Federer había anunciado que Berdych sería un gran rival en la final y no
se equivocó, porque el checo jugó al máximo nivel por momentos, salvó
tres bolas de partido con garra, pero las dobles faltas le mortificaron
en el crucial tercer set, donde el suizo utilizó su revés cortado, como
un cuchillo, para acabar un partido que parecía interminable.
Roger sumó el cuarto título esta temporada en cinco torneos
disputados (Rotterdam, Dubai e Indian Wells), el décimo sobre tierra
batida y el 74 en su historial. Se mantiene con una racha de 45
victorias y solo tres derrotas desde que perdió en las semifinales del
Abierto de EE.UU. el pasado año contra Djokovic.
Ademas desplazará al español Rafael Nadal del segundo puesto de la
clasificación mundial que aparecerá mañana lunes, y compartirá con el de
Manacor el liderato en la lista de Masters 1.000 ganados, con 20. Su
esfuerzo de dos horas y 37 minutos fue compensado además con un cheque
por 585.800 euros.
El partido, presenciado entre otras personalidades por la infanta
Elena, que entregó el trofeo a Federer, y la alcaldesa de Madrid Ana
Botellla, fue un toma y daca entre los dos jugadores que mejor se han
adaptado durante la semana a la rápida y resbaladiza pista azul de la
Caja Mágica.
Federer, que ha cedido solo dos sets en sus cinco partidos (uno
contra Milos Raonic y el de hoy), comentó a pie de pista que esperaba
que esta victoria le ayudase ahora en Roland Garros.
'Felicidades a Federer que con las dificultades del torneo ha sido
capaz de demostrar que es un número uno, dijo Berdych, que anunció que
si está sin lesiones volverá el próximo año. Tras recibir el trofeo y
saludar entre otros al actor estadounidense Will Smith, que le regaló un
cuadro con su traje negro enmarcado de su última película, Federer
también aseguró que quería volver.
Berdych soñaba con convertirse en el primer checo que ganaba el
torneo, once años después de que en la primera edición en el Rockodromo
de la Casa de Campo, su compatriota Jiri Novak también alcanzara la
final, aunque no saltó a disputarla contra el estadounidense Andre
Agassi, por una lesión de cadera.
Berdych jugó un primer set primoroso situándose con una ventaja de
3-0 y cometiendo únicamente dos errores no forzados en todo este
parcial, con Federer sin capacidad de respuesta, y el checo acertado en
los mandobles de derecha.
Con un tenis muy agresivo y profundo, siempre vertical en ambos
lados, disfrutando del mismo poderío con el que acabó con el argentino
Juan Martín del Potro en semifinales, el checo dispuso de los dos
primeros puntos de set en el octavo juego (5-2), pero Roger los salvó
con su servicio. Luego el checo acabó esta manga con un punto con su
saque en 36 minutos.
Federer reacciona
En el segundo, el nivel del primer saque de Federer subió hasta un 74
por ciento y el de Berdych bajó a un 34 por ciento. En eso se apoyó el
suizo para situarse con una ventaja de 5-2, y tener una bola de set en
el noveno juego que el checo abortó con un gran paralelo, que el de
Basilea no atajó de revés con su volea.
Igualados 5-5 Federer conservó su saque a continuación y rompió el de
su rival seguidamente, ayudado por la segunda doble falta de Berdych.
Un set iguales después de 97 minutos de lucha, y todo por decidirse.
Fue en el octavo juego donde Berdych vivió su martirio particular.
Salvó los tres primeros puntos de rotura con saques, uno de ellos con un
directo a 215 kilómetros por hora, pero luego cometió dos dobles faltas
seguidas que le destrozaron.
Con 5-3 y servicio, Federer se preparó para ganar el título y pocos
esperaban la reacción de Tomas, pero el de Basilea no pudo jugar con
primeros saques, y el checo forzó con sus restos para recuperar 5-4.
Fue en el duodécimo juego cuando el saque de Berdych se vio de nuevo
en peligro. Disparó de nuevo con segundos, y propició las tres primeras
bolas de partido de su rival, que salvó de nuevo como pudo. Federer se
puso las pilas, corrió más que nunca y en vez de usar la potencia cambió
a su mágico cortado, propiciando el error final de Tomas.
