España se marcha de los Juegos por la puerta de atrás
La Selección olímpica no pasa del empate ante Marruecos, es incapaz de marcar un solo gol en el torneo y abandona la cita británica como última de grupo. Clasificados Japón y Honduras.
ESPAÑA 0 :
MARRUECOS 0
España: De Gea; Azpilicueta, Botía, Íñigo Martínez, Jordi Alba; Oriol Romeu, Javi Martínez (Herrera, min.46); Mata, Isco (Tello, min.56), Muniain (Koke, min.66); y Adrián.
Marruecos: Amsif; Jebbour, Abarhoun, Feddal, Noussir; Bidaoui (El Hassanaoui, min.69), Kharja, Fettouhi, Labyad: Barrada y Amrabat.
Árbitro: Benjamin Williams (AUS). Mostró tarjeta amarilla a Íñigo Martínez y Mata, de España, y Feddal, de Marruecos.
Incidencias: Partido de la tercera y última jornada del Grupo D de la Fase de Grupos, disputado en Old Trafford ante 35.793 espectadores.
Los números son incontestables. España se marcha de los Juegos Olímpicos por la puerta de atrás con un empate, firmado en el trámite de hoy ante Marruecos, dos derrotas, las de Japón y Honduras, sin ver puerta en los tres encuentros y colista grupo D. Dicho de esta forma no debería haber debate. La imagen de la selección de Milla quedó muy lejos de lo esperado. Ni siquiera pudo colorear su actuación con un triunfo ante Marruecos. La Rojita se apuntó la posesión del juego pero no encontró la velocidad necesaria para romper la férrea defensa marroquí. De hecho hasta los últimos minutos de partido no se vio a los españoles volcados en la portería de Amsif. Y es que enfrente estaba Marruecos. Tocada pero no hundida porque una derrota de Honduras ante Japón, combinada con su triunfo, les metía en la siguiente ronda. Pero en Coventry se firmó pacto de no agresión y los marroquíes toman el mismo camino que los españoles.
Luis Milla quiso premiar a Oriol Romeu y Azpilicueta en la última cita olímpica. La cara de España no varió mucho. Quiso la pelota desde el primer minuto pero padeció el mal de la velocidad de transición y eso sosegó a Marruecos. Se limitó a apretar los dientes en la línea defensiva y cuando se hacían con la posesión ponían todos sus ojos en Barrada, un futbolista que tonifica a su selección. Si su posición no era muy adelantada, el del Getafe cedía el testigo a Amrabat, pero el delantero del Kayserspor, tosco pero con olfato, caía constantemente en la trampa del fuera de juego.
De España no hubo noticias hasta la media hora de juego, cuando Adrián se aprovechó de una certera y veloz combinación con Mata pero los postes de las porterías de Londres han estado imantados al balón cuando un español ha buscado el gol durante los Juegos. El disparo del rojiblanco a la madera sirvió de aperitivo a un partido insulso hasta ese momento. En el último cuarto de hora se vio un juego más vivo. España se despojó tímidamente del peso de la eliminación y Marruecos hinchó el pecho para buscar el tanto de la esperanza. Aunque en el otro partido entre Japón y Honduras parecían haber firmado un pacto de no agresión. Barrada la tuvo tras una buena combinación marroquí desde la frontal y Oriol Romeu pudo estrenar el casillero de goles españoles con un disparo desde la frontal.
La eliminación de España mantuvo intactos algunos rituales de Luis Milla en estos Juegos Olímpicos. Como esperar al segundo tiempo para dar entrada a Ander Herrera. Entró por su compañero de equipo Javi Martínez para poner un punto de velocidad en ataque, pero fue Marruecos la selección mejor plantada tras el descanso. Amrabat digirió por fin los pasos a seguir para evitar el fuera de juego y la mezcló con su velocidad para jaquear a la defensa española. Lo intentó de forma individual con una vaselina que salió ligeramente desviada y después tiró un gran pase a Barrera que obligó a De Gea a intervenir y desviar con córner.
España no carburaba y el seleccionador español dio opciones a Tello y Koke. El azulgrana no quiso abandonar la concentración tras el fallecimiento de su abuelo y Milla le premió con unos minutos. Él fabricó la primera oportunidad de España en el segundo acto con un centro desde la izquierda pero Juan Mata, llegando desde atrás, no vio puerta.
Cuando no hay nada en juego la presión libera a los futbolistas y estos nos pueden regalar genialidades, pero otras veces les aplatana y quedan comprometidos. Eso le pasó Adrián. Se quedó solo ante Amsif y lo quiso sortear con una combinación de vaselina y autopase. El asturiano se picó e intentó resarcirse del fallo casi al final del encuentro pero de nuevo el palo hizo acto de aparición para dejar intacto el casillero de goles y dañada la imagen de España en la cita