Cuando el balón rueda incluso en casa, va del salón a la cocina y de
las habitaciones al baño, las probabilidades de que el amor al fútbol se
instale en cada inquilino del hogar, es más que notable. José Garcia
Moñino, siempre se apasionó con la pelota, con el trasfondo que permitía
este deporte y con las posibilidades que era capaz de abrirle en la
sociedad. Sus días de césped y barro habían quedado a un lado pues su
carrera, muy sentida pero sin grandes noches gloriosas, le había
convertido en legendario ex guardameta del Muleño (club modestísimo de
la ciudad de Mula, en Murcia). En el trayecto, había acumulado buenas
amistades y una de ellas, ‘Cholo’, acabó siendo clave para cumplir su
otro gran sueño, el de mostrar lo aprendido a los jóvenes murcianos.
Ambos consiguieron crear la Escuela de fútbol del Olimpic Club, conocida
por los chicos como la ‘Cholo y Moñino’ y allí, entre carreras, paredes
y risas, como en su propia casa pero sobre tierra, aprendió a jugar
hasta su propio hijo: Javi García.
En unos años, su progresión fue tan evidente que las categorías
inferiores del Real Madrid se instalaron en Mula. Del tercer equipo,
saltó al Castilla y allí, donde mueren muchos de los sueños de estos
chicos, donde está la línea que separa el éxito del fracaso y donde se
acumulan las decepciones, coincidió con la generación de cantera más
brillante del Real Madrid en los últimos años. Y es que durante su
estancia en el segundo equipo blanco, cuando incluso ya había debutado
en la pretemporada del primer equipo de la mano de Fabio Capello y tras
haber reinado en el Europeo Sub 19 (2006 en Polonia) como perla de la
‘rojita’, era parte imprescindible de la que aún hoy se considera mejor
engranaje de La Fábrica en mucho tiempo.
El ajuste definitivo de Javi García tomó forma cuando, después de
regresar al Real Madrid tras un curso en el Osasuna, no quiso
conformarse con la suplencia y arriesgó en busca de la progresión que
sabía que podría conseguir. Caracterial y sólido en sus decisiones, no
titubeó cuando hasta las oficinas blancas llegó la opción del Benfica,
un club eternamente unido al Real Madrid que necesitaba jóvenes promesas
para empezar un nuevo proyecto de la mano de un técnico que, a
posteriori, iba a ser determinante en la carrera del murciano. Pese a
que el monto de la operación del traspaso siempre pareció altísimo a los
analistas, pues 7 millones por un canterano que aún no había explotado
al primer nivel, era una cifra a tener muy en cuenta, realmente el
trasfondo era muy distinto. El Real Madrid seguía pagando la mitad de la
ficha del jugador durante cuatro años y, sin ir más lejos, aún lo sigue
haciendo.
JAVI GARCÍA - SELECCIÓN ESPAÑOLA |
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tomado una luz completamente optimista. Jorge Jesús, un entrenador tan
carismático como exigente, no dudó jamás en darle los mandos defensivos
del equipo en una medular que desde hace tres años lidera a su antojo.
En un crecimiento progresivo de sus responsabilidades y mejorando
tácticamente, el mediocentro se ha convertido en un comodín ideal para
la medular, pues más allá de ser líder espiritual por garra, carácter y
agresividad, acumula buenos registros cuando se anima a surgir por
posiciones ofensivas a balón parado. Con mas de 40 partidos durante sus
dos primeros cursos, encontró la línea adecuada para que sus cualidades
afrontaran retos a su medida, logrando ser protagonista absoluto de un
Benfica donde ya acumula tres Copas de la Liga consecutivas, una Liga y
muchísimo protagonismo europeo (primero llegando hasta semifinales de
Europa League el pasado año y este curso en Champions).
Hoy, es el capitán del equipo, el intocable en el esquema de las
Águilas y el que ejerce de mediocentro multi-tarea o improvisado central
cuando el sistema necesita arriesgar (otra de sus facultades es la de
poder insertarse en la línea defensiva) pero, sobre todo, es el jugador
cuyo rendimiento ha encontrado la vía deseada. Una progresión notable en
su confianza, en su estado de ánimo, en su capacidad mental y en la
lectura de un fútbol que ahora lo vanagloria y sitúa en los mejores
clubes del planeta (sele ha vinculado con el Manchester United y con el
Tottenham).
Su último escalón por superar era, desde luego, que sus méritos y
crecimiento encontraran la recompensa de la llamada de la selección
española, donde Vicente del Bosque, que lo conoce a la perfección de sus
años madridistas, ya le ha mandado un primer mensaje convocándolo en la
pre-lista de ‘elegidos’. Muy probablemente no estará en la lista
definitiva que acuda a la Eurocopa 2012 de este verano, pero el líder
benfiquista ya sabe que la ‘otra camiseta roja’ le reserva un sitio su
sigue su camino de progresión. La llamada que tanto tiempo esperó ya ha
llegado hasta ‘Cholo y Moñino’. El teléfono ya suena en casa de los
García.
Pues uno de tantos que a los grandes dejan escapar.