Los rojiblancos empatan en un choque con tres goles en siete minutos y zanjan su mala racha en Villarreal.
Villarreal y Athletic se exigían el triunfo. Los amarillos para meter cinco puntos a la zona de descenso y despertar por fin de la pesadilla de esta campaña. Los rojiblancos para asaltar la zona de Liga de Campeones que tanto se les resiste y de paso acabar con su pésima racha en El Madrigal donde había caído en sus últimas siete visitas.
Sin embargo, a los dos equipos no les quedó otro remedio que aceptar el empate. Cada uno se agarró a la camiseta de su jugador más emblemático. Los castellonenses a Senna y los vascos a Llorente, autores de los dos primeros goles. Los dos últimos fueron cortesía de los porteros en un partido que futbolísticamente fue precioso.
Después de marcar tres tantos al Málaga en la pasada jornada, se repitió otro partido loco para el Athletic, ésta vez con tres goles en siete minutos. Empató Llorente (m.62), adelantó Susaeta a los rojiblancos (m.67), pero Nilmar (m.69) sacó provecho de un rechace en corto de Iraizoz para empatar.
El choque dejó una vez más claro que el Athletic sufre un síndrome llamado ‘Llorentedependencia’. Por muy académico que sea su juego con Bielsa, el equipo necesita al riojano, pieza vital para asustar al rival.
Llorente inició desde el banquillo el partido del día de su 27 cumpleaños. Bielsa sabe que arrastra molestias y quiere reservarle. Pero una vez más ha quedado claro en Villarreal que el equipo sin él es la mitad en ataque. Faltaban también los sancionados De Marcos y Muniain. El técnico rojiblanco intentó recomponer la situación con cambios en las bandas, Susaeta por la izquierda y David López por la derecha. El eibarrés estuvo perdido en la primera parte y el riojano solo apareció a balón parado. Para colmo, Toquero era un medio punta sin punta.
Como era de prever, Bielsa intervino en el descanso. David López dejó su sitio a Llorente, que finalmente solo tuvo un descanso de 45 minutos. Con el riojano en la segunda parte y Toquero en banda derecha, el ataque rojiblanco cobró más sentido.
Y apareció el peligro en jugadas que no fueran a balón parado, como una en el minuto 53 en el que ganó la posición a Gonzalo para rematar de cabeza fuera. Fue su aviso previo al gol, un tanto en el que remató un certero centro desde la derecha de Toquero.
La salida de Llorente tuvo además el efecto de la declaración de intenciones. El Athletic iba a por el partido. El Villarreal comprendió que debía olvidarse de vivir tan relajado como en la primera parte, en donde Senna había gobernado a placer y había adelantado de falta a su equipo.
El partido se estremeció con el tanto de Llorente. Las defensas comenzaron a temblar. Estaba prohibido rendirse para los dos equipos. Susaeta se desmarcó bien, pero lanzó al muñeco, aunque Diego López dejó pasar la pelota. El Athletic ya tenía su puesto de Liga de Campeones, pero un deficiente rechace de Iraizoz dejó la pelota a Nilmar para empatar. Otro partido loco para un Athletic al que al final le faltó frialdad para rematar. Eso y un árbitro que hubiera visto el claro penalti que Senna cometió sobre Llorente.
Partido Igualadísimo ante el Villarreal en el Madrigal,un empate a Dos,que la Verdad Siempre está Bien Sumar Puntos y Sobre Todo Fuéra de San Mamés,de Momento el Athletic esta quinto en la Tabla Clasificatória pero este Equipo es Y será de Champions.
Villarreal y Athletic se exigían el triunfo. Los amarillos para meter cinco puntos a la zona de descenso y despertar por fin de la pesadilla de esta campaña. Los rojiblancos para asaltar la zona de Liga de Campeones que tanto se les resiste y de paso acabar con su pésima racha en El Madrigal donde había caído en sus últimas siete visitas.
Sin embargo, a los dos equipos no les quedó otro remedio que aceptar el empate. Cada uno se agarró a la camiseta de su jugador más emblemático. Los castellonenses a Senna y los vascos a Llorente, autores de los dos primeros goles. Los dos últimos fueron cortesía de los porteros en un partido que futbolísticamente fue precioso.
Después de marcar tres tantos al Málaga en la pasada jornada, se repitió otro partido loco para el Athletic, ésta vez con tres goles en siete minutos. Empató Llorente (m.62), adelantó Susaeta a los rojiblancos (m.67), pero Nilmar (m.69) sacó provecho de un rechace en corto de Iraizoz para empatar.
El choque dejó una vez más claro que el Athletic sufre un síndrome llamado ‘Llorentedependencia’. Por muy académico que sea su juego con Bielsa, el equipo necesita al riojano, pieza vital para asustar al rival.
Llorente inició desde el banquillo el partido del día de su 27 cumpleaños. Bielsa sabe que arrastra molestias y quiere reservarle. Pero una vez más ha quedado claro en Villarreal que el equipo sin él es la mitad en ataque. Faltaban también los sancionados De Marcos y Muniain. El técnico rojiblanco intentó recomponer la situación con cambios en las bandas, Susaeta por la izquierda y David López por la derecha. El eibarrés estuvo perdido en la primera parte y el riojano solo apareció a balón parado. Para colmo, Toquero era un medio punta sin punta.
Como era de prever, Bielsa intervino en el descanso. David López dejó su sitio a Llorente, que finalmente solo tuvo un descanso de 45 minutos. Con el riojano en la segunda parte y Toquero en banda derecha, el ataque rojiblanco cobró más sentido.
Y apareció el peligro en jugadas que no fueran a balón parado, como una en el minuto 53 en el que ganó la posición a Gonzalo para rematar de cabeza fuera. Fue su aviso previo al gol, un tanto en el que remató un certero centro desde la derecha de Toquero.
La salida de Llorente tuvo además el efecto de la declaración de intenciones. El Athletic iba a por el partido. El Villarreal comprendió que debía olvidarse de vivir tan relajado como en la primera parte, en donde Senna había gobernado a placer y había adelantado de falta a su equipo.
El partido se estremeció con el tanto de Llorente. Las defensas comenzaron a temblar. Estaba prohibido rendirse para los dos equipos. Susaeta se desmarcó bien, pero lanzó al muñeco, aunque Diego López dejó pasar la pelota. El Athletic ya tenía su puesto de Liga de Campeones, pero un deficiente rechace de Iraizoz dejó la pelota a Nilmar para empatar. Otro partido loco para un Athletic al que al final le faltó frialdad para rematar. Eso y un árbitro que hubiera visto el claro penalti que Senna cometió sobre Llorente.
Partido Igualadísimo ante el Villarreal en el Madrigal,un empate a Dos,que la Verdad Siempre está Bien Sumar Puntos y Sobre Todo Fuéra de San Mamés,de Momento el Athletic esta quinto en la Tabla Clasificatória pero este Equipo es Y será de Champions.