Los de Miguel Ángel Lotina pusieron mucha más carne en el asador, pero
sobre todo, decidieron con la calidad de jugadores como Hernán Pérez,
vital en el tramo final de la temporada. Los castellonenses, que
mejoraron con la presencia del experimentado Marchena, aprovecharon la
ocasión para salvar los muebles en este infausto año.
La temporada, marcada por las lesiones y la nefasta campaña en
'Champions', ha dejado tres técnicos en el banquillo amarillo que parece
haber encontrado la tecla con Lotina. En El Molinón pronto se
adelantaron en el marcador y vieron saciada su hambre.
Mario Gaspar, a los 19 minutos, marcó el primero de los
villarrealenses tras una gran jugada de Bruno. Juan Pablo detuvo en un
primer momento, pero no aguantó la segunda embestida visitante. Esto no
fue una losa demasiado pesada para los de Clemente, que remontaron el
vuelo poco antes del descanso.
Absurdo penalti
Lora, desde muy lejos,
golpeó seco a la cepa del poste y colocó el 1-1 que parecía avivar los
ánimos para la segunda mitad. No obstante, el Villarreal encontró
petróleo a dos minutos del descanso. Gregory cometió un absurdo penalti
sobre Marco Ruben y Marcos Senna no desperdició la ocasión.
En los segundos 45 minutos el Sporting estaba en la obligación
de proponer, pero Clemente está hecho de otra pasta y mantuvo cinco
jugadores de carácter defensivo -casi- hasta el final del partido. El
Sporting se estaba consumiendo y su técnico decidió quitar a De las
Cuevas.
Perdió profundidad el cuadro gijonés que terminó por recibir la
puntilla a media hora del final. Hernán Pérez chutó con la zurda desde
fuera del área y colocó el 1-3 que desubicaba a los asturianos. Los
rojiblancos tuvieron mucho tiempo para levantar el desaguisado, pero no
hubo lugar.
Sólo dio tiempo a que Gálvez, con la inestimable colaboración de
Zapata, añadiese algo de tensión con el 2-3. En ese momento, el partido
se enfrascó en polémicas -expulsiones de Clemente y César Sánchez- y
terminó con siete minutos de añadido y poco fútbol. De esta forma se
alcanzó el final. Ahora ya no hay vuelta atrás y sólo un milagro con
mayúsculas puede salvar al Sporting.
El Sporting de Javier Clemente es casi equipo de Segunda división,
después de perder por 2-3 un partido a vida o muerte ante un Villarreal
que da un paso de gigante hacia la salvación. Mario, Senna de penalti y
Hernán Pérez rubricaron la eficacia amarilla.
sobre todo, decidieron con la calidad de jugadores como Hernán Pérez,
vital en el tramo final de la temporada. Los castellonenses, que
mejoraron con la presencia del experimentado Marchena, aprovecharon la
ocasión para salvar los muebles en este infausto año.
La temporada, marcada por las lesiones y la nefasta campaña en
'Champions', ha dejado tres técnicos en el banquillo amarillo que parece
haber encontrado la tecla con Lotina. En El Molinón pronto se
adelantaron en el marcador y vieron saciada su hambre.
Mario Gaspar, a los 19 minutos, marcó el primero de los
villarrealenses tras una gran jugada de Bruno. Juan Pablo detuvo en un
primer momento, pero no aguantó la segunda embestida visitante. Esto no
fue una losa demasiado pesada para los de Clemente, que remontaron el
vuelo poco antes del descanso.
Absurdo penalti
Lora, desde muy lejos,
golpeó seco a la cepa del poste y colocó el 1-1 que parecía avivar los
ánimos para la segunda mitad. No obstante, el Villarreal encontró
petróleo a dos minutos del descanso. Gregory cometió un absurdo penalti
sobre Marco Ruben y Marcos Senna no desperdició la ocasión.
En los segundos 45 minutos el Sporting estaba en la obligación
de proponer, pero Clemente está hecho de otra pasta y mantuvo cinco
jugadores de carácter defensivo -casi- hasta el final del partido. El
Sporting se estaba consumiendo y su técnico decidió quitar a De las
Cuevas.
Perdió profundidad el cuadro gijonés que terminó por recibir la
puntilla a media hora del final. Hernán Pérez chutó con la zurda desde
fuera del área y colocó el 1-3 que desubicaba a los asturianos. Los
rojiblancos tuvieron mucho tiempo para levantar el desaguisado, pero no
hubo lugar.
Sólo dio tiempo a que Gálvez, con la inestimable colaboración de
Zapata, añadiese algo de tensión con el 2-3. En ese momento, el partido
se enfrascó en polémicas -expulsiones de Clemente y César Sánchez- y
terminó con siete minutos de añadido y poco fútbol. De esta forma se
alcanzó el final. Ahora ya no hay vuelta atrás y sólo un milagro con
mayúsculas puede salvar al Sporting.
El Sporting de Javier Clemente es casi equipo de Segunda división,
después de perder por 2-3 un partido a vida o muerte ante un Villarreal
que da un paso de gigante hacia la salvación. Mario, Senna de penalti y
Hernán Pérez rubricaron la eficacia amarilla.