Terra Deportes - EFE
El checo Tomas Berdych sacó lo mejor de Roger
Federer, y el suizo se convirtió en primer jugador de esta nacionalidad
en ganar tres veces el Masters 1.000 de Madrid, y en el rey de la pista
azul, al derrotarle en la final, por 3-6, 7-5 y 7-5.
se equivocó, porque el checo jugó al máximo nivel por momentos, salvó
tres bolas de partido con garra, pero las dobles faltas le mortificaron
en el crucial tercer set, donde el suizo utilizó su revés cortado, como
un cuchillo, para acabar un partido que parecía interminable.
Roger sumó el cuarto título esta temporada en cinco torneos
disputados (Rotterdam, Dubai e Indian Wells), el décimo sobre tierra
batida y el 74 en su historial. Se mantiene con una racha de 45
victorias y solo tres derrotas desde que perdió en las semifinales del
Abierto de EE.UU. el pasado año contra Djokovic.
Ademas desplazará al español Rafael Nadal del segundo puesto de la
clasificación mundial que aparecerá mañana lunes, y compartirá con el de
Manacor el liderato en la lista de Masters 1.000 ganados, con 20. Su
esfuerzo de dos horas y 37 minutos fue compensado además con un cheque
por 585.800 euros.
El partido, presenciado entre otras personalidades por la infanta
Elena, que entregó el trofeo a Federer, y la alcaldesa de Madrid Ana
Botellla, fue un toma y daca entre los dos jugadores que mejor se han
adaptado durante la semana a la rápida y resbaladiza pista azul de la
Caja Mágica.
Federer, que ha cedido solo dos sets en sus cinco partidos (uno
contra Milos Raonic y el de hoy), comentó a pie de pista que esperaba
que esta victoria le ayudase ahora en Roland Garros.
'Felicidades a Federer que con las dificultades del torneo ha sido
capaz de demostrar que es un número uno, dijo Berdych, que anunció que
si está sin lesiones volverá el próximo año. Tras recibir el trofeo y
saludar entre otros al actor estadounidense Will Smith, que le regaló un
cuadro con su traje negro enmarcado de su última película, Federer
también aseguró que quería volver.
Berdych soñaba con convertirse en el primer checo que ganaba el
torneo, once años después de que en la primera edición en el Rockodromo
de la Casa de Campo, su compatriota Jiri Novak también alcanzara la
final, aunque no saltó a disputarla contra el estadounidense Andre
Agassi, por una lesión de cadera.
Berdych jugó un primer set primoroso situándose con una ventaja de
3-0 y cometiendo únicamente dos errores no forzados en todo este
parcial, con Federer sin capacidad de respuesta, y el checo acertado en
los mandobles de derecha.
Con un tenis muy agresivo y profundo, siempre vertical en ambos
lados, disfrutando del mismo poderío con el que acabó con el argentino
Juan Martín del Potro en semifinales, el checo dispuso de los dos
primeros puntos de set en el octavo juego (5-2), pero Roger los salvó
con su servicio. Luego el checo acabó esta manga con un punto con su
saque en 36 minutos.
Federer reacciona
En el segundo, el nivel del primer saque de Federer subió hasta un 74
por ciento y el de Berdych bajó a un 34 por ciento. En eso se apoyó el
suizo para situarse con una ventaja de 5-2, y tener una bola de set en
el noveno juego que el checo abortó con un gran paralelo, que el de
Basilea no atajó de revés con su volea.
Igualados 5-5 Federer conservó su saque a continuación y rompió el de
su rival seguidamente, ayudado por la segunda doble falta de Berdych.
Un set iguales después de 97 minutos de lucha, y todo por decidirse.
Fue en el octavo juego donde Berdych vivió su martirio particular.
Salvó los tres primeros puntos de rotura con saques, uno de ellos con un
directo a 215 kilómetros por hora, pero luego cometió dos dobles faltas
seguidas que le destrozaron.
Con 5-3 y servicio, Federer se preparó para ganar el título y pocos
esperaban la reacción de Tomas, pero el de Basilea no pudo jugar con
primeros saques, y el checo forzó con sus restos para recuperar 5-4.
Fue en el duodécimo juego cuando el saque de Berdych se vio de nuevo
en peligro. Disparó de nuevo con segundos, y propició las tres primeras
bolas de partido de su rival, que salvó de nuevo como pudo. Federer se
puso las pilas, corrió más que nunca y en vez de usar la potencia cambió
a su mágico cortado, propiciando el error final de Tomas.
Terra Deportes - EFE
El checo Tomas Berdych sacó lo mejor de Roger
Federer, y el suizo se convirtió en primer jugador de esta nacionalidad
en ganar tres veces el Masters 1.000 de Madrid, y en el rey de la pista
azul, al derrotarle en la final, por 3-6, 7-5 y 7-5.