Mucho se hablado (y prohibido) durante las dos últimas décadas sobre
la compatibilidad del sexo y la competición deportiva, incluso
elaborándose tesis y estudios acerca de cómo lo primero puede
repercutir, positiva o negativamente, en el rendimiento de los
deportistas si se practica el mismo día o la noche anterior a un
partido, carrera, etc.
Hope Solo, la guardameta de la selección femenina de fútbol de los EEUU, habló
con conocimiento de causa (ya participó en Pekín 2008) y sin pelos en
la lengua sobre las relaciones íntimas entre profesionales del deporte durante las Olimpiadas.
Lo hizo en un reportaje que la cadena televisiva ESPN publicará en su revista mensual la próxima semana.
Mientras que otros atletas estadounidenses se han mostrado muy comedidos en sus palabras (“lo que ocurre en la villa [olímpica] se queda en la villa”
declara la exnadadora Summer Sanders -dos oros, una plata, y un bronce
en Barcelona ’92-) o hablan de ‘situaciones que han visto’ (el tirador
deportivo Josh Lakatos -bronce en Atlanta ’96- explica que una mañana
vio salir a un equipo femenino entero de 4×100 con aspecto escandinavo
de la habitación de un equipo de atletas estadounidenses), la
futbolista norteamericana, que cumplirá 31 años de edad en plenos JJOO
de Londres -30 de julio-, no ha tenido problemas en explicar
experiencias personales.
“Hay un montón de relaciones sexuales en unas Olimpiadas”, desvela Solo, “es
más fácil iniciar una conversación que en un bar, todos tenemos algo en
común (…). La conversación puede empezar con un “¿qué deporte
practicas?”, y al poco rato la cosa va a más”.
“Si no eres disciplinado, la villa puede ser una enorme distracción”, reconoce la cancerbera yanqui, explicando que “los
atletas son gente de extremos. Cuando están entrenando, no piensan en
otra cosa. Cuando salen a tomar algo, se toman veinte cervezas. Con una experiencia única en la vida como ésta [participar en los Juegos],
lo que quieres es llevarte a casa un montón de recuerdos, sean
sexuales, sociales, o deportivos. He visto gente tener relaciones
sexuales al aire libre. En el cesped, entre los edificios,…la gente se
suelta aquí”.
Finalmente, narra su ‘aventura olímpica’, empezando por un siempre prometedor “probablemente no debería explicarte esto, pero [en Pekín '08] quedamos con un montón de famosos. Vince Vaughn estuvo de fiesta con nosotros, también Steve Byrne, el cómico.
En un momento dado, decidimos volver con ellos a la villa, así que
tuvimos que hablar con los guardias de seguridad, mostrarles nuestras
medallas de oro [la selección femenina de fútbol de EEUU ganó el oro en Pekín '08],
y persuadirles para que dejaran entrar a la gente que no tenía
acreditación -algo, por cierto, totalmente inaudito-. (…) Cuando
terminamos la fiesta, cambiamos nuestros preciosos vestidos por los
chándales, y, a las siete de la mañana, sin dormir, fuimos borrachas al
‘set’ del programa “Today”. Huelga decir que nuestro aspecto era
pésimo”.
Solo, eso sí, aporta un punto de misterio al reportaje al comentar que “quizá
colé en mi habitación a un famoso sin que nadie lo supiera, y luego se
marchó sin que tampoco nadie se enterara, pero éste será mi ‘secreto
olímpico’”.
Según el nadador Ryan Lochte -oro y plata en Atenas ’04; dos oros y dos bronces en Pekín ’08-, el 70-75% de los deportistas olímpicos tienen relaciones sexuales durante los Juegos.
Y es que lo resume muy bien el waterpolista Tony Azevedo -plata en Pekín ’08-: “a ver, tienes a un deportista que se entrena cada día de seis de la mañana a cinco de la tarde [recordemos que en los EEUU cenan entre las seis y las ocho de la tarde],
¿cuándo demonios puedes conocer a gente? Entonces, llegas a la villa
olímpica tras haber competido, conoces a gente afín a ti…y bum”.
juegosolimpicos.com
El eterno dilema son conpatible competicion de alto nivel y el sexo, yo creo que cada deportista es un mundo en unos si en otros no.