RC Deportivo de La Coruña
Después del fallido intento en Chapín para ascender a la Primera División, el Deportivo se encontraba con una segunda oportunidad, también a domicilio pero en el escenario más plácido de la categoría de plata: el Nou Estadi de Tarragona, donde el Nàstic tenía los peores registros de un equipo local de la Liga Adelante, con sólo 15 puntos conseguidos en su estadio que les ha condenado a ocupar la última posición de la tabla y certificar su descenso prematuramente.
La maratoniana jornada de Segunda, iniciada ayer y finalizada mañana, hacía de los transistores otro de los habituales protagonistas de los últimos días de competición. Las noticias que llegaban desde Vigo eran positivas, dado que el Xerez se había adelantado en Balaídos. Los posteriores goles de Iago Aspas para los celestes daban un giro a los acontecimientos, de la posibilidad de ascender, con la virtual derrota céltica, se pasaba a sentir la presión del perseguidor, que se situaba a un solo punto. Y con esas sensaciones saltaban los deportivistas al Nou Estadi.
Los primeros minutos tuvieron el dominio repartido, sin grandes oportunidades hasta que a los 12' Xisco Campos hacía sonar las alarmas blanquiazules cuando remachaba un balón enviado desde la banda. El colista se adelantaba ante el líder de la competición.
El Nàstic estaba cómodo en el campo, salía bien a la contra, con efectivos y haciendo daño por el flanco derecho del ataque grana. El Dépor evidenciaba una falta de velocidad en la circulación de balón que cuando cambiaba de signo tenía más alegría, en especial en las asociaciones y combinaciones de Morán, Tuni y Longás. Tras un córner, Aranzaubía sacaba un balón de gol. Era el minuto 30' y los blanquiazules vivían sus peores momentos.
Pero el fútbol no entiende de lógica y del 2-0 se pasaba al 1-1, Bruno Gama disparaba raso y cruzado para templar los nervios y poner las tablas, durante un breve espacio pareció que los deportivistas recuperaban el control del encuentro que se pudo poner a su favor cuando Lassad remató al aire un balón que parecía destinado a entrar.
Antes de terminar el primer tiempo, Dani Abalo pudo haber anotado para los catalanes, un jugador surgido de la cantera celtiña y que se encontraba muy motivado para este enfrentamiento. Guardado puso la réplica, aunque su inocente disparo llegó manso a los guantes de Rubén Pérez y la más clara de todas estuvo en las botas de Raúl Fuster en una doble oportunidad que fue repelida por el brillante guardameta blanquiazul, Aranzubía.
La segunda mitad se mostró más embarullada y trabada, Riki fue el primero en probar suerte y despertar la puntería en ambos equipos. Peragón, por parte local, disparaba al lateral de la red. La respuesta corría a cargo de Guardado que era incapaz de colocar el balón con su derecha después de haber recortado extraordinariamente con su pierna buena, la zurda. El Deportivo se volvía más incisivo, Morel botaba una falta que era despejada acrobáticamente por Rubén Pérez y cerraba unos minutos llenos de intensidad y ocasiones por ambos bandos.
Tanta intensidad hizo que el partido se rompiera antes de tiempo, la aparición del cansancio dejaba el medio desguarnecido por lo que las llegadas se sucedían en ambas porterías, Álvaro Rey personalizaba el peligro para los granas y tanto Riki como Guardado lo asumían para los blanquiazules.
Se llegó a los minutos finales con opciones para ambos equipos, en el último suspiro del partido un balón puesto por el mexicano, Guardado, era tocado levemente por Riki para que llegara al borde del área pequeña donde Xisco, libre de marca, sólo tenía que empujar el balón. Los blanquiazules se llevaban el partido, un encuentro que podría haber sonreído a cualquiera de los dos.
Con esta agónica victoria, el Deportivo sigue teniendo el ascenso en sus manos. A falta de dos jornadas los blanquiazules cuentan con 85 puntos y aventajan en 4 al Celta y 7 al Valladolid, que tiene pendiente el choque ante el Recreativo. Dependiendo del resultado de los pucelanos, el Dépor podría ser equipo de Primera División al finalizar esta jornada.
Los blanquiazules desnivelaron el partido en el último suspiro, una victoria que no ha permitido ascender matemáticamente, a la espera del resultado que consiga el Valladolid