El entrenador del
Celta, Paco Herrera, reconoce que el miedo dominó a los dos equipos.
Porque la situación igual servía para proporcionar un intercambio
frenético de golpes que para incentivar el conservadurismo. Y es lo que
sucedió. "Difícil valorar el partido", anticipa Herrera. "Tienes que
estar muy serio con tan pocos minutos porque cualquier error es un
lastre que no te da tiempo a revertir. La sensación, tras el partido, es
incompleta y aún así nos ha hecho el Cartagena un palo".
El
extremeño asegura que estaba preparado para cualquier eventualidad que
las condiciones especiales del encuentro pudiesen producir. "Antes del
partido aceptaba todo, que pudiéramos equivocarnos o que tuviéramos un
acierto que en estos casos sólo pasa una vez", indica. Aunque su
discurso público en los días anteriores había fomentado la esperanza en
la victoria, reconoce que era más por obligación que por convicción. "Lo
normal era que todo quedara así, que el marcador no se moviera. La
sensación es que los dos necesitábamos por igual los tres puntos".
Confía en que las próximas jornadas multiplicarán el valor de este
empate: "Hay tiempo para los dos de hacer bueno este punto".
Ante los
periodistas locales niega que el disparo al palo de Braulio incline la
balanza de los merecimientos hacia el Cartagena: "Para mí el tiro de
Bellvís es tan bueno como el palo de Braulio".
Herrera considera
además que el Celta, por sus características, no es de los equipos más
apropiados para desenvolverse con comodidad en este escenario. "Somos un
equipo que en los minutos finales somos muy buenos. Son nuestros
mejores momentos. Nos pasó en los últimos minutos de Sabadell o
Deportivo. Quiero decir que son circunstancias que no se ven, pero que
están ahí".
Mantiene el optimismo respecto a la lucha por el ascenso
directo: "El Valladolid fallará, lo veo más cerca. Lo que hagan los
demás no me sirve de nada. Tenemos seis finales más y hay que ganarlas.
Ellos tienen que fallar porque tienen rivales difíciles y sólo nos queda
la único opción de ganar los seis partidos que nos quedan".
El Faro de Vigo
Considera que "hay tiempo para hacer bueno" el empate, que era "lo normal", yo le llamo conformismo
Celta, Paco Herrera, reconoce que el miedo dominó a los dos equipos.
Porque la situación igual servía para proporcionar un intercambio
frenético de golpes que para incentivar el conservadurismo. Y es lo que
sucedió. "Difícil valorar el partido", anticipa Herrera. "Tienes que
estar muy serio con tan pocos minutos porque cualquier error es un
lastre que no te da tiempo a revertir. La sensación, tras el partido, es
incompleta y aún así nos ha hecho el Cartagena un palo".
El
extremeño asegura que estaba preparado para cualquier eventualidad que
las condiciones especiales del encuentro pudiesen producir. "Antes del
partido aceptaba todo, que pudiéramos equivocarnos o que tuviéramos un
acierto que en estos casos sólo pasa una vez", indica. Aunque su
discurso público en los días anteriores había fomentado la esperanza en
la victoria, reconoce que era más por obligación que por convicción. "Lo
normal era que todo quedara así, que el marcador no se moviera. La
sensación es que los dos necesitábamos por igual los tres puntos".
Confía en que las próximas jornadas multiplicarán el valor de este
empate: "Hay tiempo para los dos de hacer bueno este punto".
Ante los
periodistas locales niega que el disparo al palo de Braulio incline la
balanza de los merecimientos hacia el Cartagena: "Para mí el tiro de
Bellvís es tan bueno como el palo de Braulio".
Herrera considera
además que el Celta, por sus características, no es de los equipos más
apropiados para desenvolverse con comodidad en este escenario. "Somos un
equipo que en los minutos finales somos muy buenos. Son nuestros
mejores momentos. Nos pasó en los últimos minutos de Sabadell o
Deportivo. Quiero decir que son circunstancias que no se ven, pero que
están ahí".
Mantiene el optimismo respecto a la lucha por el ascenso
directo: "El Valladolid fallará, lo veo más cerca. Lo que hagan los
demás no me sirve de nada. Tenemos seis finales más y hay que ganarlas.
Ellos tienen que fallar porque tienen rivales difíciles y sólo nos queda
la único opción de ganar los seis partidos que nos quedan".
El Faro de Vigo
Considera que "hay tiempo para hacer bueno" el empate, que era "lo normal", yo le llamo conformismo