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Tras unas horas de descanso posteriores al empate 1-1 ante Italia en
el debut por la Euro 2012, la selección de España ha regresado este
lunes al trabajo con una sesión hermética. Sí, porque los de
Vicente Del Bosque se han ejercitado a puertas cerradas en su búnker de
Gniewino, sin atención a la prensa y con cero ganas de que se conozcan
los detalles del entrenamiento.
Es probable que estos
interrogantes sí comiencen a desvelarse el martes a las 19:00 horas,
cuando la selección realice una nueva sesión, aquí sí con atención a la
prensa.
En cualquier caso, lo que tenga que hablar Del Bosque con sus
dirigidos quedará allí, en el vestuario, y con esa premisa se ha
realizado este lunes una sesión de la cual no han trascendido los
detalles. Se sabe, eso sí, que el míster no ha quedado demasiado
satisfecho con algunas cuestiones de su equipo frente a Italia
-especialmente en el primer tiempo- y que, más allá del debate que se
plantea sobre la necesidad de jugar o no con delantero centro, lo que
importa es ésto: el próximo duelo ante República de Irlanda.
En
ese sentido, Del Bosque había dicho que su apuesta de jugar con Cesc
Fàbregas como hombre más adelantado en el debut "no ha salido del todo
mal", pero tampoco ha parecido tan firme esa declaración como para
pensar que el salmantino no vaya a cambiar el libreto. Mucho más
considerando que los irlandeses no saldrán a atacar a La Roja
de inicio, con lo cual se espera un partido de dominio de la campeona de
Europa y del Mundo, con necesidad de encontrar un rematador acertado en
el área.
¿Las opciones? Fernando Torres no ha aprovechado las
dos o tres ocasiones importantes que tuvo ante Italia cuando salió como
refresco, y luego el míster tiene en la recámara las alternativas de
Álvaro Negredo o Fernando Llorente.
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