Aouate fue injustamente expulsado. El árbitro fu el
único que vio la falta del guardameta sobre Rui Fonte. Entró el
guardameta suplente Calatayud por Alfaro. Todo hacía pensar que el partido sería plácido para los locales pero fue todo lo contrario.
Tras
la expulsión el Mallorca se soltó ante un Espanyol que se cerró atrás
cediendo la posesión y las ocasiones a los bermellones. Y a punto estuvo
de empatar Ogunjini pero Kiko Casilla realizó una gran parada ( y ya
van unas cuantas en los últimos partidos). La banda derecha del
Mallorca, con Castro como protagonista, era una autopista ante la
pasividad en la defensa blanquiazul en la que Galán las veía pasar.
Pochettino decidió reforzar a su equipo y dio entrada a Cristian Gómez y Thievy.
Sí hubo unos minutos en los que el Espanyol recuperó la posesión pero
en la recta final de nuevo fueron los baleares quien se volcaron en
ataque. Los nervios invadieron de nuevo Cornellà pero entre los errores
de los visitantes y de nuevo una gran parada de Kiko Casilla evitaron el
empate. Tres puntos de oro para un Espanyol flojo que sufrió más de lo debido ante un Mallorca con diez.
merecio llevarse algo el Mallorca que jugo el mejor partido de visitante pero pago caro un error defensivo y otras circustancias abversas que tuvo encontra.