El Betis no se fía del colista: si es pequeño, hay rival
Una de las frases más manidas en el mundo del fútbol es la que dice que no hay rival pequeño. Unas palabras con las que, muy a menudo, se pone de manifiesto que no hay que confiarse ante adversarios que en teoría son inferiores, están peor clasificados o, simplemente, viven un mal momento. Pero si esta frase sale de un jugador del Betis cobra verdadero sentido. Y es que uno de los grandes males que tiene esta temporada el conjunto de Pepe Mel es que ante contrincantes de su mismo nivel no está dando la talla. Sólo hay que ver que en lo que va de Liga el Betis ha dejado escapar los tres puntos ante el Getafe, el Rayo Vallecano o la Real Sociedad, entre otros, todos rivales por la permanencia. Y también perdió el Betis ante sus cuatro inmediatos perseguidores en la clasificación: el Villarreal y el Racing en la ida, y el Mallorca y el Granada en la vuelta. En total, siete derrotas ante enemigos directos, a las que habría que sumar la eliminación de la Copa del Rey a manos del Córdoba, un segunda.
Sorprendentemente, mucho mejor ha estado el Betis ante rivales de mayor entidad. Por ejemplo, en el Santiago Bernabéu y en el Camp Nou, pese a que cayó, ofreció una buena imagen. También lo hizo en las dos victorias ante el Athletic Club, o en su reacción después de la serie maldita de diez jornadas seguidas sin ganar, de la que salió remontando el partido ante el Valencia y venciendo en un campo tan complicado como el Vicente Calderón.
Ahora toca medirse al Zaragoza, que es el colista de Primera y vive una situación bastante compleja. En lo institucional, las aguas están revueltas en La Romareda. Pero no peor están las cosas en lo deportivo, ya que el conjunto maño está a diez puntos del Granada, equipo que actualmente marca el límite entre la salvación y el descenso, y apenas tiene margen de error en su lucha por salvar la categoría. Entrenado por Manolo Jiménez, el Zaragoza afronta el partido después de vencer a domicilio al Español y, por tanto, con algo más de moral. Y hace bien el Betis concediéndole al encuentro la importancia que tiene, para así, de una vez por todas, cerrar el debate que existe en torno a si a los futbolistas les falta implicación en partidos en los que, sobre el papel, se sienten favoritos o con más opciones de vencer. Las palabras de Cañas este jueves van en este sentido: "Afrontamos el partido con la misma intensidad que la semana pasada; que nadie piense que porque el Zaragoza esté en descenso el Betis va a ganar con la gorra", ha dicho el de Rota, que, como el resto de compañeros, no encuentra explicación a los cambios de imagen del equipo.
Por lo tanto, se antoja fundamental que el Betis se tome el partido en suelo aragonés como si de una final se tratase, como si enfrente estuviese el Barcelona o el Real Madrid, el Valencia, el Atlético, el Sevilla o el Athletic. El primer paso es la actitud, por eso es primordial que todos los jugadores verdiblancos sean conscientes de que este tipo de duelos tiene más relevancia, incluso, que los choques ante conjuntos de mayor enjundia, toda vez que en duelos directos la victoria implica que el enemigo no sume puntos.
Una de las frases más manidas en el mundo del fútbol es la que dice que no hay rival pequeño. Unas palabras con las que, muy a menudo, se pone de manifiesto que no hay que confiarse ante adversarios que en teoría son inferiores, están peor clasificados o, simplemente, viven un mal momento. Pero si esta frase sale de un jugador del Betis cobra verdadero sentido. Y es que uno de los grandes males que tiene esta temporada el conjunto de Pepe Mel es que ante contrincantes de su mismo nivel no está dando la talla. Sólo hay que ver que en lo que va de Liga el Betis ha dejado escapar los tres puntos ante el Getafe, el Rayo Vallecano o la Real Sociedad, entre otros, todos rivales por la permanencia. Y también perdió el Betis ante sus cuatro inmediatos perseguidores en la clasificación: el Villarreal y el Racing en la ida, y el Mallorca y el Granada en la vuelta. En total, siete derrotas ante enemigos directos, a las que habría que sumar la eliminación de la Copa del Rey a manos del Córdoba, un segunda.
Sorprendentemente, mucho mejor ha estado el Betis ante rivales de mayor entidad. Por ejemplo, en el Santiago Bernabéu y en el Camp Nou, pese a que cayó, ofreció una buena imagen. También lo hizo en las dos victorias ante el Athletic Club, o en su reacción después de la serie maldita de diez jornadas seguidas sin ganar, de la que salió remontando el partido ante el Valencia y venciendo en un campo tan complicado como el Vicente Calderón.
Ahora toca medirse al Zaragoza, que es el colista de Primera y vive una situación bastante compleja. En lo institucional, las aguas están revueltas en La Romareda. Pero no peor están las cosas en lo deportivo, ya que el conjunto maño está a diez puntos del Granada, equipo que actualmente marca el límite entre la salvación y el descenso, y apenas tiene margen de error en su lucha por salvar la categoría. Entrenado por Manolo Jiménez, el Zaragoza afronta el partido después de vencer a domicilio al Español y, por tanto, con algo más de moral. Y hace bien el Betis concediéndole al encuentro la importancia que tiene, para así, de una vez por todas, cerrar el debate que existe en torno a si a los futbolistas les falta implicación en partidos en los que, sobre el papel, se sienten favoritos o con más opciones de vencer. Las palabras de Cañas este jueves van en este sentido: "Afrontamos el partido con la misma intensidad que la semana pasada; que nadie piense que porque el Zaragoza esté en descenso el Betis va a ganar con la gorra", ha dicho el de Rota, que, como el resto de compañeros, no encuentra explicación a los cambios de imagen del equipo.
Por lo tanto, se antoja fundamental que el Betis se tome el partido en suelo aragonés como si de una final se tratase, como si enfrente estuviese el Barcelona o el Real Madrid, el Valencia, el Atlético, el Sevilla o el Athletic. El primer paso es la actitud, por eso es primordial que todos los jugadores verdiblancos sean conscientes de que este tipo de duelos tiene más relevancia, incluso, que los choques ante conjuntos de mayor enjundia, toda vez que en duelos directos la victoria implica que el enemigo no sume puntos.
El Desmarque Sevilla
Tienen toda la razon al comentar que el Zaragoza a pesar de ser el colista no puedes jugar pensando que es inferior, a estas alturas no hay equipos pequeños.