POZUELO ENTRENA CON EL FILIAL PORQUE SE PELEÓ CON ROBERTO RÍOS
Detrás de los entrenamientos de Pozuelo con el filial no sólo hay una absurda pérdida de pelota en el pasado partido en casa ante el Espanyol, sino algo más grave, que ha obligado a Pepe Mel a apartar al jugador del primer equipo. La situación que se vivió en el vestuario, según informan varios medios y ha podido corroborar esta redacción, tras ese encuentro fue de máxima tensión. Nada más entrar en el vestuario, con el tiro de Pandiani recién dado, compañeros y miembros del cuerpo técnico recriminaron a Pozuelo que rifara esa pelota en un minuto clave y que se quedara prácticamente parado cuando la perdió. Lo normal, después de encajar un duro golpe. Lo que nadie esperaba, y especialmente el segundo entrenador Roberto Ríos, fue la actitud del canterano, que en lugar de agachar la cabeza, asumir el fallo y aguantar el chaparrón, se defendió con una frase desafortunada, criticando la forma de jugar del equipo. Esto hizo que Roberto Ríos se pusiera hecho una furia y que sin pensarlo directamente hiciera giro para Pozuelo. Se montó un lío monumental, sofocado finalmente porque el resto de compañeros se metió a separar.
Mel no se encontraba en ese momento en el vestuario pero lógicamente fue informado al segundo de lo sucedido. No se lo pensó dos veces y creyó conveniente castigar al jugador. Por eso Pozuelo está ahora entrenando con el filial de Vidakovic después de haber tenido presencia en muchas convocatorias y partidos. Y hasta que al entrenador no se le olvide lo que considera una falta grave, su situación no cambiará.
Detrás de los entrenamientos de Pozuelo con el filial no sólo hay una absurda pérdida de pelota en el pasado partido en casa ante el Espanyol, sino algo más grave, que ha obligado a Pepe Mel a apartar al jugador del primer equipo. La situación que se vivió en el vestuario, según informan varios medios y ha podido corroborar esta redacción, tras ese encuentro fue de máxima tensión. Nada más entrar en el vestuario, con el tiro de Pandiani recién dado, compañeros y miembros del cuerpo técnico recriminaron a Pozuelo que rifara esa pelota en un minuto clave y que se quedara prácticamente parado cuando la perdió. Lo normal, después de encajar un duro golpe. Lo que nadie esperaba, y especialmente el segundo entrenador Roberto Ríos, fue la actitud del canterano, que en lugar de agachar la cabeza, asumir el fallo y aguantar el chaparrón, se defendió con una frase desafortunada, criticando la forma de jugar del equipo. Esto hizo que Roberto Ríos se pusiera hecho una furia y que sin pensarlo directamente hiciera giro para Pozuelo. Se montó un lío monumental, sofocado finalmente porque el resto de compañeros se metió a separar.
Mel no se encontraba en ese momento en el vestuario pero lógicamente fue informado al segundo de lo sucedido. No se lo pensó dos veces y creyó conveniente castigar al jugador. Por eso Pozuelo está ahora entrenando con el filial de Vidakovic después de haber tenido presencia en muchas convocatorias y partidos. Y hasta que al entrenador no se le olvide lo que considera una falta grave, su situación no cambiará.
Eso esta bien si cometio una falta grabe y no quiere asumirlo y protesta a jugar con el filial, me duele porque es un buen jugador pero no es bueno se le suban los humos.