Es habitual en los veranos del Valencia. Fichar algún mediocentro se ha convertido en una tradición. Una búsqueda que se inició con el ocaso de Rubén Baraja y que viene persiguiendo al conjunto valencianista desde la temporada 2004-05. No da con la tecla y ahora, con Tino Costa y Topal en la casilla de salida, la Dirección Deportiva vuelve a la carga.
Desde la llegada de Rubén Baraja al Valencia en la campaña 2000-01 se han fichado 16 jugadores para actuar en el doble pivote. Con el vallisoletano aterrizó en Mestalla Didier Deschamps. Una temporada después llegó desde el Málaga Gonzalo de los Santos, previo pago de 12 millones de euros. A pesar de que el Valencia consiguió ganar la Liga 31 años después, el uruguayo tuvo un papel discreto. No en vano esa temporada vio la luz el doble pivote formado por Baraja y Albelda, que tanta gloria dio al conjunto valencianista.
Hubo que esperar dos temporadas para que el Valencia volviera a acudir al mercado en busca de mediocentros. No fue hasta la 2003-04 cuando se acometieron los fichajes de Jorge López y Sissoko. Tras el histórico doblete llegó Fiore desde el Calcio.
Durante la etapa de Quique Sánchez Flores recalaron en Valencia cuatro mediocentros. Tres de creación como Edu, Hugo Viana y Fernandes, y un stopper que fue Sunny Sunday. Quique fue destituido en la novena jornada y le sustituyó en el cargo Ronald Koeman. El holandés acometió dos fichajes en el mercado invernal. Ambos, como no podía ser de otra forma, fueron mediocentros: Éver Banega y Hedwiges Maduro.
Unai Emery tuvo que esperar a su segundo verano en Mestalla para que le ficharan jugadores para el centro del campo. El primero que le cayó en suerte fue Nacho González. Al año siguiente se cerraron los traspasos de Tino Costa y Topal, mientras que el curso pasado se decidió apostar por Dani Parejo que llegó para jugar en el doble pivote, pero en Getafe había desarrollado labores de mediapunta.
Doce temporadas de búsqueda en las que el Valencia ha invertido la friolera de 94,8 millones de euros en futbolistas para el doble pivote. En este sentido, el jugador más caro fue Manuel Fernandes, por el que se desembolsó nada menos 18 millones de euros.
Con Tino y Topal en la rampa de salida, Braulio se ha lanzado a la caza de otro centrocampista. Será el que haga 100 millones de euros. El recambio mejor situado es Javi Márquez, del Espanyol. Se espera que a la decimoséptima sea la vencida y se acabe la sangría del doble pivote del Valencia.
muchas pifias y muy caras para el valencia