“¿Cuál es el Dios que nos castiga?”, exclamó un derrotado Klaus Toppmöller, el entrenador del Bayer Leverkusen que dejó escapar los títulos de Liga, Copa alemana y Liga de Campeones. Primero fue la Bundesliga, casi cerrada a tres jornadas del final con cinco puntos de ventaja sobre el Borussia Dortmund. Después pasó como un rodillo el Schalke 04 en la competición copera (4-2). El último golpe lo dio el Real Madrid de Vicente del Bosque en Glasgow. La de Toppmöller era una buena pregunta para Lucimar Da Silva, ‘Lúcio’, central brasileño y atleta de Cristo. Lucio salió en todas las fotografías. Le retrató Raúl en el primer tanto, anotó el empate de cabeza y presenció de cerca el tercero con el zurdazo de Zinedine Zidane. El defensa pudo redimirse aquél verano conquistado el Mundial de Corea y Japón. Desde entonces se ha movido en busca del éxito, primero al Bayern de Múnich, conquistando todos los títulos nacionales, y más tarde al Inter de Milán, que le brindó la orejuda, la única corona que le faltaba. Ahora que la entidad negriazul pasa una mala época, Lucio vuelve a orientarse hacia un proyecto ganador. A sus 34 años, la temporada que viene vestirá la camiseta del campeón de Italia, la Juventus.
El Inter está habituado a recibir esta clase de golpes por la espalda, aunque no por cuotidianos dejan de ser dolorosos. Cuando el central pidió al club milanista rescindir su contrato, que en principio habían prorrogado hasta 2014, el Inter podía imaginarse un retiro a Brasil o un guiño sentimental al Bayer Leverkusen. Nada de eso. Lucio ha firmado libre por el máximo rival y cobrará 2’2 millones de euros más objetivos durante dos temporadas. Con que le salga la mitad de bien que la apuesta del año pasado por Andrea Pirlo, la Juventus habrá realizado un movimiento muy inteligente.
Con Bonucci, Barzagli y Chiellini como titulares juventinos y de la selección italiana, el peso de Lucio podría ser secundario. Más a su edad. Ya no ese central que cogía el balón en el eje de la zaga y que en siete segundos se plantaba en el área rival. Sin embargo, se convierte en una alternativa notable y en una posibilidad de refuerzo si Antonio Conte opta por la defensa de tres, pudiendo situar puntualmente a Chiellini en la banda izquierda. La Juventus necesitaba más efectivos en su regreso a la Champions League. El Inter, en cambio, tendrá que nutrir de nuevo una defensa sin demasiadas certezas, con Andrea Ranocchia y Walter Samuel como principales puntales. De lo contrario, es muy probable que los dioses le castiguen por esa zona.
El País.com
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