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La Segunda división está en su recta final, a falta de cuatro
jornadas el Deportivo cuenta los días para adquirir el billete que lo
lleve de regreso a la liga BBVA. Por detrás, Celta y Valladolid son los
equipos que están librando una batalla para acompañar a los coruñeses en
el ascenso de forma directa y evitar el tan temido 'play-off', donde
ambos equipos cayeron la temporada pasada en la primera eliminatoria,
ante Granada y Elche respectivamente.
Enfrente de los pucelanos se encontraba
un rival incómodo, sin presión, dado que no tiene opciones de subir y
que lleva muchas jornadas con los deberes de la permanencia hechos, lo
que convierte cada partido en un escaparate para la llamada al primer
equipo. Todo ello dirigido desde los banquillos por un ilustre ex
jugador blanquivioleta, Eusebio Sacristán.
Tras unos primeros
instantes marcados en el lado visitante por los nervios, personalizado
en la figura de Jaime, portero del Valladolid. Los pucelanos se
desquitaron de la presión rival con una cabalgada que terminó con un
preciso centro de Jofre para que Javi Guerra tuviera la primera gran
oportunidad. El primer cuarto de hora se cerraba con oportunidades para
ambas escuadras, el partido era abierto y vivo con dos equipos que
tienen una parecida concepción del fútbol basada en el buen gusto por el
toque y en la movilidad constante.
Los extremos adquirían
protagonismo: Deulofeu por parte local y Jofre para el cuadro visitante
aparecían por bandas ofreciendo peligrosos balones al área. El choque se
animaba y las ocasiones cambiaban de signo: primero Carmona, desde la
esquina, para los culés, ponía en aprietos a Jaime con un córner que
estuvo a punto de ser olímpico, el Valladolid respondía con un remate
franco de Marc Valiente que se perdía por encima del travesaño. Y antes
de terminar el primer acto, el hábil y rápido Deulofeu encaraba a Jaime
quien con una gran estirada evitaba el gol del filial azulgrana.
La
segunda parte empezó con un Sisi omnipresente y un Valladolid que
comenzaba mejor pero sin materializar las llegadas. A los 55', Carmona
recibía un servicio de Rodri en bandeja para que el jugador barcelonista
colocara con el interior el balón fuera del alcance de Jaime, gol.
Los
blanquivioletas, lejos de arrugarse, volvían a pisar el área del filial
barcelonista en las siguientes jugadas. El ascenso parecía escaparse de
la ciudad del Pisuerga y el Valladolid atacaba con muchos hombres que
dejaba desguarnecida la defensa, como en el 70' cuando Rodri por dos
veces puso a prueba al guardameta visitante.
El Valladolid había
comenzado el asedio, con cabeza, sin perder el estilo con el que habían
iniciado el choque. El primer aviso fue en el 78', antesala de lo que
vendría un minuto después cuando Álvaro Rubio dibujaba un pase en
profundidad para que Óscar cruzara colocando las tablas en el
electrónico.
En el decimosegundo saque de esquina blanquivioleta,
Alberto Bueno cazaba un complicado balón que era dirigido a las mallas.
El Valladolid daba la vuelta al marcador en apenas 6 minutos.
La
expulsión de Jonathan Dos Santos afeaba un partido con mucho ritmo que
se había puesto cuesta arriba para los pucelanos, los cuales nunca
perdieron la cara al encuentro, jugando sin ansias ni precipitaciones y
teniendo fe en que llegarían las oportunidades. Como así fue.
Los pucelanos remontan un partido en apenas 6 minutos, sin renunciar al estilo de juego que habían desplegado