Marcelo Bielsa
¿Le cuento cómo conocí a Bielsa? Es una historia del año 1987.
Marcelo estaba haciendo un recorrido por todo el interior de Argentina,
viendo futbolistas de temprana edad y pasó por mi pueblo. Era una noche
fría y estábamos todos ya en la cama. Llamó a la puerta de mi casa, ¡a
la una de la mañana! Mis padres no sabían quién era. Les cuenta que
trabaja en el Newell's Old Boys de Rosario pero a los cinco minutos no
sabía qué más decirles a mis padres, ya les tenía convencidos para que fuera a hacer unas pruebas y les suelta, ¿podemos ver al niño?
Anécdota del Loco
Ya ves. Mis padres, todo orgullosos, le meten en la habitación. Yo estaba todo tapado y dice, ¿podemos ver el cuerpo? Me destapa mi madre y dice Marcelo: "¡Qué pinta de futbolista!".
Años después, el día de mi debut con la selección ante Holanda, Marcelo
era el seleccionador y me vio que estaba con mi mujer y mi hijo grande,
Sebastián, dormido en el hall del hotel. Y me pide que le destape las
piernas y se empieza a reír. "Mira - nos dice- les voy a contar un
secreto: después de convencer a tus padres para que vinieras a hacerte
una prueba, les pedí que me enseñaran qué planta tenías. Y dije: este
chaval será internacional. En realidad, me miré con Jorge Griffa que iba
conmigo y todo lo que vi fue un chaval gordito, con piernas gorditas".
Definición como entrenador
Estuve con Marcelo en Newell's Old Boys, primero en las divisiones
inferiores, después en el primer equipo, salimos campeones de Argentina,
después en la selección argentina. Me ha marcado mucho y quizás hay
rasgos suyos que he interiorizado. Hay otras cosas que no, te digo con total humildad que somos dos personalidades muy diferentes.
¿Cómo me defino? Quizá otros sean mejores jueces, pero soy un
entrenador, una persona con los pies en la tierra. Es verdad que se dice
"dime de qué presumes y te diré de qué careces, ¿no?". Creo que me define el trabajo, intento ser humilde.
Me gusta el buen trato al balón, el juego de asociación con ese toque
de agresividad y de audacia que deben tener los equipos modernos. Hay
que imprimir carácter y valentía a tus jugadores a partir de la
confianza, la autoestima. Además la gestión del grupo es fundamental.
Los entrenadores somos mitad eso y mitad directores de equipos,
docentes, formadores. El entrenador debe responder a cientos de
preguntas todos los días, así que mejor ser consecuente con lo que uno piensa: eso te ayuda a equivocarte lo menos posible.
Para mi uno de los mejores entrenadores de primera division ahora no se como le iria en un grande.